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Cultura 4 de septiembre de 2023

Entretextos: poemas de Catalina Méndez

Catalina Méndez (Mar del Plata, 1998) es licenciada en Artes de la Escritura por la Universidad Nacional de las Artes, investigadora, correctora y editora. Escribe tanto narrativa como poesía.

Sal
De Sudestada (inédito, 2020)

Ya no queda nada dulce: es todo sal
y ya sabemos que la sal oxida
fagocita carcome reseca cicatriza
sana purifica absorbe al final cura
meterse al mar con las rodillas heridas de tanta arena
salir del mar con las manos llenas de caracoles
respirar salitre espuma el cielo arriba allá
ver al heladero pasar justo por delante de la sombrilla
y llamar: má mirá ¡mirá!
y que no te escuche porque estás lejos
así que la oportunidad se aleja y vos corrés
porque está la posibilidad de que te escuchen
má el heladero el bañero alguien alguien
y termines la tarde con el gusto dulce de los témpanos
entre los dientes.

Renacer

A veces creo que la única solución
(realmente la única en todo el Universo)
sería sacarme la piel a tirones
empezar por la espalda en la parte más gruesa
como se sacan las remeras los varones
jalar hacia arriba y hacia adelante
arrancarme entera la piel del pecho
toda de un tirón hasta las piernas
y en un movimiento quedar limpia limpia cubierta de sangre
dejar que de a poco me crezca una piel nueva
¿por qué no? una cara nueva también
renacer pero seguir siendo pero renacer
dejar atrás las cicatrices engañarnos
hacer de cuenta que el pasado no me persigue
por los siglos de los siglos amén.

Septiembre

Hoy salieron al sol los bichos bolita
más tarde salimos nosotros a secarnos el deshielo
en el jardín hay jazmines y en el cielo gorriones
entre los dedos de mis pies el pasto
y en mis manos las perlas las semillas otros mundos
confieso:
a esta altura del año es como si naciera de nuevo
septiembre es una caricia un recuerdo nítido
en septiembre nazco y en febrero muero
de marzo a agosto no existe nada no hay recuerdo
la vida la arena y el tiempo se me escurren pero
en las manos siempre me queda septiembre.
Hace mucho que lo sé: la vida es sólo en primavera.

Un pozo en la tierra

Siempre tengo un resto de ganas
de hacer un pozo en la tierra
como hacen los animales las madrigueras
cubrirme con hojas pasto lombrices
dormir hasta que no queden más días hasta que
las sombras largas crezcan y me tomen
de las manos las raíces la lluvia
me despierten del otro lado
cuando haya paz y salga el sol y sea todo
verdeazul y un salpicón de aves allá
y un montón de lombrices acá
me imagino que del otro lado debe haber
casas de barro y fuegos en los que reunirnos
montoncitos de tierra diseminados por los continentes
donde echarnos a dormir cuando el dolor vuelva.

Acá no pasó nada

El carpero retuerce y escarba en la arena
como si quisiera llegar al otro lado usa
uno de los sacacorchos que los gigantes
usaban para descorchar en las fiestas
nosotros los aprovechamos para hacer túneles
retorcer y escarbar en la arena
hasta llegar al otro lado y encontrar
un géiser de agua salada
el carpero extrae el sacacorchos de un tirón
emergen tirabuzones de caracoles
mete la sombrilla en el agujero vuelve a taparlo y acá
no pasó nada
no hay sacacorchos ni gigantes ni géiseres
sólo arena húmeda y los talones que la aplastan
hasta que acá no pasó nada.

Sueño con un árbol

Sueño con un árbol que trepa
desde las entrañas de la Tierra hasta mi ventana
tiñe la mañana de colores y la tarde
es una sombra a su sombra
las torcazas lo anidan y los gorriones pueblan
el césped en el que caen sus semillas
y crecen margaritas como nieve en primavera
creo que es un ciprés un álamo
incluso un jacarandá
en los últimos meses empecé a confundirme
el color del cielo y el color de las hojas
a veces todo es verde
a veces todo es azul
y cada vez con más frecuencia
todo es.

 

Catalina Méndez 01

 

Anémona
De El jazmín (inédito, 2022)

Es el día después de Navidad y hay
una calma ansiosa en el aire
el olor del puerto aliviana los jazmines y
la bruma se desenreda como tentáculos de anémona
desde la costa hasta la puerta de casa
se filtra por las grietas que le fuimos haciendo
al hormigón a las paredes a la piel
y poco a poco sin que nadie se de cuenta
sin que nadie pueda o quiera o llegue a evitarlo
ya no hay aire es todo bruma espesa el olor
de la sal sobre las sábanas y el frío
el frío y el silencio que anteceden a la tormenta
como si dar aviso pudiera evitarla.

Echarse al sol

Agarro sal a puñados y me la paso
por la piel de las manos los codos las rodillas
la cara de arriba abajo en la boca
las partes del cuerpo que casi no
que apenas sobrevivieron al invierno
en mi familia dicen que en verano hay
que llenarse de sal y echarse al sol
como si en esta esquina del mundo nada
doliera lo suficiente todo
todo siempre en el límite de lo tolerable
como si el Sol todo lo pudiera
y nosotros
y nosotros.

Para lo mucho que hablo y escribo

Para lo mucho que hablo y escribo
sobre los jazmines debo admitir
que todos los años olvido su olor
el recuerdo es una cosa difusa y escurridiza
como el dolor cuando se va: una olvida
lo que es sentirse bien hasta que algo duele
y cuando regresa el bienestar una olvida
lo que es mal y lo que es el bien
así pasa con el olor de los jazmines: es
el recuerdo de un recuerdo en realidad
una promesa de bienestar: cuando hayan pasado
el invierno y la primavera
ahí
ahí estará el consuelo.

25 de febrero

Ahora sí: floreció
el último jazmín de la temporada
en el punto más alto de la planta
tan alto que casi está
en la casa de los vecinos se inclina
hacia adelante no obstante: hacia nosotros
de este lado está la casa
allá la casa de verano la casa vacía
y allá arriba alto
alto alto el último de la temporada
el jazmín que nadie va a cortar
ni poner en un florero chiquito
ni traer a casa.

27 de septiembre
De Mandarina (inédito, 2022)

Mientras como una mandarina me pregunto
si acaso será esta la última mandarina
que coma en mi vida. Podría ser
tan sencillo como no volver a hacerlo
no sentarme en la ventanilla en un avión
cruzar en diagonal Avenida Corrientes
pagar con cambio justo en la verdulería podría ser
tan sencillo como nunca más encontrarme
con una mandarina en el cajón de la heladera
y comerla de pie en la cocina.

Punta de flecha

Me preguntás qué
es eso que guardo entre las costillas
lo tocás con una mano que ha estado
por todo el mundo excepto acá
acá nada nunca eso
eso es lo que te contesto cuando tu mano
toca indaga en
esto que guardo entre las costillas
te digo que es apenas
una muestra de lo que tengo adentro
una punta de flecha
el vacío.