Por Juan Miguel Alvarez

Cuando debutó con 21 años en el arco de Racing, Gastón “Chila” Gómez tocó el cielo con las manos. Sin embargo, desde entonces una serie de obstáculos entorpecieron su carrera profesional. Cuatro años después de aquella aparición, tras mostrar una notable capacidad de superación, el marplatense fue clave en la victoria por penales de Racing sobre Boca en las semifinales de la Copa de la Liga del fútbol argentino.

“Chila”, como fue apodado por un entrenador de inferiores por su parecido físico a José Luis Chilavert, jugó apenas 12 encuentros desde aquella presentación el 2 de junio de 2017.

En los nueve partidos que disputó ese año dejó una buena impresión. Pero después quedó relegado ante un excelente arquero como Juan Musso y también corrió de atrás en la competencia con Javier García.

El 8 de enero de 2019, el marplatense sufrió una grave lesión: la ruptura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha.

Encima, a mitad de año, en plena etapa de recuperación, sufrió un episodio de ataque de pánico. “Creía que me estaba muriendo. Sentía que se me dormía el brazo y la cabeza, y, además, todo un calor en el pecho y como que se me cerraba la garganta”, relató su experiencia en diálogo con Identidad Racinguista.

Gastón Gómez jugó 12 partidos en Racing, nueve como titular y tres ingresando desde el banco. 

“Estaba con mi vieja, pero fue horrible. Me agarró taquicardia y me desesperé porque me faltaba el aire. Lo cuento como un testimonio porque Dios me ayudó a salir de todo eso y, por ahí, a alguien que tiene algún problema o está pasando por una mala situación le puede servir escucharlo”, agregó. “Chila” se aferró a la fe: “Dios es fiel” es su frase de cabecera.

Tardó nueve meses en volver a competir, en la categoría Reserva. Y cuando empezó a sumar minutos, el “parate” por el Covid-19 le puso otro freno.

Así, su reaparición en la máxima categoría de Racing fue recién el 20 de diciembre d 2020, por la Copa Diego Maradona, ante Estudiantes. Es decir, ¡más de tres años después de su último partido!

Ya con Juan Antonio Pizzi como DT, el 28 de febrero pasado reemplazó al lesionado Arias en los últimos minutos de otro choque ante el “pincharrata”, en La Plata, por la Copa de la Liga.

El 10 de marzo, Gómez fue positivo de coronavirus. Otra vez a esperar. Pero en poco tiempo se puso los guantes a la espera de una nueva oportunidad. Y cuando le llegó no la desaprovechó: el marplatense dejó el arco en cero en tiempo reglamentario ante Boca y le contuvo un penal a Diego González en la definición.

De Mar del Plata a Avellaneda

Gastón Gómez nació en Mar del Plata el 4 de marzo de 1996. Se formó en la escuela de fútbol que Guillermo Trama tenía en Círculo Deportivo y en las divisiones inferiores de Atlético Mar del Plata.

Al puesto llegó casi de casualidad. “En Atlético un día había faltado el arquero y yo era un poco el comodín del equipo. Faltaba alguno y me ponían. El técnico me preguntó si quería atajar, dije sí y no salí más del arco“, contó en una de sus primeras entrevistas con LA CAPITAL.

Gómez, con el famoso buzo de Goycochea, con sus compañeros de Atlético.

Siempre se destacó por su gran contextura física, más allá de sus condiciones naturales. Además, tenía una enorme fuerza en su pie derecho: en predécimas -cancha de “9”- en el saque podía pasar la pelota por arriba del travesaño del arco rival. Con su categoría, la ’96 del decano, fue subcampeón de la Liga Marplatense, en 2009.

“De mi puesto me gusta el protagonismo. Si te toca un buen partido, todos los aplausos son para vos. Y me gusta la adrenalina que se siente cuando enfrentás mano a mano a un delantero. Está bueno”, declaró en la mencionada nota con este medio.

Gómez quedó en una prueba en Estudiantes de La Plata, pero al poco tiempo regresó a la ciudad porque extrañaba. Sin embargo, su crecimiento no se detuvo y debutó en la Primera local de la mano de Martín Quintas con apenas 15 años, en un Atlético (1) -Nación (1), en cancha de Quilmes.

Síntesis del partido que jugó Gómez en la LMF, el 6/8/2011.

Enseguida le surgió la oportunidad para ir a probarse a Racing; pensó que no había quedado, pero al tiempo lo llamaron para que se sume a la Octava División.

En las inferiores del club de Avellaneda se destacó y, con 18 años, fue convocado a la Selección Sub 20 dirigida por Humberto Grondona (hijo).

Debutó en el seleccionado juvenil en el Torneo de Alcaldía y dejó la valla invicta ante Indonesia (triunfo de Argentina 1-0).

Con la Reserva de Racing terminó subcampeón en el campeonato de AFA y ya empezó a entrenar con el plantel de Primera.

El 2 de junio de 2017 fue al banco en Colombia. Musso sufrió una lesión en el primer tiempo ante Aguilas Doradas y, así, Diego Cocca le dio su primera chance. Lo hizo bien y repitió buenas actuaciones en los siguientes partidos: debutó en el torneo argentino contra River en el Monumental (victoria 3-2) y fue importante en los dos enfrentamientos del cruce que superó Racing ante Corinthians en la Sudamericana.

Luego llegó la larga inactividad, con lesión ligamentaria, ataques de pánico y Covid. “En el único lugar que la palabra ÉXITO está antes que la palabra SACRIFICIO es en el diccionario”, escribió días atrás en las redes sociales. El “Chila” ya conocía de sacrificio. Y este lunes logró el merecido éxito.