DOLORES (Corresponsal).- Una escuela de campo es algo más que una escuela: pocos alumnos, un solo docente que es director y maestro y una comunidad rural que tiene en ella su referencia. Por esa razón, al acto del 50º aniversario de la Escuela Primaria Nº 2 “Congreso de Tucumán”, asistieron tanto quienes están relacionados hoy con ella como los ex alumnos, algunos de ellos muy mayores.

En esta oportunidad, el director general de Cultura y Educación, Alejandro Finocchiaro, fue otro de los invitados a la celebración.

“Nuestra nación se formó en la Escuela”, dijo el funcionario quien agregó que “no hay que ser un fenómeno para darse cuenta que en las escuelas rurales todo cuesta mucho más: acá tenemos docentes que creen en nuestra educación, que es la herramienta del cambio que necesitamos”.

Más conocida como “la escuela de La Vasca”, por el paraje donde está ubicada, sobre el terraplén sur del canal 1 comenzó a funcionar en un galpón del campo “Juan Luis”: su propietario, don Abel Allegroni, tenía dos hijos en edad escolar, ubicada en el Paraje La Vasca. Se la llamó “Congreso de Tucumán” porque se celebraban los 150 años de la Declaración de la Independencia. La inquietud de los vecinos, padres, docentes y el aporte de los negocios de la ciudad hizo que se fuera edificando un salón y dos baños, que se inauguró el 9 de abril de 1970. Hoy en el lugar hay, además, un jardín de infantes y los alumnos se unen a los de otras escuelas vecinas para recibir clases de inglés y danzas.

En la celebración se recordó los nombres de las familias que apuntalaron, en los 50 años de su fundación, a la escuela: los Gallastegui, Soumoulou, Villalba, Fernández, Núñez y Espinosa, estuvieron presentes, en persona o en la recordación.

“Hace 17 años pudimos evitar el cierre de esta escuela cuando María Oliver era la directora”, dijo el intendente de Dolores, Camilo Etchevarren, quien acotó que “las escuela rurales son un faro en esta pampa extendida, en ellas estudian los hijos de quienes trabajan en el campo”.

En el acto, además, se impuso el nombre de Abel Allegroni al salón principal, se descubrieron placas por parte de la cooperadora, la municipalidad y el Consejo Escolar y se entregaron reconocimientos a ex docentes, personal auxiliar, ex alumnos y colaboradores.