El secretario de Seguridad marcó, sin mencionarlo, una diferencia central con su antecesor. "Hemos angelado el espectro político", dijo en el Concejo Deliberante.
El secretario de Seguridad municipal, Horacio García, marcó este jueves una diferencia política entre su gestión y la de su antecesor, Darío Oroquieta. Sin mencionarlo, dijo que “hoy” el área que comanda puede “hablar con ningún problema con autoridades de Nación y de la Provincia de Buenos Aires”. Una referencia tácita a las controversias que, cuando él no estaba, mantuvo el municipio con el Ministerio de Seguridad de la Nación por el retiro de las fuerzas de seguridad.
“Junto a la Nación y la Provincia estamos generando las condiciones para que esta temporada sea lo más satisfactoria posible, atravesada por la pandemia y con las restricciones que tenemos que tener. Me parece que hemos angelado el espectro político”, dijo el funcionario en la comisión de Hacienda del Concejo Deliberante, al exponer sobre el presupuesto 2021 de su área.
García mencionó una serie de trabajos conjuntos con dependencias de la Provincia y la Nación para coordinar tareas. “Todas las áreas comprometidas en el Operativo Sol fueron a La Plata a encontrarnos con los espejos (del gobierno bonaerense) y empezar a hablar las cuestiones que vamos a afrontar desde esta temporada. Fue muy interesante porque enseguida volvió la sinergia”, celebró García.
El secretario destacó el diálogo con el secretario de Seguridad provincial, Sergio Berni; con la jefa de gabinete del Ministerio de Seguridad de la Nación, Cecilia Rodríguez, y con el secretario de Seguridad y Política Criminal, Eduardo Villalba. El funcionario, vale recordarlo, que se había enfrentado más de una vez con Oroquieta por las fuerzas de seguridad.
En ese aspecto, García dijo que el municipio tiene que pedir “el aporte” de personal “como lo tiene que pedir cualquier municipio”, y la Nación hará “el aporte que pueda hacer”, el que “crea conveniente para una zona determinada”. “Porque es así como se construye”, subrayó.
El funcionario municipal marcó dos líneas de trabajo. Consideró, por un lado, que la Secretaría de Seguridad “tiene que ser principalmente un ente de articulación”. “Tenemos que dejar de lado la megalomanía, la soberbia, y entender que el gran proceso es unir voluntades. Por un lado, las fuerzas policiales, y por otro lado, un espectro del cual me parece que hay que profundizar algo más, que es el trabajo con la Justicia, porque veo la disociación que existe casi siempre en la Argentina entre la fuerza de seguridad y la Justicia”.
Aseguró que “las fuerzas de seguridad se quejan porque la justicia no convalida lo que ellos hacen en el campo, y en la Justicia se quejan porque la policía no hace lo que ellos necesitan para sostener una acusación en un posterior juicio”. García sostuvo que “unir estas dos necesidades” es “una labor importante de la Secretaría”.
Sostuvo además que “hay que profundizar mucho más lo que tiene que ver con tránsito”. “Me parece que tiene que generar un paso fundamental en el crecimiento para convertirse en una herramienta que sea primordial para todos los marplatenses, que sirva al ordenamiento, a la tranquilidad y al ejercicio de los derechos de todos los marplatenses en forma cabal”, afirmó.
Presupuesto austero
En cuanto a los números del presupuesto, García dijo que “el 75% se consume en salarios”. Eso deja un margen de $ 244 millones “que a su vez también tiene restricciones que van achicando la masa verdadera que existe para ejecutar”. Si se descuentan esos gastos, quedan “60 millones para lidiar, por doce meses”, lo que representa $ 5 millones por mes. García lo definió como “un presupuesto austero”, pero dijo que avanzará “con las estrecheces del Estado”.