por Marta Garde

PARIS, Francia.- El Gobierno francés presentó un nuevo plan antiterrorista que completa el dispositivo contra la radicalización lanzado en febrero y que busca reforzar la seguridad en un país donde el terrorismo yihadista provocó 246 muertos en tres años.

El operativo aspira ante todo a reforzar la eficacia de los diferentes cuerpos dedicados a ese combate y a mejorar su trabajo conjunto, y presta atención especial al seguimiento de los presos radicalizados o condenados por terrorismo a su salida de prisión.

En las cárceles francesas hay actualmente 512 individuos detenidos por terrorismo y 1.145 identificados como radicalizados, de los cuales 450 saldrán en libertad entre este año y finales del próximo.

La amenaza potencial que representan llevó al Ejecutivo a crear una célula permanente de seguimiento, que se integrará en la Unidad de Coordinación de la Lucha Antiterrorista (UCLAT) y estará formada por agentes de la inteligencia penitenciaria.

“El terrorista ya no está teledirigido por células ubicadas en Siria. Tiene el rostro a veces de pequeños delincuentes o de personas psicológicamente frágiles, adoctrinadas o autoradicalizadas”, dijo en la presentación de este plan el primer ministro, Edouard Philippe.

En todo el país, según sus datos, hay más de 20.000 personas fichadas por radicalización, de las cuales un 23 % son mujeres y otro 5 % son menores.

La evolución del perfil de los agresores impulsó también el lanzamiento de un servicio encargado de estudiar las características comunes de los terroristas para extraer “criterios objetivos de peligrosidad” que permitan mejorar la prevención.

“Sabemos que el riesgo cero no existe, pero también que no debemos ceder nunca a la fatalidad”, señaló Philippe en una intervención en la que le acompañaron los ministros del Interior, Gérard Collomb, Justicia, Nicole Belloubet, y Defensa, Florence Parly.

Desde enero de 2017 se frustraron en el país 25 atentados y los dos que no pudieron evitarse en lo que va de año causaron cinco muertos: cuatro el pasado marzo en Carcassonne y Trèbes, en el sur del país, y otro en mayo en el centro de París.

La lucha antiterrorista estaba hasta ahora en manos de la Fiscalía de París, pero el peso que el terrorismo ha cobrado en los últimos años ha llevado a la creación, confirmada, de una Fiscalía Nacional Antiterrorista.

Será la primera dedicada específicamente a ese tipo de acciones y la segunda especializada del país, tras la dedicada desde 2013 a los delitos financieros.

“Este plan va por el buen camino porque es colectivo y aspira a coordinar mejor a todos los actores”, indicó a la prensa el fiscal de París, François Molins, que vio clave para su funcionamiento que abogue por una dinámica de “mayor intercambio y coordinación”.

La acción del Ejecutivo no se limita al territorio nacional: Francia, según ese plan, quiere incrementar las sinergias entre los distintos países europeos para luchar más eficazmente contra el terrorismo.

La lucha contra su financiación y contra el tráfico de armas, la rápida retirada de contenido ilícito en internet, una mejor asistencia a las víctimas en el seno de la UE o el fortalecimiento de los controles en las fronteras son algunos de los puntos en los que también se va a trabajar.

En total, el Gobierno hizo públicas 32 acciones, y evitó detallar otras por motivos de seguridad.

“En la lucha contra el terrorismo, solo puede haber una escuela: la de la vigilancia permanente, el rigor constante, la mejora continua”, resumió Philippe, que subrayó que para ello debe movilizarse “toda la potencia del Estado”.

EFE.