Miguel Miranda, recordado arquero del fútbol marplatense en los años ’60 y ’70, falleció este lunes en esta ciudad como consecuencia de un ACV sufrido alrededor de un mes y medio. El “Loco”, como el ambiente futbolero lo conocía, había cumplido 74 años en el último mes de diciembre.

Miranda fue dueño de maneras particulares, uno de los primeros seguidores en Mar del Plata de un estilo de arquero cuyo gran referente en el fútbol argentino fue Hugo Orlando Gatti.

Sin poseer una gran altura para el puesto, destacaba por su sentido de ubicación, arrojo, personalidad para salir a cortar juego y contagiante temperamento ganador. Integró planteles de Kimberley durante buena parte de la década del ’60, incluidos los que ganaron los torneos de la Liga Marplatense de 1969 y 1970.

En 1971 pasó a Aldosivi y dos años después en el club portuense fue el arquero titular de su primer equipo campeón del torneo superior liguero en 1973. Antes de colgar los guantes, Miranda también se dio el gusto de dar otra vuelta olímpica: al año siguiente sus atajadas fueron claves para el ascenso desde Primera B a la máxima categoría de River, club al que defendió también en el círculo superior.

“No le decían Loco de casualidad, la mayoría de los que jugaron en ese puesto estuvieron un poco locos. Era todo un personaje y un muy buen arquero, de los más destacados que había en aquel tiempo”, le dijo a LA CAPITAL Carlos Cubero, compañero suyo en Aldosivi en 1972.

Miranda, hábil para todo juego, también fue muy bueno en el casín. Con los años, le siguió la campaña a su hijo Mariano, lateral izquierdo de muy buena trayectoria en Kimberley y en Unión de esta ciudad.