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Arte y Espectáculos 14 de junio de 2016

Estefanía Mateo propone pensar en la pintura en “Autarquía romántica”

Quedará inaugurada el próximo miércoles a las 18.30 en el foyer bajo del Teatro Auditorium y que podrá verse hasta el mes de julio.

“Autarquía romántica” es la muestra de la artista visual Estefanía Mateo que quedará inaugurada el próximo miércoles a las 18.30 en el foyer bajo del Teatro Auditorium y que podrá verse hasta el mes de julio.
Exposición pensada para ser mostrada en este espacio específico, tuvo la curaduría de Daniel Besoytaorube y consta de capas texturizadas en tonos desaturados, una arriba de la otra, sobre un barral.
Una es rosada, otra es celeste, otra verdosa, una amarilla y una lila. La paleta de colores nació a partir de observar un atardecer en la costa, contó la artista.
“La pintura está doblada, es tridimensional, orgánica, suave al tacto y con cúmulos secos solo superficialmente, por dentro la pintura está fresca y lo estará por meses, años tal vez”, agregó. Y reflexionó sobre los atributos de la pintura. “La pintura está en todo, en cada superficie, todo está pintado, en este caso se presenta en su estado de reposo, un acercamiento a la pintura en sí, a su carácter”, dijo.
Experimentadora, innovadora, esta joven artista de Mar del Plata propone conocer una obra en la que ella misma pone el cuerpo. Para la especialista Paula Scavuzzo, Mateo reflexiona “acerca de los procesos de secado de la pintura -en este caso la pintura sintética- como parte constitutiva de la obra”.
Y agregó: “Es en el acto de pintar con ese material que la artista redescubre su performance poniendo el cuerpo entero en escena, para, finalmente, volver al universo pictórico en donde el objeto resultante es condensador de todos los actos anteriores”.
Para Diana Aisenberg, en tanto, Estefanía desarrolla “una vida sin parar de pintar”. “El cuerpo se extiende sobre las paredes de los sótanos, pinta con el roce, con la luz y con la bruma. Recorre el espacio como aprendiendo a moverse y a reconocer a dónde estoy”.
Aisenberg entendió que “la obra de Fani podría constar de tres pilares. La performance o la pintura de acción, el registro de esa acción y la obra que genera a partir del registro”.