Ya desde el título está la advertencia: “Solo política”. El nuevo espectáculo unipersonal de Fede Simonetti, aborda, desde el humor, las últimas décadas de la situación política, social y económica de Argentina.

Es que, según definió el periodista y humorista, “El humor es un mecanismo de defensa para abordar los problemas y las cosas feas de la vida, es una manera de empoderarnos”. “Por eso se nos ocurren chistes en los velorios”, ejemplificó antes de su regreso a Mar del Plata con esta propuesta que se presentará este sábado 15 de junio, desde las 21, en la Sala Melany del Centro de Arte.

Con una importante experiencia en radio y también como guionista, Simonetti, es uno de los pioneros del stand up en Argentina. Siempre con una mirada aguda, más que dar respuestas, plantea preguntas. Y en el camino invita a reflexionar, pero entre risas.

“Nadie está libre de pecado” advierte, también, la invitación al espectáculo que, dice, ofrece una mirada “honesta y autocrítica”.

-¿Cómo es “Solo política”? Desde el título ¿ya una advertencia?

-Es totalmente una advertencia. No quiero que vaya público que espera chistes sobre la pareja, sobre la vida cotidiana o lo que fuere y se encuentre con que de pronto estamos un sábado a la noche hablando más de una hora de Alberto, Milei, Macri. Así que decidí ponerle así, y ser bien bien claro con el contenido del show. Se ve que funciona (risas).

-En cuanto a materia prima para armar espectáculos, siempre habrás tenido muchísimo en qué basarte. ¿Qué es lo que más te está llamando la atención?

-Siempre hay mucho material, pero este gobierno tiene una dificultad extra que es demasiado caricaturizado en sí, por lo que se hace muy difícil hacer chistes sobre ellos, ya que no sólo te dan el pie sino que te rematan el chiste también. Los perros, la hermana, la alegría de Milei de codearse con famosos, es todo un guión de comedia en sí. No es nada fácil sumarle a eso.

Creo que lo más llamativo del gobierno es la canchereada permanente en la que andan, más allá de que todo esté estrellado y en crisis. Hablan de “los mejores ministros de la historia” y pavadas así que son muy interesantes a nivel cómico.

-¿Cómo fuiste trabajando el guión? ¿Va mutando de acuerdo a lo que va pasando? ¿Qué tanto improvisás?

-En realidad no voy corriendo detrás de la noticia porque llegás siempre tarde, después de las redes sociales. Por lo tanto intento tener un enfoque menos inmediato y más interno. Trato de contar qué me pasa a mí con lo que está pasando, contar lo que sentí con el gobierno pasado, con este y con la vuelta de los 90. Pero siempre en primera persona, y por sobretodo con autocrítica de mis ideas y mis puntos de vista.

-¿Cuesta encontrar el lado humorístico de la actualidad social, política, económica?

-Es duro, pero en realidad la comedia no parte de cosas positivas sino de cosas negativas. No hay mucha comedia sobre éxitos, en general el humor es un mecanismo de defensa que tenemos los humanos para abordar los problemas y las cosas feas de la vida. Por eso nos surgen chistes en los velatorios, es una manera de empoderarnos.

-Has dicho que no intentás dar respuestas sino plantear preguntas adecuadas. ¿Cómo vez en estos días la cuestión del pensamiento crítico?

-Creo que hay algo que va más allá de la sociedad nuestra, que es internacional, que tiene que ver con procesar la política a través de las redes sociales. Eso nos lleva a construir un ecosistema en el que el algoritmo te acerca a mucha gente que piensa como vos y no promueve el intercambio sino el aislamiento. O sea, vos en tu redes crees que “la normalidad” es lo que vos pensás y los que piensan distinto son unos garcas, idiotas, prochorros, virgos, lo que fuere. Hay que volver a fomentar encuentros, intercambios inesperados y hablar con quien piensa distinto, nos va a hacer bien.

-Primero hiciste periodismo, el humor vino después. ¿Qué te sedujo del humor?

-Como te decía, el humor es un mecanismo de defensa, está presente en todo. Y cuanto más serios sean los temas, en algún punto, más fácil es reírse de ellos porque se torna necesario. En mi caso, el humor estuvo siempre presente en mi vida como una forma de vincularme con la sociedad, siempre estuve haciendo chistes en lugares desde que era muy chico. Por ende, cuando trabajé de periodista me la pasaba haciendo chistes y así fue cuando me profesionalicé en eso en 2004 en una radio. Me dijeron “Dejá de hablar de economía, vení con los chistes” (risas) y desde entonces en eso estoy.