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Deportes 1 de diciembre de 2018

“Es bueno que ex jugadores se vuelquen a la dirigencia”

Martín Jaite, ex tenista y director del Argentina Open, dialogó mano a mano con LA CAPITAL en Mar del Plata.

Martín Jaite, en el centro, junto a sus anfitriones en el Náutico: Marcelo Ghys, Daniel Larreina, Antonio Garoni y Eduardo Ramírez Lijo.

Por Marcelo Solari

Como jugador fue un referente del tenis argentino en la segunda mitad de los años ’80 y principios de los ’90. Llegó a ser top-ten, fue baluarte en el equipo de Copa Davis y, tras su retiro, también capitán del equipo “albiceleste”. Hace 19 años que es el director del ATP 250 de Buenos Aires (Argentina Open) y ahora impulsa una serie de torneos amateurs para permitir que sus ganadores se sientan profesionales por unas horas. Tiene muchos conocimientos para ofrecerle al tenis, y también para compartir con los lectores de LA CAPITAL:

-¿Cómo surgió la idea de este Argentina Open Amateur?
-Es algo que veníamos pensando hace mucho. Nuestro público que va al torneo es fanático del tenis. Y mucha gente nos preguntaba cuándo y cómo podían llegar a jugar en la cancha central del Buenos Aires Lawn Tenis Club. Entonces le fuimos buscando la vuelta para enganchar lo que la gente quería junto con algo que fuera divertido. Nosotros ya teníamos experiencia de varios torneos para aficionados y me pareció que también era algo importante para el torneo de ATP que los aficionados también pudieran participar. De hecho, también lanzamos el Argentina Open Prequaly. Cualquier jugador aficionado, entre el 17 y el 22 de diciembre, si gana el derecho, puede entrar a la qualy con los profesionales. Este año fueron cuatro sedes y el año pasado ya confirmamos que serán ocho.

-¿Por qué se eligió Mar del Plata?
-Mar del Plata es una plaza importante para el tenis argentino. Y el Náutico es un club muy tradicional y me resulta muy familiar, siempre soy muy bien recibido. Además, con Daniel Larreina (presidente de la FAT) nos ponemos de acuerdo enseguida, porque él es un hombre de tenis. Es fácil poder organizar.

-¿Hay tres categorías?
-Sí. Single caballeros (+25 años) y doble caballeros y doble damas (ambas +30 años). El doble femenino lo incluimos porque, si bien el Argentina Open es un torneo de la ATP, masculino, tenemos entre un 35% y un 40% de público que son mujeres. Está todo bien con la inclusión y la igualdad, me parece perfecto, pero sobre todo lo hacemos porque hay muchas chicas y mujeres que juegan al tenis a nivel social. Y son muy entusiastas, lo que les otorga un plus.

-¿Por qué hay tantas mujeres que juegan socialmente y no tantas que lo hacen profesionalmente?
-La verdad es que no lo sé. Quizás la gran mayoría de mujeres que juegan socialmente ya son un poco más grandes, algunas han sido madres y lo toman como algo recreativo. Y es difícil lesionarse porque no hay contacto. Pero cuando lo arrancás de chica, hoy, el handball, el hockey o el vóley, todos deportes colectivos, pueden llegar a ser más tentadores que el tenis para una chica.

-¿Quiénes clasifican para jugar como preliminar en el Argentina Open?
-Los campeones de cada una de las tres categorías. Y forman un equipo que representará a la FAT, frente a los campeones de GEBA, Hacoaj y Gimnasia y Esgrima de Rosario. Con formato de semifinales y final, se enfrentarán en la jornada del sábado de semifinales del Argentina Open, desde las 8.30. Cada llave será a tres puntos (single caballeros, doble damas y doble caballeros), al mejor de tres tie-breakes (los dos primeros, a 10 puntos, y el tercero, a 7, con punto de oro), en la cancha central y con público. Los tenistas van a ser tratados como los profesionales. Se les otorgarán las credenciales, se cambiarán en el vestuario con los profesionales, dormirán en el Sheraton, que es el hotel oficial, y tendrán a disposición la transportación oficial de Peugeot.

-Se te nota muy cómodo en todas tus ocupaciones actuales. Pero jugaste 10 años como profesional, llegaste a ser Top-10 y lideraste el equipo argentino de Copa Davis. ¿Te costó mucho tomar la decisión de dejar de ser tenista?
-Fue hace mucho tiempo. Me retiré en 1993 y ahora es como que forma parte de otra vida. Sí me costó tomar la decisión. Me acuerdo de que estuve como un año madurando y digiriendo que me iba a retirar. Generalmente, el tenista no tomar la decisión de retirarte, sino que te retira el tenis, los resultados. El tenis te va dejando porque empezás a perder, a retroceder en el ranking. Y a veces tenés la fuerza para intentar regresar, y a veces no. En realidad, no extraño la vida de tenista. Y por otro lado, estoy absolutamente involucrado con el tenis porque todo lo que hago tiene que ver con eso. Lo único que no tiene que ver con el tenis es que dirijo hace tres años una carrera universitaria, la Licenciatura en Gestión Deportiva (cuatro años, en la UADE), responsabilidad a la que llegué por haber sido tenista.

-Por lo que decías de la fuerza para intentar o no volver. ¿Eso le da más valor a lo que hace Juan Martín Del Potro?
-Es increíble. Ahora afronta un volver a empezar desde otro lado. Porque en su regreso anterior estaba muy atrás en el ranking y ahora está dentro de los mejores del mundo. Es un ejemplo de lucha y tenacidad.

-¿Cómo analizás el cambio de timón en la conducción de la Asociación Argentina de Tenis?
-Al estar involucrado me resulta difícil ser objetivo. Es un cambio que se está dando en el deporte argentino en general. Es bueno que ex jugadores se vuelquen a la dirigencia. En el polo, en el rugby, en el básquetbol ha pasado. Desde hace mucho tiempo los tenistas nos hemos quejado de los dirigentes y lo mal que estaba la Asociación, y lo que se podría hacer. En un momento, en una cena en la que estábamos varios de nosotros, nos dijimos ‘¿por qué en vez de quejarnos no trabajamos para tratar de devolverle algo al tenis?’. Y eso pasó. Nos presentamos y ganamos la elección. Ahora hay que gestionar. No es fácil, nos encontramos con muchos problemas económicos. Lo importante es que la gran mayoría de los tenistas está unida tras un mismo objetivo. Y eso es bueno para el deporte.

-Y ahora también se involucró Gabriela Sabatini…
-Sí, Gaby se sumó hace un mes. Es muy importante que en un deporte tan individualista, la Legión se muestra unida tratando de sacar adelante cuestiones dirigenciales, aunque para los integrantes de la Legión yo soy el tío, porque soy más grande que ellos (risas). Pero la realidad es que todos somos jóvenes como dirigentes y también es un aprendizaje. Yo le veo mucho futuro.

-¿De tus 12 títulos en singles tenés alguno preferido o favorito?
-El de Barcelona (en 1987, le ganó la final al sueco Mats Wilander, en ese momento, número uno del mundo). Porque yo viví mucho tiempo ahí, siete años. En 1983 me volví a Buenos Aires, pero mi papá se quedó viviendo hasta hace un año medio. Tengo muchos amigos. Es el título que más he disfrutado.

-¿Y si te dan a elegir un partido? ¿El que le ganaste a Michael Sitch en 1990 por la Copa Davis?
-Sí, sin dudas. Lo elijo no porque haya sido mi mejor partido, sino por la forma en que se dio y por todo lo que significó. Tengo varios recuerdos muy fuertes de mi carrera. Uno es el partido contra Stich. Otro aquella final contra Wilander, en Barcelona. Otro, en los Juegos Olímpicos de Seúl, en 1988. Perdí contra Brad Gilbert en cuartos de final, pero el recuerdo de los Juegos es incomparable. Y después pude participar, no como tenista, sino desde otro lado en los Juegos Olímpicos: como capitán del equipo en Londres 2012 y como comentarista para TyC Sports en Río de Janeiro 2016. Todo el tema olímpico me gusta mucho.

-¿Cómo te llevás con tu función periodística?
-No es una función periodística, sino más bien comentando. Trabajo con Gonzalo Bonadeo y su equipo. A él le tengo un gran respeto y cariño, soy amigo. Me apasiona el mundo olímpico y para mí es un honor poder trabajar al lado de él.

-Más allá de tus conocimientos de tenis, también te están dando mayor participación integral…
-Sí, ya me había pasado en Río 2016. Me inicié deportivamente en Ciudad de Buenos Aires. “Muni” es un club polideportivo y a mí me gustaba casi todo. Cuando comento u opino de un deporte, es porque lo conozco. Al margen de que aprendí mucho con Gonzalo, y si bien él es la cabeza, tiene un equipo de colaboradores muy bueno. Se hace todo con mucha pasión. Es un lujo para mí poder ser parte.