El Tribunal Oral en lo Criminal N°2 condenó a cinco años y cuatro meses de prisión a Salvio Leonel Palavecino (24) por intentar matar a un joven en marzo de 2015, un episodio que luego desencadenaría en una serie de sangrientos enfrentamientos entre bandas antogónicas.

Salvio Leonel Palavecino había sido sobreseído por el crimen de Cristian Juárez, quien resultara ser el hermano de la víctima por quien ahora es condenado.

Cristian Juárez había sido baleado en la pierna en marzo de 2015, luego, a los pocos días, su hermano menor Alexis había sido baleado en Heguilor y Benito Lynch. En un intento de “justicia por mano propia” Cristian y otro de sus hermanos fueron a buscar al supuesto agresor de ese hecho, pero el plan no resultó y Cristian terminó herido muerto.

Los hechos se explican por la enemistad entre grupos de personas que habitan la periferia de la ciudad.
Palavecino fue acusado por el homicidio de Cristian Juárez, pero ante la falta de pruebas y la poca colaboración de testigos en el proceso judicial, los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N°1 no tuvieron más remedio que sobreseerlo.

Sin embargo, el intento de homicidio a Alexis Juárez fue investigado como un hecho independiente a la muerte de su hermano y, para el fiscal Alejandro Pelegrinelli, para este caso si contaba con pruebas suficientes para lograr una condena.

El automóvil en el que se movilizaban los hermanos Juárez cuando se registró el ataque a tiros que terminó con la vida de Cristian.

Baleado en el barrio Las Heras

Los hechos que se ventilaron durante un juicio abreviado en el Tribunal Oral en lo Criminal N°2 a cargo del juez Néstor Conti ocurrieron el 16 de marzo de 2015.

Para el juez Conti, quedó probado que ese 16 de marzo, cerca de las 15, Alexis Juárez, junto a un amigo, circulaba en una moto Honda Tornado por la calle Heguilor y, al llegar a Benito Lynch fueron interceptados por otra mato en la que iban dos sujetos que exhibían armas de fuego.

Juárez y su amigo descendieron de la Honda Tornado, la abandonaron sobre la calzada y, dandole la espalda a los asaltantes, se fueron. En esa circunstancia fue que uno de los agresores, identificado luego como Salvio Leonel Palavecino, sin mediar palabras comenzó a disparar contra Juárez.

La víctima resultó gravemente herida: un disparó le impactó en el glúteo derecho, otro en el izquierdo, una tercer bala en el tóraz y una cuarta en la zona supra auricular izquierda, sin lograr el ingreso en la cavidad interna cerebral.

Los agresores huyeron del lugar y Juárez, moribundo, fue trasladado al Hospital Interzonal entre su amigo y un vecino, que puso su auto a disposición.

La víctima ingresó al hospital a las 15.30 e inmediatamente fue intervenida quirúrgicamente y quedó internada en terapia intensiva.

Hartos de las agresiones que se producían en la guardia, los médicos del Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), encabezados por la entonces jefa, Andrea Potes, reclamaron la intervención del Estado y mayor presencia policial. Sucedía que tras el ataque a tiros contra Alexis Juárez, un conjunto de sus familiares se había presentado con armas de fuego en el lugar y propinado graves amenazas a los especialistas.

Dos de los hermanos del propio herido habían jurado venganza contra los autores del hecho y salieron a buscarlos, exhibiendo armas de fuego por los pasillos del establecimiento sanitario. Y minutos después de ese episodio, uno de ellos, Cristian Juárez, volvió herido de bala, fue internado y días después murió.

“El Pepe”

Todo sucedió muy deprisa en esos días de marzo. Alexis Juárez fue baleado de gravedad, sus hermanos quisieron vengarse y Cristian Juárez fue asesinado. Gracias al trabajo de los médicos y tal vez de algún milagro, Alexis pudo recuperarse e incluso declarar ante el fiscal Pelegrinelli.

Alexis Juárez le contó al fiscal que había reconocido al hombre que había intentado matarlo, ya que lo tenía visto del barrio y estaba convencido que se trataba de “El Pepe”, un joven que atendía en un supermercado de Mac Gaul y la 51.

“Pepe le decía al otro sujeto que me tire a la cabeza, y yo le decía que se quede con la moto, que no me tire por la moto”, declaró en su momento Juárez y agregó que él se fue caminando convencido de que no le iban a disparar por la espalda, hasta que finalmente sintió un balazó en la espalda, y después otro en la cabeza cerca de la oreja y los glúteos.

Luego de su declaración, Juárez reconoció la foto de Palavecino y lo señaló como el sujeto que lo había baleado.
Con estas evidencias ventiladas en el debate, para el juez Néstor Conti no quedaron dudas de la participación de Palavecino, quien intentó matar a Juárez, pero no pudo lograrlo por razones ajenas a su voluntad.

La condena

El juez Néstor Conti

El juez Néstor Conti tomó como atenuantes el buen concepto de Palavecino en el barrio Las Heras, ya que hasta su jefe del supermercado barrial dio cuenta de la calidad de persona del imputado. Además, tomó en consideración que no tenía antecedentes.

Como agravantes, el juez destacó la modalidad en la que fue cometido el hecho, ya que Palavecino “efectuó diversos disparos en la vía pública, lo que pudo ocasionar un perjuicio aún más gravoso al verificado en los presentes”.

Con estas consideraciones, el juez Conti condenó en juicio abreviado a Salvio Leonel Palavecino por ser coautor de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa” a 5 años y 4 meses de prisión.

De víctima a victimario

Alexis Juárez se encuentra detenido, acusado de haber participado de “la matanza de El Martillo”, los sangrientes enfrentamiento que derivaron en los asesinatos de Brian Falcato, Francisco Chávez y el linchamiento de Nelsón Alderete.

La causa, en la que Mariano Lezcano, Alexis Juárez, Ángel Chavez, María Belén Palavecino y Javier Falcato están imputados como coautores de los delitos de coacción agravada, incendio y homicidio triplemente agravado llegará a juicio en los próximos meses.