Esclarecen robo que se planeó desde la cárcel con complicidad de una empleada doméstica
El asalto ocurrió el verano pasado en Miramar, donde un convicto alojado en el penal de Batán daba indicaciones a su pareja que trabajaba en la casa de un matrimonio de ancianos, que luego fueron asaltados por dos delincuentes. Tres personas fueron puestas a disposición de la Justicia durante las últimas horas.
MIRAMAR (Corresponsal). – Desde la cárcel de Batán, un convicto actuaba como si estar entre rejas no significara nada y era el cabecilla de una organización delictiva que fue descubriéndose tras la denuncia de un violento robo ocurrido en Miramar durante el verano pasado.
Todo inició a mediados del mes de febrero, cuando un matrimonio de ancianos, oriundos la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se encontraba vacacionando en Miramar, más precisamente en un domicilio calle Santa Ana al 1100 del barrio Parquemar. Allí fueron sorprendidos por dos delincuentes armados de 27 y 30 años, quienes accedieron al domicilio, aprovechando el ingreso de la empleada doméstica de 36 años. Mediante amenazas y el uso de la fuerza física, redujeron a los moradores de 83 y 85 años y también a la trabajadora para luego sin nada que los detuviera hacerse de un importante botín, con dinero en efectivo y distintos elementos de valor.
En aquel momento la EPC de Miramar labró las primeras actuaciones caratuladas como “robo a gravado por el uso de arma de fuego”, por ese entonces con intervención fiscalía de Miramar quien ordenó tareas investigativas a la SubDDI local.
Si bien en principio, el panorama era desalentador ya que los delincuentes parecían no haber dejado cabos sueltos, y la idea de lograr un pronto esclarecimiento parecía esfumarse, los investigadores fueron pacientes pero constantes en su accionar, realizando tareas de inteligencia, explotando el uso de la tecnología y así encontrando relaciones entre quienes aparecían como posibles sospechosos.
El hecho sorprendió cuando comenzó a cobrar relevancia la complicidad y participación en el asalto de la propia empleada doméstica, quien habría actuado como entregadora por orden de su pareja, en aquel entonces detenido en la unidad penal de Batán. Según datos aportados por la policía a LA CAPITAL, “este sujeto era quien orquestaba y organizaba la preparación del golpe, haciendo de mediador entre los autores materiales del asalto y quien tenía la información y acceso a la casa de las víctimas”.
De esta forma, se fue individualizando a parte de esta pequeña banda y con las pruebas recolectadas, bajo intervención de la fiscal Ana María Caro, se solicitaron ante el Juzgado de Garantías 4 a cargo de Juan Francisco Tapia, cinco órdenes de allanamiento, y una requisa vehicular, las cuales fueron otorgadas y efectivizadas por la SubDDI local, con colaboración de la EPC y CP Miramar.
Fuentes oficiales confirmaron que cuatro de las requisas correspondían a domicilios de Miramar, y la restante a un pabellón de la cárcel de Batán, donde se encontraba detenido uno de los sospechosos.
Como resultado se incautó un arma de fuego, dinero en efectivo, varios teléfonos celulares, relojes, alhajas varias, y otros elementos de valioso interés investigativo.
Consecuentemente, Caro dispuso la aprehensión de dos hombres y la mujer, quienes quedaron imputados por el delito de “robo doblemente agravado por el uso de arma de fuego, en poblado y en banda”, por lo cual deberán prestar declaración durante estas horas.