Los anuncios del ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, acerca de las fuertes inversiones que su cartera prometió realizar en varios puertos patagónicos no están pasando desapercibidas en el puerto marplatense.

Así como durante años se esperó que el anterior gobierno impulsara mejoras que nunca llegaron a ejecutarse, son muchos los que ahora aguardan que haya señales concretas sobre la realización de obras de infraestructura y mantenimiento.

En la estación marítima local abundan los proyectos relacionados con la construcción de muelles, la creación de nuevas vías de acceso, la mejora de los servicios internos, la ampliación y el mantenimiento del dragado y la recuperación de espacios ociosos.

En la mayoría de los casos, sólo resta el visto bueno de las autoridades y la asignación de presupuesto para que comiencen a ser ejecutados.

Por eso la recorrida que el Ministro viene realizando por distintas localidades del sur, dejando en cada una de ellas buenas noticias, llena de intriga a muchos que esperan saber cuándo le tocará el turno a Mar del Plata.

Entre las inquietudes más urgentes figura una vez más la necesidad de mejorar los canales de acceso ya que después del dragado realizado en 2014 otra vez están apareciendo señales de alarma.

“Yo diría que hoy volvemos a estar en emergencia. Es necesario repasar el dragado en la boca del puerto. Se acaba de hacer una batimetría y la situación es preocupante”, advirtió esta semana el presidente de la Terminal de Contenedores N° 2, Emilio Bustamante.

Según dijo, de los 11 metros de profundidad que tenía hace dos años, el canal principal tendría ahora con apenas 9, lo que podría poner en riesgo el ingreso de buques de gran porte.

Sumado a esto todavía está pendiente la realización de obras de dragado en el interior de la estación marítima, donde por la acumulación de sedimentos las operaciones se encuentran restringidas.

Las limitaciones se perciben tanto en sector de muelles como en el área en la cual funcionan los diques flotantes, lo que condiciona la actividad de la industria naval.

Otra vez buques hundidos

Entre las cuentas pendientes, desde hace varios años también figura la necesidad de remover al menos 25 embarcaciones inactivas, ubicadas dentro de un puerto en el que por falta de espacio, los buques permanecen amarrados uno junto al otro hasta en nueve andanas.

Entre 2005 y 2014 se había logrado extraer un total de 30 barcos que se encontraban abandonados.

Pero con el paso del tiempo decenas de unidades que se encontraban amarradas a los muelles cayeron en desuso, ocupando ahora lugares vitales para la operatoria portuaria.

Se estima que retirarlas requerirá de una importante inversión, la cual podría multiplicarse varias veces si el problema no se resuelve a tiempo.

En los últimos meses hubo 2 unidades en desuso que sufrieron hundimientos y se teme que otras 3 puedan correr pronto la misma suerte.

Es claro que los serios problemas operativos que existen dentro del puerto local impactan en los costos de las empresas y desalientan las posibilidades de generar nuevas inversiones privadas.

Por eso todavía hay quienes esperan que Dietrich incluya en su agenda de anuncios a la ciudad.

Por el momento el funcionario no ahorró buenas noticias en su paso por la Patagonia.

Semanas atrás dio a conocer que el gobierno Nacional invertirá 660 millones de pesos para ampliar y reparar los muelles Almirante Storni y Luis Piedra Buena de Puerto Madryn.

Otro de los anuncios tuvo que ver con terminación del puerto “Antonio Morán” de Comodoro Rivadavia que será remodelado tanto en la terminal de ultramar como en la parte pesquera.

Mientras tanto, quienes operan en el puerto local se consuelan con percibir que las nuevas autoridades del Consorcio –el cual todavía no está constituido- parecen exhibir un nuevo criterio al momento de tomar decisiones.

Días atrás el flamante presidente del organismo, Martín Merlini, dispuso que la Escollera Norte volviera a ser utilizada para la descarga de productos pesqueros, en este caso, de calamar.

El uso del área dedicada a la terminal de cruceros para fines operativos –que hasta hace algunos días era ocupado por la Dirección Municipal de Tránsito- es para algunos una muestra de que ante la escasez de espacio, existe interés en que muelle recupere su esencia como tal.