Por Marcelo Solari

Estuvo muy cerca de dar un golpe mayúsculo. De esos que se recuerdan y causan impacto. Le faltó muy poquito para coronar su gran torneo con algo tan impactante como un título junior de Grand Slam. Sin embargo, la marplatense Solana Sierra se convirtió en la mejor noticia para el tenis argentino en la reciente edición del US Open.
Llegó hasta las semifinales de individuales femenino (perdió ante quien luego sería campeona), y aún disfruta íntimamente de todo lo mucho y bueno que hizo en el certamen neoyorquino.

Todavía cumpliendo los cuatro días de aislamiento obligatorios en la localidad bonaerense de Canning, el lugar que eligió para afincarse y entrenar desde hace un año, de la mano de la agencia Tennium, y antes de viajar para descansar en Mar del Plata, la tenista revivió su inolvidable torneo con LA CAPITAL:

-Jugaste un torneo casi perfecto en Nueva York. ¿Lo esperabas o de alguna manera te sorprendiste?
-Sinceramente, no esperaba llegar tan lejos, pero antes del torneo ya estaba con muchas ganas de jugarlo. Era el torneo que más había soñado con poder jugar. Los partidos los preparé bien, jugué muy bien y se fueron dando los resultados que me permitieron avanzar hasta las semifinales.

-Te topaste con una jugadora de tu misma edad (17 años) pero con experiencia suficiente en la WTA y que además después ganó el torneo…
-La verdad es que Robin Montgomery juega muy bien. Ya está insertada en el circuito de la WTA y está entre las mejores juniors del mundo.

-De todas maneras, la exigiste a fondo y llegaron al tercer set…
-Sí, le gané el primer set y creo que allí jugué mi mejor tenis. Muy bien tácticamente, además. En el segundo comencé a dudar. A pensar mucho, a irme un poco de la cabeza. Traté de volver, creo que en parte lo conseguí y traté de hacer todo lo posible pero al final ella me superó (N. del R.: fue 2-6, 6-3 y 6-4 para la estadounidense).

-Más allá de la derrota y de que superaste a rivales durísimas, ¿ese fue el partido más difícil?
-Todos los partidos fueron muy difíciles. Desde la primera ronda. Enfrenté a jugadoras muy buenas, gané dos partidos 7-6 en el tercer set (ante la británica Matilda Mutavdzic, en octavos, y ante la estadounidense Elvina Kalieva, en cuartos). Fue complicado poder avanzar y de alguna manera eso indica que hice las cosas bastante bien.

-¿Considerás que fue tu mejor torneo?
-Sin dudas, sí. Por todo lo que significa llegar a semifinales en un Grand Slam y porque jugué muy buenos partidos.

-Habías estado en Roland Garros y Wimbledon. ¿Nueva York fue especial?
-Sí, sobre todo porque en los otros dos torneos, no había público. Acá sí, una locura. Tanta gente dando vueltas y en las tribunas. Hasta los partidos de juniors estaban llenos. Estuvo buenísimo.

-¿Jugar ante tanta gente también era una prueba para vos?
-Puede ser. Pero a mí me gusta bastante. Se podría decir que eso también me ayudó.

-¿Tenían contacto con las estrellas profesionales?
-Sí, sí, los veíamos todo el tiempo, increíble. También pudimos ver varios partidos.

-¿Cómo definís lo que hicieron Emma Raducanu y Leylah Fernandez, las finalistas que apenas son más grandes que vos?
-Fue impresionante lo que lograron. Jugaron en un nivel altísimo, con una mentalidad gigante y se convirtieron en referentes ineludibles para muchas tenistas jóvenes.

-¿Qué dice tu entrenadora de tanto tiempo, Bettina Fulco, de todo esto?
-Me mandaba mensajes y me felicitaba durante todo el torneo. Estaba muy contenta. Me desea siempre lo mejor y yo también lo mejor para ella. Nos queremos mucho. Pero instalarme cerca de Buenos Aires era la mejor para mi carrera.

-¿Se te acercó algún sponsor con esta gran actuación tuya en Flushing Meadows?
-Todavía no. Eso nos está faltando. Lo bueno es que me ratificaron el wild-card (invitación) para el torneo WTA de Argentina, en noviembre.

-¿Cómo sigue tu agenda ahora?
-Voy a descansar una semana y después voy a tener dos semanas se entrenamiento antes de jugar torneos de W25 en Perú y Brasil, antes del WTA.