I.

rastros de mí

quiero escribir un poema
y solo tengo una manzana

a veces tengo miedo
de no volver a escribir más un poema
y ya no recordar cuál fue el último que escribí
o el último que sentí venir
aproximarse con señales en cualquier esquina
en cualquier respuesta de alguien
o cartel de calle
algo que lo vaya construyendo/que me vaya construyendo
hilando
juntando letra a letra
palabra a palabra
olvidar cuál fue el último poema que pudo decirme sobre el tiempo y sus formas
como olvidar cuál fue el último juego de mi infancia
cuándo decidí que ese juego ya no lo quería
o si fue que no lo decidí
y ya no hay vuelta atrás

Si a una inteligencia artificial le digo:
manzana poema juego olvido
seguramente podrá hacer más de un poema
seguramente podrá juntar cada letra cada palabra

¿sabrá algo de las señales
con que vienen los poemas?

¿sabrá que me preguntaste
“y con qué espejo vas a mirarte”
y yo estoy desde entonces
intentando responderte con un poema
para no perder la costumbre
de que hable un poema por mí?

II.

sobre encontrar negativos
tirados y necesitar una historia:

alguna que pueda decirme
o callar
solo mirar

estaban en la vereda
de una casa
los agarré
con cuidado a que nadie vea ni quiera

miré a tras luz
dónde estarán los niños de la foto?
los ya adultos se lo preguntarán también?

los ví bailando
aún sin máquina para revelar

el sol a veces es
lo único que necesitamos para revelar
una luz atraviesa contorneando imágenes cuerpos

creo escuchar las risas
la habitación es grande
y ellos bailan

yo también hubiese fotografiado ese momento

III.

para dibujar un rostro

empezar por el contorno
luces detrás
que haya un fondo
es necesario para sostener las cosas
un tope
una línea
un respiro

dibujar la base del rostro
dibujar las partes de la cara
comenzar a hacer los detalles de la cara
dibujar un círculo con una cruz
ubicar el mentón
dar forma a la mandíbula
ubicar ojos y demás elementos

¿hay una sombra sin luz?
hoy junté palabras
para volver a dibujar mi rostro

IV.

fenjui

cambié los muebles de lugar
ahora tengo nuevos rincones
y el gato otras alturas para subir
en cada movimiento se sorprendía

tengo otros ángulos
para ver cómo entra la luz
en otras direcciones
en otros objetos

cambié los muebles de lugar
qué bueno el fenjui me dijeron
que prenda un sahumo un hornito
un sahumerio un algo
que limpie las energías
no tengo nada de eso
sería lindo un aroma que no se parezca al frío

hice un budín
de chocolate y nuez
sí elijo ese perfume

escucho a Charly García
mientras cebo un mate
a veces creo
que solo así se hacen los domingos

V.

conjuros

San Roque San Roque
que este perro no me mire
ni me toque

mi abuela me enseñó el conjuro para detenerlos

San Blas San Blas
el brazo levantado
San Blas
si tosía
otro conjuro para salvarme de la muerte

Mi abuela
guardaba conjuros
y nos regalaba
como quien ofrece agua bendita
sin decir es agua de la lluvia

¿por qué no habría
de detener la muerte
la misma agua
que hace crecer las plantas?

Josefina Fischer nació un diciembre de 1994 en Olavarría y en 2013 se mudó a Mar del Plata. Asistió a talleres del grupo “delapalabra” coordinado por Marcela Predieri entre 2015 y 2017 y, después, a talleres de poesía con Gabby De Cicco. Participó en la antología del grupo delapalabra titulada “Hologramas” (2015). Otros poemas fueron publicados por Gustavo Tisocco en el blog mispoetascontemporaneos2. Su primer poemario “Retazos de los días” fue publicado en 2019 por la editorial M.B. Pronto saldrán a la luz dos poemarios: “Silencios” y “Herencia”. Desde marzo de 2022, coordina el ciclo de lectura poética “Tarde con poetas”, que en 2015 puso en marcha el poeta Carlos Morteo.