Un mazazo. Así recuerda Alejandro Baldini el golpe que el sábado a la madrugada le dio el patovica de Cava Federal a su primo, el productor Pablo Baldini. Un mazazo con el que el personal de seguridad del bar de vinos dejó inconsciente al dueño de NA producciones y que por el daño que le causó le generó un coágulo en el cerebro por el que lo tuvieron que operar de urgencia en la Clínica Colón. Un mazazo que dejó a un hombre de 62 años internado en terapia intensiva.

Alejandro Baldini es primo de la víctima y testigo de lo que ocurrió en Cava Federal. Además es el abogado de Pablo Baldini y se presentó este lunes en la Fiscalía N° 5 como particular damnificado en una casa que, por el momento, tiene al patovica, identificado como Geyler Diaz Vidiaux, un cubano de 38 años apodado “Junior, imputado por “lesiones graves”.

En diálogo con LA CAPITAL, Alejandro Baldini explicó que planteó que ampliarán la denuncia contra el Vidiaux, ya que considera que debería estar imputado por lesiones gravísimas y por abandono de persona, por haberse ido del lugar. También pidió que se imputen al resto de los empleados de seguridad del bar de vinos por “encubrimiento”, ya que consideró que ayudaron a que el agresor se escapara del lugar. “El local tendría que haberlo retenido y aportar los datos de él inmediatamente”, consideró.

El abogado explicó que ya fueron aportadas las filmaciones internas del bar de vinos, en las que se ve parte de la secuencia de la agresión y además solicitó ampliar su declaración como testigo, para poder explicar lo que se ve en las imágenes. “Los dueños de Cava estuvieron a nuestra disposición en todo momento y aportaron las filmaciones del lugar“, reconoció el abogado.

Alejandro Baldini también adelantó que pedirá informes a la AFIP y Anses para confirmar si el imputado está registrado o no como empleado y también a los organismos pertinente para establecer si contaba con la autorización y estaba registrado para trabajar como personal de seguridad.

Una cena que terminó en pesadilla

El viernes a la noche, Pablo Baldini, su primo Alejandro y un amigo, empresario del sector inmobiliario, habían salido a cenar al bar de vinos Cava Federal, ubicado en Alvarado y Güemes, lugar del que eran clientes habituales y conocían a los dueños.

La cena, entre tres hombres de 60 años, tenía como objetivo planear un evento solidario para juntar fondos para comedores infantiles de la ciudad.

En al menos dos momentos de la noche habían ido al patio interno de Cava Federal y, según comentó Alejandro Baldini, ya habían notado que el seguridad de ese lugar, un hombre de nacionalidad cubana apodado “Junior”, había maltratado a los clientes, a quienes los cuestionaba por “salir a cada rato”.

Cerca de las 2.45, cuando la cena ya había terminado y se estaban por ir, escuchan una canción que les llamo la atención: un remix de la banda Pink Floyd, por lo que quisieron salir al patio para felicitar al DJ y preguntarle dónde podrían conseguir esa canción.

El intento de ir al patio, por parte de Alejandro Baldini y su amigo, no fue bien recibido por “Junior“. Según el abogado, el patovica les prohibió salir y los maltrató verbalmente. La situación fue advertida por Pablo Baldini mientras volvía del baño, quien, según este relato, se acercó al seguridad para explicarle que eran clientes regulares y que ya habían estado afuera en otras oportunidades de la noche.

“Pablo no termina de decirle eso que el seguridad da un paso para atrás y le pega ese golpe que fue como un mazazo”, narró Alejandro Baldini.

Lo siguiente fue una secuencia de espanto, de pesadilla diría luego el abogado. Pablo Baldini quedó inconsciente, se desplomó y dio la cabeza contra el piso. Inmediatamente se formó un charco de sangre y su primo se tiró encima de él para protegerlo.

“El seguridad se venía encima, pero otros de seguridad de Cava lo interceptaron y se lo llevaron. Básicamente lo ayudaron a profugarse”, explicó Alejandro quien agregó: “Llamamos a la ambulancia, lo querían llevar al Hospital Regional, pero dijimos de ir a la Clínica Colón, donde le hicieron una resonancia magnética ni bien ingresó y detectaron un coágulo de 20 centímetros en el cerebro”.

“El médico nos informó que si no lo operaban inmediatamente había riesgo serio de que quedara en coma, por lo que a las 5 ingresó al quirófano hasta las 11. Los médicos de la Clínica Colón realmente lograron un milagro”, agradeció Alejandro Baldini, quien explicó que ahora la recuperación de su primo será lenta, con mejorías día a día, pero que ya está consciente y si bien no recuerda lo que pasó, sí reconoció a sus hijos y al resto de la familia.

“Esta persona que trabaja en seguridad está preparada para matar de un golpe. Por eso se trabaja mucho en el adiestramiento físico y mental, para que puedan contener situaciones extremas en boliches. Pero acá éramos tres hombres de 60 años que queríamos saludar a un DJ en un restaurante”, remarcó el abogado. quien aclaró que ellos no estaban alcoholizados ni fueron violentos en ningún momento al tratar a “Junior”.