El escolta marplatense Patricio Garino, integrante del seleccionado argentino de básquetbol, destacó hoy que “no hay que hacerse mucho la cabeza” de cara a la inminente actuación del equipo en los próximos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, pautados para agosto venidero.

“No hay que hacerse mucho la cabeza. Es entrar a la cancha y jugar”, sostuvo el escolta marplatense, de 23 años, en rueda de prensa celebrada hoy en el Centro Nacional de Alto Rendimiento (Cenard) de la ciudad de Buenos Aires.
Garino, surgido en las divisiones formativas del club Unión, es el último jugador que se integró a las prácticas del elenco que conduce Sergio Hernández, ya que realizó una serie de tres partidos para Orlando Magic en la denominada Liga del Verano (Summer League) de la NBA.

“La Liga de Verano me dio confianza, me sentí muy cómodo. Me indicó que puedo jugar a ese nivel”, expresó Garino, quien promedió 12 tantos en los tres encuentros que disputó ante Charlotte Hornets, Dallas Mavericks y New York Knicks.
Garino admitió que, por estos días, la sensación que lo domina es “la ansiedad” por querer que la competencia olímpica “empiece lo más pronto posible”.

“Tengo ansiedad por saber cómo seguirán las cosas, no sólo en el aspecto individual sino en el equipo”, dijo el marplatense, que ya debutó en el seleccionado albiceleste en el último Preolímpico de México 2015, cumpliendo una destacada tarea.
Para Garino es “un aliciente más” el hecho de que el equipo argentino tenga en sus filas a cuatro componentes de la Generación Dorada como Emanuel Ginóbili (38 años), Luis Scola (36), Andrés Nocioni (36) y Carlos Delfino (33), todos integrantes del conjunto que ganó la medalla de oro en Atenas 2004.

“Estar al lado de estos cuatro modelos es un privilegio. Nosotros nos tenemos que adaptar y acomodarnos a nuestros roles”, sostuvo Garino, quien actuó durante la temporada pasada para la George Washington University de la NCAA del básquetbol universitario.
El marplatense no quiso enunciar “demasiadas expectativas” respecto de lo que será su futuro. Garino se ilusiona con la posibilidad de llegar a la NBA, aunque sabe que el resto “ya no depende de mí”.
“Cualquier equipo sería un sueño. Si se da, perfecto. Tal vez en un par de semanas haya novedades”, se esperanzó uno de los valores que está llamado a ser figura del básquetbol nacional en un futuro no muy lejano.