Por Pablo Amalfitano
Desde San Juan

Cuatro temporadas después, con 33 años y con una familia conformada, Horacio Zeballos volvió al equipo argentino de Copa Davis para disputar el play off del Grupo Mundial ante Colombia, en el estadio Aldo Cantoni de San Juan.

El marplatense resultó un jugador clave para el equipo en el debut de Gastón Gaudio, Guillermo Coria y Guillermo Cañas como capitanes. En dupla con el tandilense Máximo González, derrotó el sábado en cinco parciales a la pareja conformada por Cristian Rodríguez y Alejandro Gómez, quienes reemplazaron a Juan Sebastián Cabal y Robert Farah, recientes semifinalistas en el US Open y top ten del ranking en la especialidad. Y este domingo selló el triunfo por 4-0 tras vencer 7-5 y 6-2 a Nicolás Mejía, número 6 del mundo en juniors, en un partido que decoró el resultado definitivo.

Con la certeza de tener un lugar asegurado en el Grupo Mundial de 2019 gracias al nuevo formato impulsado por La Federación Internacional de Tenis y la empresa Kosmos -propiedad del futbolista Gerard Piqué-, Argentina consiguió un cupo entre los preclasificados para evitar a un presunto poderoso en la primera fase de febrero que clasifica directamente a la gran final de fin de año, que reunirá a 18 países durante una sola semana y en una única sede.

En diálogo exclusivo con LA CAPITAL, Zeballos contó sus sensaciones luego de haber conseguido sus primeros triunfos en la Davis después de cinco años -no ganaba desde abril de 2013, cuando venció a los franceses Benneteau y Llodra en pareja con David Nalbandian en Parque Roca-.

– ¿Qué balance hacés en este regreso luego de cuatro años?
– Me sentí muy bien, muy cómodo. Hubo muy buen ambiente con los chicos, con los nuevos capitanes, con mi familia en la cancha. Fue una serie muy difícil porque los colombianos jugaron en un nivel muy alto y dejaron todo. Fueron un equipo con mucho espíritu competitivo. Pero mi balance fue muy bueno, extrañaba la Copa Davis.

– ¿Te sorprendió el nivel de los colombianos en el doble?
– Sabía que iban a ser muy peligrosos y que en condiciones rápidas jugaban bien. Tenían muy buen saque y acá era difícil devolver. Nosotros éramos favoritos y eso genera una presión extra. En Copa Davis siempre es difícil cerrar los partidos. Pasó el viernes y el sábado. La mente estaba focalizada en ganar.

– ¿Qué pensás del nuevo formato? ¿Soñás con estar en esa final del mundo?
– Sueño con estar ahí, claro. Veremos cómo estamos en ese momento y si el capitán me quiere llevar. Pero sí, sería hermoso jugar esa final. Es un cambio importante; veremos cómo nos adaptamos pero era muy necesario para el tenis. Resultaba muy desgastante jugar tres o cuatro etapas por año al mejor de cinco sets en medio de los torneos del circuito. Y eso se notaba con la ausencia de los top ten. Ojalá que los mejores vuelvan con este cambio.

– ¿Qué rescataste de los nuevos capitanes?
– De los tres ex jugadores destaco todo. Tomé cada consejo que me dieron. Ellos vivieron esto muchas veces y tienen mucha experiencia. Me hicieron sentir muy cómodo y me dieron confianza. En el single el Gato me dijo “wow, qué revés paralelo que tenés” y me llenó de alegría; y el otro día también, Coria me decía “qué buena derecha, qué buen roscazo, pegale así”. Que te lo diga un hombre que fue número tres del mundo te llena de motivación. Willy estuvo siempre predispuesto, todos los días desde las 7 de la mañana estuvo adentro de la cancha. Marcaccio organizó todo y estuvo en cada detalle. Todo fue positivo.

– ¿Vas a ir a Asia después de San Petersburgo?
– Sí, me voy a Rusia y después voy a jugar en China y en Tokio. Podría haberme quedado esta semana pero preferí viajar a Rusia porque igualmente tenía que viajar el miércoles para Asia. Hago una escala en San Petersburgo y ojalá me vaya bien.

– San Petersburgo te trae buenos recuerdos…
– Claro, hice final ahí (NdR: cayó ante el ucraniano Stakhovsky en 2009). Uno se quiere quedar acá para disfrutar este gran triunfo en la Davis pero la verdad es que no me hacía la diferencia. Preferí jugar en Rusia.