Por Sebastián Arana

Con su ofensiva limitada en el complemento, peleó el partido palmo a palmo. Como suele hacerlo en casa. Como tantas otras veces llegó a un final cerrado. Pero esta vez Peñarol no acertó en la jugada final. Rob Reed fue a jugarse el tiro que pudo darle el triunfo a los suyos a lo más congestionado de la defensa rival y Ramón Clemente emergió para taparlo. En esa jugada el triunfo viajó de Mar del Plata a Caballito. Y fue victoria de Ferro por 75 a 73 en una nueva jornada de la Liga Nacional de Básquetbol.

Ferro amagó ser el de su victoria del lunes frente a Quilmes. Balbi jugó dos pick and roll certeros para liberar a Alessio y se anotó con un triple para liderar un parcial de 7-0. Pero Peñarol respondió enseguida con el gol exterior de Reed y la conexión Figueroa-Acuña.

El pivote jugó un gran cuarto ofensivo (11 puntos) lastimando seguido desde posiciones exteriores, incluso con un tiro de tres puntos exitoso.

Sin embargo, del otro lado de la cancha, casi nunca pudo con Alessio, autor de diez puntos en el parcial. En consecuencia, el duelo de ataques afilados del cuarto inicial fue para Peñarol ahí nomás: 24-23.

Con las rotaciones en cancha, por un rato se mantuvo la paridad. Pero el juego cambió. Peñarol puso de pie su defensa y sólo entregó el tiro abierto de Balbi, quien anotó más y condujo menos en el segundo parcial. Del otro lado de la cancha, paulatinamente, sacaron una leve diferencia con lo que produjeron sus relevos, sobre todo Juan Manuel Torres, quien resolvió bien todo lo que llegó a sus manos.

El equipo local tomó una luz lógica de seis puntos (40-34) a falta de poco más de tres minutos. Un par de aciertos de Balbi la redujeron a la mínima. Sin embargo, el minuto final fue netamente “milrayitas” con un 5-0 (penetración de Giorgetti, más triple de Figueroa) y un tremendo tapón de Acuña (su tercero del partido) sobre Maldonado en la última jugada para recuperar la máxima brecha.

Los problemas para anotar se incrementaron para Peñarol en el tercer segmento. Estuvo tres minutos sin conseguir punto alguno. La defensa, encabezada por un Figueroa titánico para multiplicarse en las ayudas, resistió a pie firme y finalmente le permitió obtener algunos puntos en el oasis del contraataque para escapar 50 a 41 promediando el cuarto.

Cuando dejó de correr, sin embargo, el equipo local siguió penando. Entonces Ferro aprovechó un par de distracciones para ponerse otra vez en carrera (55-59) a la hora de ingresar a los últimos diez minutos.

El calvario ofensivo se agudizó para los “milrayitas” en ese tramo. A Ferro no le sobró mucho. Pero con la aparición goleadora de Balbi en el cierre lo emparejó todo y el partido llegó a un final vibrante. A Peñarol lo sostuvieron las “bombas” de tres puntos cuando parecía caérsele toda la estantería. Una de Figueroa, a falta de 20”, lo puso al frente 73-72.

El elenco “verde” trabajó bien su ataque siguiente y Clemente convirtió al lado del aro para ponerlo 74 a 73 arriba. Todavía quedaban nueve segundos y mucha esperanza. Pero el puertorriqueño consumó su gran segundo tiempo con una tapa sobre Reed, quien se jugó el tiro final en tierra de gigantes. Así se consumó el final de una racha de tres victorias seguidas en casa para Peñarol.