La entidad gremial que representa a investigadores, becarios y personal administrativo del Conicet
expresó su “profundo repudio” a la declaraciones del secretario de Salud, Gustavo Blanco, luego de que se conociera un lapidario informe sobre su gestión en el gobierno de Carlos Arroyo.

La posición de ATE-Conicet fue difundida este domingo a través de un comunicado en el que se aseguró no se le puede permitir a Blanco que “descalifique la producción científica que es llevada a cabo por profesionales altamente formados, cuyas publicaciones son sometidas a evaluación permanente de sus pares, con estándares de calidad internacional”.

“Es evidente que este informe académico resulta inconveniente para el funcionario Gustavo Blanco, quien es la cara visible de un gobierno que viene llevando adelante un ajuste presupuestario en todos los ámbitos estatales, incluido el propio CONICET.”, afirmaron desde la entidad. Y agregaron: “En vez de tomar actitudes descalificatorias y patoteriles, agraviantes para quienes nos dedicamos a la investigación, el secretario debería hacer eje en resolver situaciones que son descriptas objetivamente en base a información proveniente de su propia administración”.

En ese sentido, desde ATE-Conicet le exigieron a las autoridades municipales que “rectifiquen las agraviantes declaraciones vertidas” sobre la actividad profesional de los investigadores.

“De la misma manera, esperamos que desde el CCT Mar del Plata se respalde el trabajo de sus investigadores y se repudien públicamente las expresiones del secretario Gustavo Blanco, quien falazmente declaró que la sede local no avalaba dicha investigación, en otro acto de desconocimiento de la realidad y la función del CCT y el CONICET en su conjunto como institución”, finalizaron.

El repudio del gremio surge luego de que Blanco descalificara un contundente informe sobre el estado de la atención primaria de la salud en General Pueyrredon que fue elaborado por la doctora en Historia e investigadora adjunta del Conicet, Romina Casali, egresada de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

El detallado trabajo de más de 30 páginas presenta una triangulación entre la (sub) ejecución presupuestaria para la Secretaría de Salud entre 2015 y 2018, las consultas efectuadas en los Centros de Atención Primaria y el Hospital Interzonal Especializado Materno Infantil (Hiemi) como argumentación plausible sobre los retrocesos en atención primaria en el Partido de General Pueyrredon.

¿Qué implica esto? En concreto, que a raíz de la falta de insumos elementales en la mayoría de los CAPS, como así también de la reducción de profesionales médicos, se genera una contundente caída en las prestaciones, particularmente en las prácticas de guardia de enfermería, pediatría y medicina general, que cayeron un 87,7 %, un 42,8% y un 71.6% respectivamente