Gato Peters en Mar del Plata: “No hay que cargar las tintas con la pandemia”
El humorista se presentará este sábado en el Teatro Colón. Regresará con el show "Cuenteros", que estrenó en enero de 2020 en Mar del Plata.
“Ojalá estemos llegando a algún tipo de ‘nueva normalidad’ que nos permita seguir recorriendo el país pueblo a pueblo, contando y recopilando historias”, dijo el humorista Ricardo Gato Peters, quien regresa a Mar del Plata esta noche, con “Cuenteros”.
Se trata de un show de humor que estrenó en esta ciudad en el verano de 2020 y cuya gira no llegó a empezar: como le sucedió a tantos artistas, la pandemia cortó todos sus proyectos de viaje.
“Volver a estar en esta ciudad es un buen inicio”, se entusiasma el cómico, que se presentará a las 21 desde el escenario del Teatro Colón.
Entrevistado por LA CAPITAL, el humorista que es oriundo de Las Flores, destacó la incorporación de nuevo material a la estructura de “Cuenteros”. “Lo retomamos con retoques de actualidad y reflexiones que tienen que ver con estos tiempos. Y vaya si las hay”, indicó.
En ese sentido, enumeró los títulos de cada una de sus historias: “Tiene un monólogo de arranque ‘Titulando lo que viene’, y luego ‘Del Grillo, cuento costero’, ‘La gracia de un apellido’, ‘Cumpleaños’, ‘Relojeando caramelos’, ‘Diente por diente’, ‘Los negocios de los pueblos’, ‘De autos, talleres y mecánicos’, ‘No están solos si tienen una mascota’ y recomendaciones sobre la salud”.
Sobre el tema específico de la pandemia de Covid-19 que trastocó la vida del mundo y causó tanto dolor, Peters se mostró abierto a hacer mención a ella en sus shows, aunque con límites. “Llegan cosas muy ocurrentes sobre la pandemia pero, por momentos, parece que la gente quisiera olvidarse de todo esto y que pase de una buena vez. Creo que va al teatro para éso, así que no hay que cargar las tintas con la pandemia”, dijo.
Consultado sobre los bordes del humor, entendió que “el límite es el buen gusto, así uno se impone no hablar de algunas cosas. Pero también hay que ver con qué mirada se llega al tema. Hablar de política hoy, condiciona y hace que la gente trate de ubicarte a algún lado de la grieta”.
“Pero si alguien cuenta que un vasco venía del campo al pueblo por la banquina, porque decía que el asfalto lo habían hecho los peronistas, o que un viejo peronista a los 96 años se afilió al radicalismo porque prefería que se muera un radical y no un peronista, nos reímos y todo está bien. La perspectiva cambia la óptica y es tan ingenuo y tan disparatado que a nadie se le ocurriría ofenderse”, observó.
Para Peters, quien estudió veterinaria y nació en Caruhé, el humor es asimismo una herramienta para eludir la censura. “Se decía con humor lo que no podía decirse en otra parte, porque con el humor se pueden decir las cosas más duras”.
-¿Qué tan necesario es el humor en este momento?
-Siempre hace falta un humorista. Desde la corte de los reyes hasta acá. En los momentos más duros del país, en el instante más denso de una convención, aparece el humor para cambiar la mirada, para aflojar tensiones.
-¿Cómo viviste el encierro, la cuarentena? ¿Fue productiva, lograste concentrarte?
-Vivimos este tiempo como todos, con la misma angustia, con los mismos temores, la misma incertidumbre. La salud, las pérdidas, el no poder laburar. La falta de “la mirada del otro”. En el interior, casas con patio, mucho verde, el campo, poca gente, parecía que la íbamos a llevar más fácil. Pero a los pocos días de encierro estábamos todos iguales, necesitábamos salir, encontrarnos. Hubo tiempo para la creación, claro y para hacer muchas notas, para ordenar material que iba llegando, pero eso fue un ratito y pasó, después nos sabíamos qué hacer. Ojalá estemos llegando a algún tipo de “nueva normalidad” que nos permita seguir recorriendo el país pueblo a pueblo contando y recopilando historias. Volver a estar en esta ciudad es un buen inicio.