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Arte y Espectáculos 25 de enero de 2025

Fabián Vena: “Trato de generar pensamientos propios”

El actor propondrá el unipersonal que ya presentó el verano pasado: “Quién soy yo” Filosofía Clandestina. Será este martes por única vez en la sala Astor Piazzolla.

"Trato de correrme de esta dicotomía, de esta lucha, de esta pelea, de esta guerra, esta batalla", dijo Vena.

 

 

Tras haberse presentado el verano pasado con localidades agotadas en todas sus funciones, el premiado unipersonal dirigido y protagonizado por Fabian Vena regresa a Mar del Plata en una fecha única, en la sala Astor Piazzolla del Teatro Auditorium. El martes 28 de enero a las 21.30 regresa al Auditorium la comedia “Quién soy yo”. Filosofía clandestina.

Después de haber sido expulsado de la Universidad, un profesor de Filosofía dicta seminarios en lugares secretos. El filósofo hará saber las cinco virtudes humanas que revolucionarán la percepción con un gran bonus track que hará vibrar al público de emoción.

Una obra encantadora, acompañada de una visceral música original. Un relato vertiginoso, fascinante y revelador en formato de comedia unipersonal.

La puesta de Daniel Cúparo y Carlos La Casa, cuenta con dirección de Fabián Vena y ha sido ganadora del Premio Mercedes Sosa a Mejor Banda Sonora 2024 y Estrella de Mar a Mejor Música Original 2024, además de las nominaciones a Premios ACE y Estrella de Mar a Mejor Actuación.

El actor brindó una entrevista en la que contó cómo dio vida a este espectáculo.

-Esta temporada venís con una apuesta mayor porque te presentás en la sala Piazzolla. ¿Cómo te imaginas esa función y cómo es trabajar en ese espacio?

-Claramente con mucha expectativa. Se que todos los años el Auditorium por sí mismo la rompe. Yo recuerdo haber estado en la Nachman una vez por semana con mi espectáculo anterior y lo que más hacía era ser un espectador fan del Auditorium yendo a ver todos los espectáculos. Mi espectáculo, como el anterior, está preparado para hacerlo en un estadio de mil personas o las que sean, que ya me ha pasado, y también este hecho para hacerlo en un bar en Punta del Este con una tarima para ochenta personas. La flexibilidad que tiene es básicamente una idea conceptual a la hora de armarlo.

¿Cómo ves y sentís la cultura en este contexto que estamos viviendo?

-Trato de generar pensamientos propios. El filósofo justamente, parafraseandolo, dice un poco eso. Que no nos enseñan a pensar y que en realidad el discurso de uno no es el discurso de uno. El pensamiento de uno no es el pensamiento de uno, sino de todo lo que uno ha sido influenciado. Al final, uno en definitiva lo que está diciendo no es propio, sino porque lo escucho en la radio se lo dijo otra persona. Los padres, el señor de la esquina, el político de turno. Van armando los discursos que uno cree que es propio pero en realidad es la contaminación de todo lo que uno va escuchando. Es muy difícil generar un discurso propio. En ese sentido me apoyó ahí, tratando de correrme de esta dicotomía, de esta lucha, de esta pelea, de esta guerra, esta batalla como se le llama. Me corro por completo porque me parece ridículo. Me corro por completo porque me parece risible, gracioso que alguien quiera imponer desde un rol de poder al cual accede en función de la decisión de la gente que haya dos géneros nada más. El solo hecho de ponerme a discutir seriamente de eso habla mal de mí. El solo hecho de pensar que hay una batalla cultural.