Lauro Fernán Laiño, ex subdirector de La Prensa, falleció ayer a los 83 años. Dueño de una vasta y rica trayectoria en el periodismo, Laiño fue presidente de la Asociación de Empresas Periodísticas Argentinas (ADEPA), de la Asociación de Editores de Diarios de Buenos Aires (AEDBA) y de la Academia Nacional de Periodismo.

Nacido en Lanús el 10 de diciembre de 1937, Lauro se destacó en la UBA donde se recibió de la carrera de abogacía pero no pudo escapar a la pasión que le había transmitido su padre Félix -una de las figuras más destacadas en la historia del periodismo-  y se inició en 1961 como cronista de informaciones judiciales en La Razón donde llegó a ser director-editor.

Tras su salida del vespertino, del cual su padre fue secretario de redacción durante 47 años, llegó a ser Gerente de Planes y Desarrollo de La Nación. También ejerció la presidencia de Radio del Plata y de la Junta de Asesores para América Latina de la United Press Internacional (UPI), con sede en Washington DC. Lauro Laiño fue además fundador y vicepresidente de la agencia Diarios y Noticias (DyN) y director de Papel Prensa.

En 1997 Florencio Aldrey Iglesias lo convocó para hacerse cargo de la subdirección de La Prensa. Durante dos décadas aportó todos sus conocimientos y experiencia para formar a cientos de profesionales. Ese mismo año recibió Premio Konex 1997 de Gráfica Diaria que se sumó a otras tantas distinciones como el Premio Cruz de Plata Esquiú de Radio y Televisión.

Mientras conducía la redacción de La Prensa, construyó una prolífica trayectoria en Adepa donde ocupó diversos cargos en el Consejo Ejecutivo y la presidencia en los períodos 2002/2003; 2003/2004; 2007/2008 y 2008/2009.

Su pasión por la profesión lo llevó a escribir el libro El periodismo como deber social en donde se anticipó a la labor del periodista durante los tiempos que corren y los que vendrán y sostuvo:  “En una economía basada en el conocimiento, como todo lo confirma, la cuestión política más importante no será la distribución de la riqueza, sino la participación en la información y en el saber.”

Además remarcó que el “rol del periodismo está inmerso en una crisis de legitimidad e identidad. Los cambios que se producen en la producción de noticias tienen que ver con las tecnologías con las que deben lidiar cotidianamente los profesionales. Hoy más que nunca la cantidad de información que recibe un periodista en una redacción es abrumadora”.  Y agregó:  “Nunca hemos tenido tanta información como la que los medios, y especialmente los electrónicos, ponen a nuestra disposición”.

No renegaba de las nuevas tecnologías pero Laiño estaba convencido de que el periodismo gráfico era el indicado para desmenuzar y analizar la gran cantidad de información que recibimos. “Los medios de comunicación son indispensables para nuestra existencia: nunca tuvimos tanto acceso a la información como tenemos hoy. Pero, paradójicamente, nunca tuvimos peor comprensión de lo que sucede”, expresaba.

“La televisión estimula la experiencia personal, pero nos arroja al peligro de la simplificación de la realidad. La información en televisión tiene una necesidad de dramatización visual: constituye un enemigo solapado de la realidad”, sostenía Laiño.

El presidente del Comité Estratégico de Adepa y ex presidente de la entidad, Guillermo Ignacio, en uno de los homenajes que le brindó la institución a Laiño remarcó que el ex subdirector de La Prensa “aportó capacidad, cultura y servicio a la institución. Honró la defensa del periodismo independiente y la defensa de la libertad de prensa, los pilares de nuestra entidad. Nos hemos sentido muy bien conducidos durante todos sus períodos como presidente”.

En La Prensa la noticia de su fallecimiento sacudió a cada uno de sus integrantes que lo tuvieron como jefe pero también como formador en el oficio y  acompañan a su esposa Milagros y a toda su familia en este momento de dolor.