Finlandia se encamina a una gran coalición para aislar a los populistas
Los socialdemócratas se impusieron sólo por un pequeño margen a los Verdaderos Finlandeses,, 0,2%, en las legislativas.
Liderados por Antti Rinne, los socialdemócratas lograron 40 de los 200 escaños en el parlamento. Foto: EFE | EPA | Jarno Kuusinen.
por Sam Kingsley y HélŠne Dauschy
HELSINKI, Finlandia.- El ascenso de los Verdaderos Finlandeses en las elecciones legislativas del domingo en Finlandia hace inevitable una gran coalición izquierda-derecha liderada por los ganadores, los socialdemócratas, para aislar a los populistas, estimaron los analistas.
Veinte años después de su última victoria en las legislativas, en 1999, los socialdemócratas se impusieron sólo por un pequeño margen a los populistas, 0,2%.
“La mayor historia de suspense electoral de todos los tiempos”, titulaba el lunes el diario Ilta-Sanomat.
Liderados por el exministro de Finanzas Antti Rinne, los socialdemócratas lograron 40 de los 200 escaños en el parlamento, uno más que los Verdaderos Finlandeses, según los resultados definitivos.
La situación podría complicar las negociaciones venideras, estimó la comentarista política Sini Korpinen. “Todo lo que sabemos es que las negociaciones serán muy difíciles”, afirmó.
“La coalición liderada por Rinne dejará al margen a los Verdaderos Finlandeses”, una situación que ella consideró “ineficaz”.
Una “gran coalición”
Finlandia cuenta son un sistema proporcional y una cultura política de consenso que suele llevar al poder a coaliciones heterogéneas.
Para Korpinen, la política finlandesa se encamina a una “gran coalición” izquierda-derecha integrada por los socialdemócratas, el Partido de Coalición Nacional (38 escaños), pero también los Verdes (20 escaños), la Alianza de Izquierda (16 escaños) y el Partido Popular de los Suecos de Finlandia (liberales, 9 escaños).
El país afronta, según ella, una situación similar a la de 2011-2015 bajo el gobierno de Jyrki Katainen (conservador).
Líder entonces de una coalición izquierda-derecha de no menos de seis partidos, Katainen fue desautorizado y dimitió por la falta de resultados de un ejecutivo con muchos miembros y de intereses diferentes.
“No creo que el Partido de Centro forme parte del gobierno”, avanzó el primer ministro saliente Juha Sipil„, gran perdedor de la noche electoral al quedar en cuarto lugar.
Rinne atacó con fervor durante la campaña las medidas de austeridad del primer ministro.
Las ambiciones de los Verdaderos Finlandeses
Tras las elecciones, el líder de los Verdaderos Finlandeses, Jussi Halla-aho, dijo que estaba abierto a una coalición “pero no a cualquier precio”.
Sin lugar a dudas, el político quiere evitar repetir los errores cometidos por su partido en 2015, cuando esta formación euroescéptica participó en un gobierno de coalición. “Fuimos flexibles en cosas malas”, dijo.
En 2017, los Verdaderos Finlandeses implosionaron y abandonaron el gobierno: la mayoría de sus diputados fundaron Nueva Alternativa (que luego se llamaría Reforma Azul), el partido que permaneció en el poder, y los otros siguieron a su nuevo presidente, Halla-aho.
“No creo que sea posible que los Verdaderos Finlandeses participen en un gobierno que no tenga un compromiso claro de reducir la inmigración”, dijo al periódico Helsingin Sanomat el lunes por la mañana.
Esta posición va en contra del compromiso de los socialdemócratas para facilitar la recepción y la reunificación familiar de los refugiados en Finlandia.
Aunque el señor Rinne, quien ya dijo que quiere formar un gobierno “antes de finales de mayo”, considera “improbable” una colaboración con los Verdaderos Finlandeses, no descartó la posibilidad.
AFP-NA