Es un verano atípico para el humorista que nació en Mar del Plata. Sergio Gonal recorta sus días entre la televisión (de lunes a jueves se lo ve en el ciclo En qué mano está, por Telefé), los lunes se instala en el escenario del Corrientes para proponer “Esto me hace acordar” y los fines de semana repite su show cómico en Córdoba, en Carlos Paz. Meses intensos para Gonal, maratonista aficionado, observador de los hábitos contemporáneos, perceptivo al señalar que “todo se da por algo”.

“Y este verano vino así”, dice a LA CAPITAL. “En el invierno empecé con En qué mano está, con el Chino Leunis y es un grupo de trabajo con el que estoy muy bien y me pareció piola la propuesta televisiva”, cuenta y asegura que también la invitación a quedarse en la pantalla caliente del verano lo convenció.

Sin embargo, no quiso quedarse sin la chance del teatro, donde logra desplegarse. Y en lo que constituye una nueva moda teatral, Gonal no se pierde al público marplatense ni al cordobés. Tal como hicieron Toc, toc, Bollywood, Como el culo y el mismo Gato Peters, Gonal se convirtió en un artista “biplaza”.

“La tele te da una vigencia que está buena tener siempre y una gimnasia que también está buena, ahora estamos probando muchos personajes, como cinco personajes nuevos y eso me interesa mucho”, confiesa Gonal, quien se siente atraído por ese vacío que impone cada nueva jornada televisiva.

– La pantalla que te da la tele te lleva público al teatro, se retroalimentan ¿no?

– Lo noto en la sala, hay mucha gente que viene y que ya conoce el personaje de Manito, que es el que hago y muchos vienen esperando ver a Manito y la verdad que este espectáculo no es de personajes sino que es de monólogos. “Esto me hace acordar” es un Gonal en estado puro, hablo en tercera persona porque en realidad tiene que ver con todo el humor que desarrollo en los cuentos y en los chistes, y en los diferentes relatos voy haciendo diferentes personajes.

– ¿”Esto me hace acordar” es una mirada ácida a cómo cambió la tecnología nuestra vida?

– Es una mirada divertida más que ácida, toma como punto de partida la vida que nos toca vivir hoy. Yo vengo de la época en que te conocías con alguien y le decías: “Te dejo el teléfono de mi vecina pero llamala desde las 15 a las 17 porque duerme la siesta”. Y te ibas a la casa de la vecina porque te iban a llamar. De eso no hace tanto tiempo, pero todo eso cambió. Trato de ver todo desde el punto de vista divertido, no nostálgico. Eso te engancha, te sentís identificado. Al público le hablo de lo que ellos mismos vivieron y eso es lo que tanta gracia causa.

– ¿Cuándo advertís que un repertorio quedó viejo y es necesario empezar con otra cosa?

– Este espectáculo ya lo estoy cambiando. Lo empiezo a percibir cuando ya recorrí muchísimas salas del país. Aunque no fueron completas, hace tres temporadas que lo hago en Mar del Plata, siempre un día por semana. Lo estrené el anteaño pasado, mientras hacía una revista y el día de descanso hacía “Esto me hace acordar”. El año pasado hice una comedia y en el día de descanso hacía “Esto me hace acordar”. Además recorrió gran parte del país y siento que se viene otro.

– ¿Ya tenés material?

– Es un espectáculo que se llamará Pendeviejo, es de esa etapa de la vida que a todos nos toca, cuando tenemos que dejar lo que fuimos para ingresar a una nueva etapa, pero nos quedamos en el medio, ya no podemos soltar al niño que tenemos adentro y no nos queremos hacer adultos, nos quedamos en el medio y a veces tenemos actitudes que me divierten mucho y quiero remarcar un poco esas cuestiones. La novia más joven, las zapatillas de colores, las mujeres que usan calzas… le pasa al hombre y a la mujer. No es una cuestión de género.

– ¿Cómo te va en Carlos Paz?

– Hace ocho años que no iba a Carlos Paz, el carlospacense es un gran consumidor de humor, tiene una manera muy particular de vivir y de ver la vida, son optimistas y es muy lindo cuando reciben un producto como éste, me llena el corazón porque Córdoba es tierra de humoristas y que me abran las puertas así, de su casa, me llena el corazón. Es lo mismo que me pasa en Mar del Plata.