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Policiales 27 de diciembre de 2019

Femicidio de Eliana Domínguez: “La perpetua está bien, pero sé que mi hija no vuelve nunca más”

Cristina, madre de la víctima, se expresó ante la condena del femicida Nicolás Mansilla y se mostró agradecida con el fiscal Fernando Castro y con todas las integrantes del colectivo de mujeres de Mar del Plata y Mar Chiquita.

La mamá de Eliana Domínguez, Cristina, se mostró satisfecha con la Justicia por la condena a prisión perpetua al femicida de su hija, Nicolás Mansilla, y expresó: “Es lo que esperábamos, no había otra opción. Duele, duele mucho. La condena está bien, la perpetua está bien. Él tiene que pagar porque lo que hizo fue cruel, pero duele igual”.

La lectura de la sentencia en el Tribunal Ora en lo Criminal N°1 duró apenas un minuto: “Condenar a Nicolás Mansilla a prisión perpetua“. Cristina, que ya tenía lágrimas en los ojos estalló en ese momento y se largó a llorar. No pudo contener más la angustia, el dolor, el alivio, el amor por su hija que ya no está, que está muerte, que fue asesinada por el hombre que hoy es condenado.

Cristina lleva a su hija en una remera y todos y todas las personas que están en el piso 7 de Tribunales la abrazan. Parece que no alcanzan los brazos para darle tanto amor, tanta muestra de amor y de apoyo. La abraza su hija, su esposo, amigos del barrio, familiares de otras víctimas de femicidio, los padres de Lucía Pérez, la hermana de Nancy Segura, la abrazan periodistas y hasta la abrazan los policías que estuvieron en el juicio.

“Es algo que no debió pasar pasar, él tuvo tiempo de pensar lo que iba a hacer y sin embargo premeditó lo que hizo y si a él le hizo bien pedir perdón, bien. Pero yo no puedo perdonar lo que le hizo a mi hija, perdimos la casa, trabajo, estudios y perdimos a Eliana que no la vamos a ver nunca más”, dijo Cristina en la puerta de Tribunales.

“Pasar por esta instancia era como esperar que mi hija volviera, esa pavada que uno tiene en el fondo del corazón, de decir: ‘Ahora termina estoy y mi hija va a salir de donde está’. Y esto me da más tristeza, porque sé que ya está, sé que mi hija no vuelve nunca más”, expresó.

-Terminó el juicio ¿y ahora cómo siguen?

-Vamos a seguir arrastrando la tristeza de siempre, mi hija no está. Vamos a ser abuelos y tíos y mi hija no está. Ella no está y hay que tratar de salir adelante como venimos hasta ahora: remándola. No queda otra.

-¿Pudiste hablar con la familia de Mansilla?

-No, no hablé con ellos porque no sé la reacción del otro lado. Antes de la sentencia pedí respeto para las dos familias, porque ellos también están triste, con la diferencia que ellos podrán ver a su hijo los domingos y yo a mi hija no. Respeto porque sé que están tristes, tienen a su hijo preso por muchos años y ellos tampoco se lo esperaron. Fue algo que nadie se lo esperó, fue un baldazo de agua fría para todos. Por eso pedí respeto para las dos familias: por mi hija que no está y por ellos que están sufriendo.

-Fuiste muy acompañada durante todo el proceso. ¿Te sentiste sola en algún momento?

-Yo nunca estuve sola. Las chicas de Mujeres en Lucha de Mar Chiquita y de la Multisectorial de la mujer fueron mis psicólogas, un apoyo importante nuestros pilares. Seguimos estando juntas y somos un equipo, un buen equipo. Quiero agradecer al fiscal Fernando Castro que nos acompañó en este trayecto y a la gente del barrio. Mi hija era una chica querida por todo el mundo.

Eliana considera que “se dio justicia” con la condena a Mansilla. Pero sabe que la lucha continúa, que día a día una mujer es asesinada en Argentina por violencia de género y que en la unión de todas está la fortaleza.

“Llevar este dolor es muy difícil. Cada vez que veo un caso diferente digo: puta madre, pobre familia. Yo antes pensaba: ‘No quisiera estar en la piel de esa mujer’. Y estuve en la marcha por la muerte de Lucía Pérez y al tiempo pasó lo de Eliana y y estuve en la piel de esa mujer, de cada mamá que le pasa esto. Y no se lo deseo a nadie, es lo peor que te puede pasar en la vida, que alguien te arrebate a un hijo de esa manera, finalizó Cristina.

Al terminar de hablar Cristina volvió a ser abrazada, cada persona que se encontraba en la puerta de Tribunales le hizo saber que no había estado sola y que tampoco lo estaría en lo que viene.