La Comisión de Legislación del Concejo Deliberante dio despacho a tres proyectos que establecen excepciones para la realización de proyectos urbanísticos con la condición de que las obras comiencen en un plazo de dos años.

La cláusula se estableció a partir de un pedido del concejal Horacio Taccone, de Acción Marplatense, avalado por el resto de sus pares, con el objetivo de agilizar la generación de trabajo. 

De esta manera, en la próxima sesión del Concejo serán tratados los proyectos del Distrito de Arte y Diseño (que estará delimitado por las avenidas Juan B. Justo y Edison y las calles Bermejo y Solís), la puesta en valor y funcionamiento del Chateau Frontenac (Alvear 2010) y el del predio en el que se encuentra el exhotel Hurlingham (Boulevard Marítimo 4063).

Las iniciativas del Ejecutivo fueron avaladas por unanimidad, con la abstención del Frente de Todos. También se trató, pero no prosperó, el proyecto para la puesta en valor y refuncionalización de Villa Titito (Santiago del estero 1299). La presidenta del bloque de Unión por la Patria, Marina Santoro, mencionó que ese es “el corazón del casco histórico de la ciudad”, por lo que habrá que dimensionar bien el impacto que supondría la obra. Y pidió que quede en comisión.

En general, el debate giró en torno a las compensaciones urbanísticas, es decir, la rentabilidad que les queda a los desarrolladores a partir de las excepciones al Código de Ordenamiento Territorial (COT).

El proyecto del Distrito de Arte y Diseño establece que se priorizará la puesta en valor del Distrito Tecnológico del Conocimiento y la Innovación, ubicado en la zona de la estación ferroautomotora. Fija obras como la construcción de cruces peatonales, una bicisenda, mejoras en las veredas, iluminación y tareas para reorganizar el tránsito.

Nicolás Lauría (Creciendo Juntos) incluyó en un despacho de minoría el cambio del destino de las compensaciones para destinarlas al complejo Centenario. El edil marcó “la necesidad de los vecinos” que habitan allí de “que se los mire, se los visibilice y de que el Estado haga algo con respecto a la infraestructura del lugar, porque hace más de cuarenta años que no se hace nada”.

Sin embargo, el presidente de la comisión, Daniel Núñez (UCR), recordó que “el complejo, en gran parte, todavía está sin escriturar por responsabilidad de la Provincia”, por lo que las intervenciones que realiza el municipio deben ser sobre los espacios públicos. “Intervenir sobre la propiedad es una responsabilidad del Instituto de la Vivienda. De hecho, hay juicios pendientes con el Instituto”, afirmó. Y agregó que “la Provincia, en sus diferentes administraciones, desde el 78 a esta parte ha dejado librada a su suerte a los vecinos de ese barrio”.

Lauría insistió: “Se entiende jurisdicción, pero no dejan de ser vecinos los que están en el medio. Así como se arreglaron las luminarias de la ruta 88, el municipio puede tomar cartas en el asunto, desviar las compensaciones a un lugar que en el que hace muchísimos años no se hace nada”. De todos modos, el despacho de mayoría –que volverá a discutirse en la sesión– mantuvo el destino original.