Referentes de gimnasios y natatorios de la ciudad aseguraron que el proyecto de reducción de tasas propuesto por el Municipio es meramente “simbólico” y que no ayudaría a “paliar la compleja situación económica que están atravesando”.

A través de un comunicado de prensa con el título “si seguimos así, nos vamos a fundir trabajando”, integrantes del sector advirtieron sentirse “postergados” ante la decisiones del Ejecutivo local y solicitaron la flexibilización de los protocolos para la actividad, la cual pese a estar habilitada cuenta con grandes restricciones y hoy estaría funcionando entre un 5% al 15% de su capacidad.

“Lo que en principio se veía como un guiño del municipio ante tanta adversidad, parece que dejó de serlo. Serán meramente simbólicos los importes que verán reducidos los gimnasios y natatorios y no servirán en lo más mínimo para paliar la compleja situación económica que están atravesando (el sector)”, señalaron desde la Cámara Marplatense de Gimnasios y Natatorios, sobre el proyecto de ordenanza propuesto por el gobierno de Guillermo Montenegro.

Frente a esto, el secretario de la Cámara, Ariel Caltabiano, indicó que “nuestra agonía no terminó el día que nos permitieron volver a trabajar, la situación es dramática y corremos el riesgo de fundirnos trabajando”.

Es que tanto Caltabiano como el resto de los referentes del sector aseguran que “con estructuras de costos altísimas, un protocolo muy restrictivo y sin asistencia del estado, la situación es altamente preocupante”. Y afirman que la capacidad de generar empleo está “fuertemente afectada” y que, de no mediar intervención alguna por parte del municipio, “el futuro del sector está al borde del precipicio”.

En este sentido, además de solicitar una ayuda económica mayor para la actividad, solicitaron que se flexibilicen los protocolos sanitarios hoy vigentes. Entre algunos de los pedidos están bajar a 2,5 metros la separación entre personas, habilitar utilizar cintas para correr o bicicletas fijas y ampliar el rango etario para permitir realizar actividades a personas de hasta 70 años.

Desde el sector aseguran que, aún con estas flexibilizaciones solicitadas, se están “sobrecumpliendo los parámetros sanitarios para no correr riesgos de una vuelta atrás”.

“Los gimnasios y natatorios son lugares seguros, tanto para los que desarrollan la actividad deportiva como para los que trabajamos ahí. Somos responsables de lo que hacemos y cómo lo hacemos, por eso estamos pidiendo que nos ayuden para que podamos seguir trabajando”, indicaron.

Si bien aseguran que la situación actual del sector es “aparentemente mejor” a la que vivieron durante los casi 5 meses de inactividad, la mayor parte de los establecimientos reportan que están funcionando a entre un 5 y un 15% de su capacidad, muy por debajo de los volúmenes necesarios para subsistir.