BALCARCE (Corresponsal).- El sábado será motivo de celebración para la familia Carrá porque Sofía -que se atragantó con una tapita de gaseosa- cumplirá su primer año y habrá un momento para celebrar la vida. En ese marco, los primeros invitados al festejo serán el  subteniente Oscar Poza y el agente Claudio Cabrelli, quienes en la noche del martes mediante las tareas de reanimación posibilitaron que la beba volviera a respirar luego de que la obstrucción la pusiera al borde de la muerte.

Es que hoy se conoció que Sofía evoluciona favorablemente y desde el Hospital Materno Infantil de Mar del Plata se comunicó que dejó la sala de terapia intensiva para pasar a una sala común y ahora se espera que en las próximas horas pueda recibir el alta médica.

En este marco, Poza y Cabrelli dialogaron con LA CAPITAL sobre la experiencia que vivieron y contaron orgullosos que es la primera vez que pudieron salvar una vida en sus carreras.

El martes a las 21.20 se recibió un llamado al 911 alertando que un bebé se moría en su casa de calles 15 y 24.

“Fueron momentos desesperantes. Cuando llegamos bajó la mamá con la beba en brazos y vimos que no respiraba, no tenía síntomas vitales, estaba moradita. Me la pasó y me subí al móvil para comenzar las tareas de reanimación”, contó Oscar.

Y mencionó que “le grité a Claudio llévame, llévame  porque él había acudido en otro móvil y no sabemos cómo la mamá se sentó atrás siendo que la puerta tiene una traba”.

Salvación  

Poza resaltó que “a mitad de camino entre la casa y el hospital la bebé hizo un gran suspiro y largó el llanto, que eso fue lo más gratificante porque vimos que recuperó los signos vitales”.

Claudio reconoció que “no tenemos noción de los minutos ni el tiempo pero fueron 8 o 9 minutos que se hicieron interminables. Lo bueno es que en el medio avisamos y nos esperaban los profesionales en el hospital para darle rápida atención a la beba”.

Y agregó que “lo bueno fue que pese a los momentos de desesperación que vivimos nadie se trabó y fue todo muy rápido. Eso fue determinante para que la beba se salvara”.

Oscar reconoció que fue un trabajo muy coordinado porque el llamado lo tomó el centro de monitoreo que fue quien le dio rápido aviso a la Policía. Desde la comisaría se comunicó a los móviles de la cuadrícula correspondiente y en pocos minutos ya estaban los uniformados en el lugar de la emergencia.

Emoción     

Habrían pasado 10 ó 15 minutos desde la llegada a la unidad de emergencias del hospital hasta que el médico que atendió a Sofía dio el primer parte médico.

“La beba está sana y salva. Le salvaron la vida, los felicito, gracias a ustedes se va a poder recuperar pronto”, dijo el profesional a los uniformados que estaban esperando en el pasillo de la guardia.

“Fue un momento de mucha emoción. No podíamos parar de llorar. Fue un gran alivio saber que nuestra labor sirvió para que la bebé pudiera sobrevivir”, contó Oscar.

El uniformado resaltó que “la verdad es que somos una ciudad chica pero tenemos buenos profesionales y buenos servicios de emergencia. No me voy a poner el traje de superhéroe porque lo mío fue solo una parte de todos los que estuvimos en esta emergencia”.

En tanto, Claudio mencionó que “todo se dio como tenía que ser. Gracias a Dios hoy podemos estar todos tranquilos y hablar de esto como una anécdota linda después del momento feo que nos tocó pasar”.

Por último, Oscar y Claudio remarcaron que fue lo mejor que les pasó en su profesión de policías y que en otras emergencias no han tenido un final feliz.