ESI: está garantizada en todos los niveles pero hay desconocimiento en las familias
“En el imaginario colectivo es: ‘le van a enseñar cómo cuidarse para no embarazarse’, pero es mucho más que eso: tiene que ver con aspectos biológicos, psicológicos, sociales, judiciales y pedagógicos; es muy amplia”, dijo Carina Conde, subsecretaria de Salud del Municipio.
La ESI está garantizada en la ciudad.
Por Luciana Mateo
Especialistas de General Pueyrredon coincidieron en asegurar que, si bien aún hay cierto desconocimiento por parte de la sociedad en general, en el Municipio está garantizada la Educación Sexual Integral (ESI) en todos los niveles escolares.
“Hay mucho desconocimiento sobre el tema”, dijo a LA CAPITAL María Marta Ulzurrún, coordinadora del área de Acompañamiento a las Trayectorias Educativas de General Pueyrredon, pero aclaró que, así y todo, “no encontramos barreras para su implementación entre docentes y familias”.
“Los padres enseguida entienden la necesidad de la ESI, e incluso se sienten acompañados porque es un tema para el que a veces no están preparados”, afirmó la funcionaria.
“En el imaginario colectivo la ESI es: ‘le van a enseñar cómo cuidarse para no embarazarse’”, manifestó por su parte Carina Conde, subsecretaria de Salud del Municipio, y se explayó: “la educación sexual no es solamente explicar cómo se utiliza un método anticonceptivo, es mucho más que eso: tiene que ver con aspectos biológicos, psicológicos, sociales, judiciales y pedagógicos; es muy amplia”.
“La ESI es la puerta de entrada de la salud a las aulas”, definió Conde y, al igual que Ulzurrún, sostuvo que su equipo no se ha topado con resistencias para la enseñanza de los contenidos.
“Incluso nos han convocado desde las escuelas, no sólo las municipales, sino también las provinciales, tanto de gestión pública como privada”, señaló la gineco-obstetra marplatense a este diario, y destacó que la ESI “tiene un efecto multiplicador porque los chicos van y cuentan en la casa a los padres”.
La Ley 26.150 sancionada por el Congreso de la Nación en octubre de 2006 establece que “todos los educandos tienen derecho a recibir educación sexual integral en los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada de las jurisdicciones nacional, provincial, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipal”.
La norma sostiene que se entiende como educación sexual integral a “la que articula aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos”.
La ESI ayuda a prevenir embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual y vínculos no saludables entre personas.
Además es de suma importancia para promover los cuidados personales e interpersonales, detectar abusos sexuales y violencia de género e intrafamiliar, entre otras problemáticas.
Los contenidos son transversales –es decir que atraviesan todas las áreas curriculares de la enseñanza- e incluyen perspectiva de género.
En la provincia de Buenos Aires, la ESI se encuentra garantizada también por la Ley 14.744, aprobada por la Legislatura en 2015.
“Visión adultocéntrica”
Andrea Rivas, presidenta de la Asociación Familias Diversas de Argentina (AFDA), indicó que “la educación sexual integral es un derecho humano en sí mismo que nos asegura que podamos acceder a otros derechos humanos en igualdad”.
“Es indispensable tener ESI para poder acceder a la salud, a la información, al cuidado del propio cuerpo; para que tengamos la posibilidad de tomar decisiones informadas y libres sobre nuestros derechos sexuales y reproductivos”, agregó ante la consulta de LA CAPITAL.
Para la titular de la ONG que promueve la igualdad real y las mismas oportunidades para todas las personas, “todavía resta que se implemente de una manera uniforme y más institucionalizada, ya que no se aplica de igual manera en todas las provincias del país”.
“Tampoco abundan las capacitaciones oficiales en contenidos como ‘grooming’, acoso escolar, abusos sexuales, relaciones no saludables”, refirió Rivas como otra de las faltas, e insistió en que “todavía se tiene la visión adultocéntrica, donde se dejan de lado los derechos de participar y hablar que tienen les niñes”.
En este marco, contó que “nosotres como asociación hicimos una investigación en 2019 sobre personas LGTBQIA+ con hijos, hijas o hijes y les preguntamos cuál era su experiencia en el sistema educativo argentino”.
“En el caso de las personas adultas, el 86% respondió que no había representaciones de la diversidad familiar en las instalaciones de las escuelas; el 14% pudo ver representaciones sólo en algunos lugares de la institución y el 79% no recibió ninguna información sobre los protocolos de actuación ante una situación de acoso escolar o discriminación”, explicó la abogada.
“Pero lo más importante es lo que dijeron les niñes –acotó-: planteaban que había que hablar más de la diversidad sexual y de los vínculos, no sólo de cómo cuidarse durante las relaciones sexuales”.
Capacitación
Finalmente, las profesionales remarcaron que es fundamental que quienes están al frente del aula cuenten con las herramientas necesarias para brindar los contenidos curriculares, pero también para saber cómo actuar y a quién recurrir ante una eventualidad.
“Al comenzar la gestión a fines de 2019 nos encontramos con la necesidad urgente de capacitar a los docentes”, contó en este sentido María Marta Ulzurrún, ya que –añadió- “vimos que las escuelas tenían sus proyectos ESI pero que cada una los aplicaba desde donde podía, con distintos paradigmas; estaba todo muy desordenado”.
“En 2020 nos agarró la pandemia y no pudimos arrancar inmediatamente, pero en junio se hicieron los concursos para designar a las capacitadoras y ganaron tres proyectos, uno para cada nivel, que se llevaron adelante con equipos de especialistas en ESI”, continuó la coordinadora de la Secretaría que conduce Sebastián Puglisi.
La capacitación fue abierta a todos los docentes –incluyendo a los provinciales y privados- y no sólo para los de instituciones municipales.
Según relató Ulzurrún, “hubo una recepción increíble, de hecho tuvimos que cortar al segundo o tercer día con la difusión de la inscripción porque teníamos más de 300 docentes interesados”.
Seis de cada diez jóvenes conoce
pero no aprendió en la escuela
En junio pasado se presentó el Informe “Hacia una Educación Sexual Integral, efectiva y no adultocéntrica. Voces, perspectivas y recomendaciones de adolescentes y jóvenes de Argentina”, elaborado en el marco del proyecto #EsConESI de FUSA AC e Impacto Digital.
Frente a la pregunta sobre si recibieron Educación Sexual Integral en su escuela, cerca del 60% de los adolescentes y jóvenes bonaerenses encuestados respondió que sí, pero de manera parcial; un 12,5% dijo sí, y de manera integral, y un 23,3% que directamente no recibió.
Un 63,4% de los y las bonaerenses aseguró que si bien tiene conocimientos sobre ESI, no los aprendió en la escuela; un 10,7% consideró tener muchos conocimientos sobre ESI, en tanto que un 23,9% dijo saber sólo algunos conocimientos.
Finalmente, un 1,8% aseguró no saber qué es la ESI ni qué contenidos aborda.