Gasoducto Néstor Kirchner: cómo es el plan de producción y tendido para que esté activo en 2023
La previsión es que el 20 de junio del año próximo la obra podrá alcanzar el apto técnico para funcionar para el transporte de gas. Se abrirá entonces la tarea de llenado del ducto para lo cual el Gobierno nacional acaba de anunciar el Plan Gas IV y V.
Por Ignacio Ortiz
La construcción del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner comenzará a desarrollarse desde los primeros días de octubre con el inicio de fabricación de los caños en la planta de la empresa Tenaris-Siat, desde la cual se despachará hacia los tres frentes de obra un camión cargado cada siete minutos, en un operativo logístico de 24 horas al día.
El gasoducto en su primera etapa en marcha prevé un tendido de 573 kilómetros entre las cabeceras de Tratayén, en Neuquén, y Saliqueló, en Buenos Aires, una obra considerada fundamental para incrementar la capacidad de transporte del gas natural que se produce en la formación de Vaca Muerta.
La fecha de inicio de operación se prevé para el 20 de junio de 2023, en coincidencia con el pico de demanda invernal, por lo cual las empresas a cargo de la construcción tienen previsto un tendido promedio de seis kilómetros de caños por día.
Se trata de 56.700 tubos con costura, de 12 metros de largo y unos 5.000 kilos de peso, de los cuales el 89% serán de 36 pulgadas de diámetro, medida técnica requerida para soportar la presión del transporte de los 40 millones de metros cúbicos (MMm3) día para los cuales se proyectó en sus dos etapas.
Esa cantidad de tubos contempla los 573 kilómetros de la obra troncal, más los 80 kilómetros del gasoducto Mercedes-Cardales, y los 29 kilómetros del loop (circuito) de ampliación del Neuba II, y que forman parte necesaria del proyecto para dar viabilidad a la producción incremental.
Parte de esa cantidad de tubos previstos podrá ser cubierta por los 80 kilómetros de cañerías que la empresa Energía Argentina identificó que estuvieron en espera durante años, en la zona franca de Ensenada y el depósito fiscal de Campana, y que comenzarán a ser liberados la semana próxima.
Todas esas unidades -de 36 y 30 pulgadas- serán destinadas a las obras del Mercedes-Cardales y la ampliación de Neuba II, lo que permitirá acelerar esas tareas.
Las chapas planas para la producción de esos tubos comenzaron a llegar al país en la última semana y se encuentran en proceso de nacionalización, en la Aduana, provenientes de la empresa Usinas Siderúrgicas de Minas Gerais (Usiminas), uno de los mayores productores de acero de Latinoamérica.
Con esa insumo base, la planta de Tenaris-Siat, ubicada en la localidad bonaerense de Valentín Alsina, partido de Lanús, procederá a la curvatura de las chapas y la soldadura de los caños, para lo cual está concluyendo la capacitación de 300 operarios.
Allí, tras una etapa inicial de acumulación de stock, en las últimas semanas de octubre los tubos comenzarán a ser despachados durante las 24 horas en camiones que saldrán de la planta cada siete minutos, hasta completar las entregas en febrero próximo.
La magnitud de la obra asumida por la terminal de Valentín Alsina, al sur del conurbano bonaerense, le permitirá alcanzar un nivel de actividad que la planta no registraba hace 20 años
Esto implicó la inversión de más de 6 millones de dólares en la planta para optimizar las líneas de producción, mejorar el handling del material, elevando la confiabilidad de su tracking digital, incorporando una soldadora por plasma y mejorando los equipos de prueba hidráulica, rayos x y ultrasonido, requeridos para asegurar la calidad del producto final.
La logística posterior demandará generar un corredor para distribuir los caños en cada uno de los tres frentes de obras que tendrán a su cargo las empresas Techint-Sacde (tramo 1 y 2) y BTU (tramo 3), de acuerdo como Enarsa diseñó la adjudicación, las que emplearán 10.000 operarios en el pico de trabajo que se alcanzará en noviembre.
De acuerdo con la información de las empresas a Enarsa, el sistema de construcción les permitirá un tendido de seis kilómetros de caños por día, por lo que en poco más de tres meses se podrán alcanzar los 583 kilómetros de la obra licitados, sin contemplar eventuales contratiempos climáticos propios de cualquier obra al aire libre.
El gasoducto en su primer tramo tiene una capacidad de transporte de 11 MMm3 día, pero a ese esquema original de obra, Enarsa decidió sumar la construcción de dos turbocompresores que serán instalados en Tratayén y en Saliqueló.
Estos dos equipos permitirán para el invierno próximo incrementar la capacidad a 20 MMm3/d, las cuales están en proceso de licitación al igual que la obra civil correspondiente.
Las tareas ya estandarizadas de la construcción de un gasoducto son técnicamente Apertura de Pista, Construcción de Zanja, Desfile de Cañerías, Curvado de Cañería y soldadura, Soldadura en Cañerías, Radiografía de uniones Soldadas, siete Revestimiento y reparaciones de Uniones Soldadas, Revestimiento y Hormigonado de la Cañería, Bajada de la Cañerías, Tapada de la Cañerías, Prueba Hidrostática e Inspección Interna de Cañería.
Tras esa secuencia, la previsión es que el 20 de junio del año próximo la obra podrá alcanzar el apto técnico para funcionar para el transporte de gas, lo que no significará el fin de obra, ya que podrán quedar tareas pendientes en torno del gasoducto que no alterarán su funcionamiento.
Se abrirá entonces la tarea de llenado del ducto para lo cual el Gobierno nacional acaba de anunciar el Plan Gas IV y V, de manera de dar plazos necesarios para que las empresas realicen las inversiones requeridas para inyectar el gas en junio.
Télam.