Explosión en el subte de San Petersburgo: 10 muertos
Hay 20 personas heridas. Las autoridades informaron que se trataría de un atentado terrorista suicida. Cerraron siete estaciones. Refuerzan las medidas de seguridad en Moscú.
Varias personas salen por sus propios medios de un vagón del subte. Foto: Pravda.ru.
SAN PETERSBURGO, Rusia.- Al menos diez personas murieron y una veintena resultaron heridas en la explosión ocurrida este lunes en el metro de la ciudad rusa de San Petersburgo, que algunas fuentes consideran un atentado terrorista suicida.
“Según informaciones preliminares, diez personas murieron y 20 resultaron heridas, en su mayoría debido a la metralla”, informó una fuente oficial a las agencias rusas.
Al parecer, la explosión tuvo lugar entre dos estaciones de la línea azul, Sennaya Ploschad y Tejnologuícheski, antes de la salida de uno de los trenes del metropolitano de la antigua capital zarista.
La explosión causó una gran humareda, lo que obligó a evacuar a una gran número de pasajeros, según informó la administración del metropolitano.
“La explosión en el metro de San Petersburgo la perpetró un terrorista suicida. El artefacto casero seguramente fue colocado en el vagón antes de que saliera”, apuntó la fuente.
El servicio de prensa del ferrocarril metropolitano informó que después de la explosión fueron cerradas siete estaciones del subte.
Las estaciones clausuradas temporariamente son, según un comunicado, Park Pobedy, Elektrosila, Moskovskiye Vorota, Frunzenskaya, Tekhnologichesky Institut, Sennaya Ploshchad y Gostiny Dvor. Los pasajeros fueron evacuados.
Previamente se habían recibido informes sobre objetos no identificados, pero los registros no habían dado resultado positivo en ningún caso.
El jefe del comité de Defensa y Seguridad del Senado ruso, Víctor Ozérov, dijo que, “por supuesto, se dan todos los indicios de un atentado terrorista”.
El Kremlin informó de que el presidente ruso, Vladimir Putin, que participaba en un foro de medios de comunicación en Moscú, está al tanto de lo ocurrido.
Las autoridades de Moscú decidieron reforzar las medidas de seguridad en el metro de la capital rusa, que fue objeto en 2010 de dos atentados suicidas que dejaron una treintena de muertos.