Todo empieza con la invitación de un conocido o conocida a ser parte de algo que tiene un nombre tan bonito que no dice mucho, pero promete demasiado: Flor de la abundancia o Telar de la abundancia.

En tiempos de crisis la palabra abundancia seduce por su significado inmediato: prosperidad y buena situación económica. ¿Quién se animaría a rechazar la abundancia, si tan solo piden dar dinero a cambio? Las estafas suelen iniciarse con promesas de abundancia -basta revisar el caso de Daniel Viglione en la ciudad, cuya sentencia se conocerá en agosto-.

Estos grupos se presentan como algo un poco místico en contra de la lógica capitalista institucional y son conocidos también como Sistema del mandala, Rueda de la amistad o Célula de gratitud.

La representación clásica es la de una flor compuesta por pétalos de cada elemento: agua, tierra, aire y fuego.
En el centro está el agua, que es una persona que para iniciar el grupo invita a dos personas, los elementos tierra. Los elementos tierra invitan a dos personas cada uno, los elementos aire y a su vez estos cuatro elementos aire invitan a dos personas cada uno, los elementos fuego, que son quienes completan la flor.

En la flor, los elementos fuego son quienes hacen la inversión inicial, que recibe el elemento agua, una vez que el agua recibe todo el dinero sale del sistema. Los elementos tierra pasan a ser agua y pasan a ser una flor cada uno y los demás elementos ascienden de estructura y pasan a ser tierra y aire de las nuevas flores, debiendo conseguir nuevos miembros para que el ciclo continúe.

Estos grupos, estas flores, telares, mandalas o como se presenten, no son más que nuevas formas del esquema Ponzi, un sistema piramidal de inversiones que no resulta sostenible en el tiempo. Es una operación fraudulento en los que se paga los retiros de los participantes con el dinero de nuevos aportantes. El esquema Ponzi funciona si crece la cantidad de nuevas víctimas, ya que nunca se utiliza realmente el dinero en algo rentable, sino que solo se redistribuye de mano en mano, de la víctima al estafador.

Contra la falsa abundancia

En las últimas semanas, en las redes sociales la Flor o Telar de la abundancia fueron trending topic -incluso con actrices y cantantes famosas involucradas-, sin embargo en la Fiscalía de Delitos Económicos no existen denuncias de estafas por este tipo.

Ante esta situación, de la popularidad que ganaron estos nuevos tipos de estafas, desde la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), elaboraron una serie de recaudos para evitar ser víctima de una estafa piramidal, en la que”se invita al público a colocar su dinero con promesas de retribuirle intereses exorbitantes”.

“Dado que el dinero ingresado no se destina a ninguna actividad que de por sí produzca utilidades, la posibilidad de obtener la ganancia prometida depende exclusivamente del ingreso de nuevos participantes. A medida que se van creando nuevos grupos, se van necesitando cada vez más personas para completarlos, lo que aumenta las posibilidades de que el mecanismo se quiebre y se produzcan pérdidas”, explican los especialistas en estafas de la Procuraduría Nacional.

“La captación pública de dinero para su colocación en inversiones es una actividad que en nuestro país requiere autorización de las autoridades competentes (como el BCRA y la CNV), quienes controlan el funcionamiento de las entidades a efectos de proteger contra fraudes y abusos.”, dicen desde la Procelac y agregan: “Antes de hacer una inversión, es conveniente conocer su funcionamiento, sus condiciones y sus riesgos, así como también obtener información acerca de la seriedad y solidez de quien la administra”.

Dónde denunciar

En caso de ser víctima de una estafa, la Procelac recomienda efectuar la denuncia penal correspondiente, en Mar del Plata esto sería en la Fiscalía de Delitos Económicos (Rawson 1139 o por teléfono al 0223 451 3502 / 451 1880) o la dependencia policial más cercana.