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Escuelas de gastronomía atraviesan una situación crítica y piden reabrir

Elevaron protocolos pero no obtuvieron respuestas. Destacan que sus cocinas y espacios son más amplios que las de muchos restaurantes que se encuentran abiertos. Afirman que "se pierde calidad educativa" con las clases virtuales. La mitad de los alumnos se dio de baja.

La Ciudad 25 de agosto de 2020

Las escuelas de gastronomía de Mar del Plata atraviesan un escenario tan complejo como paradójico. Mientras que los restaurantes y cafés fueron autorizados para volver al trabajo, los institutos que forman a los mejores profesionales del rubro no pudieron aun retomar sus actividades presenciales, afirman que pierden calidad educativa con las clases virtuales y advierten atravesar una situación económica “crítica”, al borde del cierre definitivo en algunos casos.

Estudiantes próximos a recibirse de las principales escuelas no pisaron la cocina ni accedieron a prácticas en todo el año. La pandemia tuvo un fuerte impacto en el sector, donde pese a haber aplicado descuentos en las cuotas mensuales, la matrícula cayó un 40 por ciento en algunas instituciones; decenas de alumnos abandonaron las carreras e incluso rescindieron contratos de alquiler, ya que muchos se instalan en la ciudad para formarse en el mundo de la gastronomía.

La calidad de las principales escuelas de gastronomía en la ciudad es superlativa. La formación catapulta cada año a decenas de jóvenes profesionales a insertarse en el mercado laboral local, nacional e internacional.

Pese a que restaurantes y cafés volvieron al trabajo, los institutos de formación están encuadrados en la actividad educativa, que se mantiene suspendida -al menos en forma presencial- en el marco del aislamiento social, preventivo y obligatorio.

Al respecto, desde la Escuela Superior de Gastronomía, entidad con 40 años de trayectoria en la ciudad que actualmente funciona en Gascón entre Güemes y Olavarría, manifestaron fuerte preocupación por la “crítica situación” por la que atraviesan e insisten en poder reabrir cuanto antes, de la mano de la aprobación del protocolo que elevaron hace más de dos meses.

Cocina 08

“Vivimos en una ciudad donde la gastronomía juega un rol fundamental, pero mientras hay restaurantes y cafés abiertos, nosotros no podemos volver a trabajar, y con las clases virtuales se pierde demasiada calidad educativa”, indicó a LA CAPITAL Federico Muro, docente de la Tecnicatura Superior en Servicio Gastronómico.

La escuela atraviesa por una situación similar a la de las otros dos principales establecimientos de formación en gastronomía de la ciudad, el instituto L’Ecole y la escuela de UTHGRA.

Hace más de dos meses el sector elevó al Municipio un protocolo para retomar sus actividades. El mismo incluye detalladamente cada uno de los cuidados sanitarios que pueden implementarse para disminuir al máximo el riesgo de contagio.

“El protocolo está más apto para que abra la escuela que un bar o un restaurante. Tenemos tres cocinas muy grandes, se garantiza el distanciamiento, los cursos quedarían separados por día, la entrada para proveedores es otra, tenemos vestuarios en planta alta y planta baja y está todo dado para volver, pero no obtuvimos respuesta”, analizó Muro.

EscuelaG 02

El Coordinador Gastronómico de la ESG señaló que el protocolo apunta a poder volver a brindar en forma presencial solo las materias prácticas, mientras que la teoría se mantendría a través de clases virtuales.

“Nos mantuvimos con la virtualidad, pero no es lo mismo, hay cosas que no se pueden replicar. En mi caso soy docente de Arte y Química Culinaria, enseño técnicas avanzadas con materias primas muy caras que siempre proporcionamos nosotros, pero ahora no podemos obligar a que los alumnos compren para hacer en sus casas por ejemplo un cordero entero, que cuesta unos $4000 o un salmón rosado que ronda los $5000“, analizó.

La institución tiene capacidad para unos 160 alumnos. El año arrancó con el cupo prácticamente lleno. Sin embargo, con el correr de los meses casi un 40% de los estudiantes se dio de baja y buena parte de los que continúan no cumplen con el pago de las cuotas mensuales, porque la escuela, donde trabajan entre 20 y 25 personas entre docentes y personal administrativo, atraviesa una compleja situación económica.

“Hemos hablado con docentes y autoridades de otras escuelas y están todos en la misma situación crítica. Lo que pedimos es que nos permitan volver a trabajar de la mano de un protocolo más que apto para hacerlo”, agregó.

Por último, el profesional destacó: “Nuestras cocinas son mucho más amplias que las de varios restaurantes que hoy están abiertos; solo pedimos trabajar para evitar el cierre de las escuelas frente al mal momento por el que atraviesan”, completó el profesor.