Entretelones de una sesión histórica donde el Concejo cantó victoria
El detrás de escena del duro revés que recibió el intendente Arroyo por querer quitarle las bonificaciones a los docentes municipales.
Cuando se escriba la historia del sistema educativo municipal, un capítulo especial merecerá la jornada de este martes celebrada en el Concejo Deliberante, donde los representantes de marplatenses y batanenses defendieron con uñas y dientes ese modelo educativo, poniéndole freno a las ambiciones del Ejecutivo -comandando paradójicamente por un docente- para debilitarlo a través del recorte de las bonificaciones que perciben los docentes del sector. El muchas veces denostado Concejo Deliberante se plantó ante el Ejecutivo municipal tras haber interpelado a dos funcionarios -algo inédito en la democracia- y a 24 horas del veto del intendente Arroyo a la anterior ordenanza no sólo la ratificó -un hecho que no se esperaba y que dejó al desnudo la falta de previsión de los funcionarios del Ejecutivo- sino que de esa forma le cerró los caminos a futuras intentonas de vetos.
Un durísimo golpe para el Ejecutivo. En la previa, el polémico secretario de Hacienda, Hernán Mourelle, estaba convencido de que se haría un picnic ante “los 24” (como despectivamente llama a los ediles en determinadas reuniones) pero al sentarse en el Concejo tomó conciencia de que no tendría demasiado espacio para sus habituales enfrentamientos dialécticos. El presidente del Concejo Deliberante, Guillermo Sáenz Saralegui, a lo largo de las siete horas de la reunión intentó ser ecuánime a la hora de que se respeten a los oradores, e invitó a los funcionarios interpelados -al secretario de Educación Luis Distefano se lo notó visiblemente nervioso- a responder concretamente a los planteos de los concejales, sin dar lugar a “chicanas políticas” que poco tenían que ver con los temas a tratar. Si Distefano y Mourelle concurrieron al Concejo a defender la decisión adoptada por el Ejecutivo -eliminar las bonificaciones a los docentes municipales- el resultado para ellos terminó siendo catastrófico. A las 17, culminada la interpelación, antes de que llegaran a la planta baja del municipio ya tenían la respuesta mayoritaria del Concejo: ratificaban la ordenanza vetada por el intendente, para algarabía de la barra que siguió de cerca toda la sesión.
Los funcionarios interpelados tuvieron la compañía de sus colegas de gabinete durante casi seis horas. Sentados en el centro del recinto, hicieron acto de presencia en una señal de respaldo a las medidas adoptadas por el intendente. La desazón con que se retiraron evidenció claramente que algo salió mal. No sólo esperaban el lucimiento de Mourelle, lo cual quedó para otra oportunidad -en realidad le recordaron una y cada una de sus polémicas decisiones y las contramarchas que ha tenido que adoptar desde que llegó a Mar del Plata desde Lanús- sino que recibieron la audaz y sorpresiva respuesta de los concejales quienes culminaron la jornada ratificando la decisión que ya habían adoptado semanas atrás previo al veto que ahora no tendrá revancha. “Estoy orgulloso de lo que logramos hoy”, era la frase que se escuchaba entre los concejales -salvo los arroyistas, que digerían la durísima derrota- cuando se celebraba la medida aprobada.
Párrafo aparte para la transmisión vía Youtube de la caliente sesión. Miles de marplatenses pudieron seguir las alternativas del debate gracias a la medida dispuesta por el presidente del Concejo. La tecnología al servicio de la democracia. Otra forma de acercar a los representantes de la ciudadanía a la comunidad, gran parte de la cual escuchó este martes la posición de concejales y funcionarios locales sobre un tema tan especial como el de la educación.
Bailando al ritmo de los Rodríguez. Los concejales Mario Rodríguez (UCR), Daniel Rodríguez (Unidad Ciudadana) y Claudia Rodríguez (Acción Marplatense), fueron de los más vehementes a la hora de las exposiciones, y quienes más felicitaciones recibieron por parte de los docentes municipales presentes culminada la sesión. En ese marco, el periodista de LA CAPITAL presente en el recinto no dejó de sorprenderse ante una escena al menos inesperada. Susana Rivero, subsecretaria de Educación de la comuna y compañera del intendente Arroyo, culminada la sesión se acercó a saludar y felicitar a varios concejales radicales. Los comentarios formulados por la funcionaria sobre el secretario Mourelle eran dignos de un representante de la oposición.
La concejal de AM, Claudia Rodríguez, se llevó los aplausos de sus pares también. En una de sus intervenciones calificó a Mourelle como “el rey de la provocación”, y le recordó todos los “‘éxitos’, entre comillas, de su gestión, como la multa de 30 millones de pesos a la empresa de recolección de residuos que nunca cobró en un silencio oscuro. Ahí le comieron la lengua los ratones”, ironizó, y recordó que a partir de la denuncia por supuesto acoso sexual del funcionario contra una empleada su bancada había pedido el apartamiento temporario del titular de Hacienda. Luego enumeró las marchas y posteriores contramarchas adoptadas por Mourelle (tasas a profesionales, clubes, exportadores, espectáculos, reencasillamiento del personal del Concejo) para sentenciar que “no sabemos si viene a Mar del Plata como enviado o desterrado. Lo mejor que podría hacer es renunciar y volver a Lanús”, aseveró.
Daniel Rodríguez, concejal de Unidad Ciudadana, se esforzó por evidenciar que “acá no hay una discusión con funcionarios sino que el problema es la política de gestión de Arroyo. El intendente es responsable de esta situación. ¿Qué necesidad había de tocar a la educación municipal? ¿Por qué meter adentro las pelotas que se van afuera? se preguntó. Criticó con dureza la gestión del intendente y cuando finalizaba la sesión, al volver a hacer uso de la palabra, advirtió que “la culpa no es del chancho sino de quien le da de comer”.
Antes de la sesión existía entre los concejales cierto temor a que se “desmadrara” la sesión y se produjeran incidentes en la barra. Algunos ediles tenían información de la “invitación” a algunos barrabravas para concurrir al recinto. Por eso, la concejal Marina Santoro fue clara al advertir en una de sus intervenciones, que “se encuentran en la tribuna varios provocadores que encontré en el pasillo hablando con el nuevo director de Obras Sanitarias, Emiliano Giri. Si en esta reunión se producen disturbios incitados, responsabilizaremos directamente al intendente de lo que suceda”, avisó. Por suerte, nada anormal se registró
Lo que sorpresivamente sucedió finalizada la interpelación a Mourelle y Distefano cuando los concejales volvieron a aprobar la ordenanza que tanto conflicto ha generado, ya había sido de alguna forma anunciado en sus intervenciones tanto por el concejal Ariel Ciano (1País) y Mario Rodríguez (UCR Cambiemos). “Esta es la primera vez en la historia que se interpela a dos funcionarios. Esta es la primera vez que un intendente veta 18 ordenanzas. Pero le decimos al intendente que el veto es una decisión política que va a perder porque vamos a insistir hasta que no pueda vetar más”, aseveró Ciano, quien tras recordar que en el presupuesto municipal se contempla una partida de 50 millones de pesos para publicidad y sólo 10 para los polideportivos, pidió que Arroyo rectifique el rumbo. “Sino será él el próximo en tener que venir a este recinto a dar explicaciones”, se envalentonó.
“No se hagan ilusiones. El sistema educativo municipal comenzó hace 53 años. Este Concejo no va a permitir que sea esta gestión la que termine con él. Que lo entiendan bien; pagar salarios dignos no es dilapidar recursos”, señaló el radical Mario Rodríguez, uno de los más duros contra Mourelle. “No sabe absolutamente nada del sistema educativo municipal. Al menos Distefano es de Mar del Plata y tiene algún conocimiento”, chicaneó, para posteriormente, dirigiéndose a ambos, invitarlos a trabajar. “Gestionen, muchachos. No son delegados de la Provincia. Tienen que defender los intereses de General Pueyrredon”, reclamó. “Vuélvanse a la Provincia, muchachos”, les sugirió. Contundente, Rodríguez también le mandó un mensaje a otros funcionarios de su partido cuando dijo que “parece que el agravio y la confrontación se han ido contagiando, incluso en algunos hombres de mi propio partido. Acuérdense que diciembre de 2019 llega y tienen que volver al llano”, pontificó. Finalizada la sesión, Rodríguez mostraba su entusiasmo en sus redes sociales. “Hoy una vez más -escribió en Twitter el concejal de Cambiemos- volvimos a defender el sistema educativo municipal y la dignidad de los docentes, ante el atropello, el destrato y el agravio de aquellos que por desconocimiento o con malicia, intentan ponerla en riesgo. ¡Orgullo!”
Santiago Bonifatti (Sumar), también apuntó contra Mourelle, quien el miércoles deberá volver al Concejo pero para comenzar a explicar el proyecto de presupuesto. “Sólo personas ajenas a la ciudad pueden tener este grado de disvalor”, disparó y sobre el tema de las bonificaciones refirió que “este capricho ilegal del intendente Arroyo le va a costar millones de pesos en juicios a esta Municipalidad. Cuando estos docentes lleguen a la Justicia, cuando este señor (por Mourelle) vuelva a su ciudad sin hacerse cargo, aquí quedaremos los marplatenses”, apuntó.
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Caliente reunión. Mientras en el Concejo celebraban la mayoría de los ediles y los docentes municipales, en el despacho principal de la comuna se registraba una reunión de la mesa chica del intendente, donde hubo acusaciones cruzadas y mucha bronca. La peor parte se la llevó el presidente del bloque de concejales de Agrupación Atlántica, Guillermo Arroyo. “Te cagaron, al final te cagaron y volvieron a sacar la ordenanza”, le dijo el secretario de Hacienda a propósito de lo vivido horas antes. Mientras un abogado que no pertenece a la planta de funcionarios municipales evaluaba en voz alta los pasos a seguir -¿llevar a la Justicia la cuestión planteando un conflicto de poderes?- el secretario de Gobierno, Alejandro Vicente, quien no estuvo en el “decorado” de funcionarios durante la interpelación, perdía la paciencia y expresaba la necesidad de poner paños fríos. Especialmente, cuando alguien sugirió ir por funcionarios de segunda y tercera línea del radicalismo a modo de insólita represalia.
Lo más llamativo del cónclave -el intendente se mantuvo prácticamente en silencio- fue que Mourelle responsabilizaba por lo sucedido a la concejal y precandidata a intendenta Vilma Baragiola quien en la sesión sólo abrió la boca a la hora de votar. También allí el concejal Guillermo Arroyo pidió “barajar y dar de nuevo” para no hacer más delicada aún la relación con el Concejo (deberá tratar el presupuesto, la designación de un nuevo presidente para Obras Sanitarias y otros temas de interés del Ejecutivo). Desde fuera del despacho también se escuchaban frases dedicadas al presidente del Concejo, Guillermo Sáenz Saralegui. Aunque de ninguna manera cariñosas...
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El sábado a la mañana hubo reunión del gabinete municipal. Entre mates, café y medialunas, se analizaron los lineamientos de lo que sería la interpelación de este martes con Mourelle y Distefano, secretarios de Economía y Educación, en el Concejo. Arroyo -secundado en la larga mesa por Mourelle y el director de Obras Sanitarias, Emiliano Giri -todavía deberá ser convalidada su designación por el Concejo, cabe recordarlo- pidió que todos los secretarios acompañen a los interpelados a la sesión. “Los quiero a todos ahí. Esto es un equipo”, arengó el jefe comunal. Luego tomó la palabra otro de los presentes y llegó la hora del “mangazo”. Se estableció que a partir de este mes, y hasta después de las PASO, todos los funcionarios políticos deberán “aportar para la causa”.
“De director coordinador para arriba, todos, a partir de este mes, van a tener que hacer un aporte del sueldo. Se viene la campaña y va a ser muy difícil recaudar”, trascendió. Así, comentó indignado, finalizado el encuentro, uno de los funcionarios reconocido por tener “un cocodrilo en el bolsillo”, los directores coordinadores deberán aportar cinco mil pesos por mes, siendo este el escalafón más bajo y más económico. También se recaudará de los directores generales, subsecretarios y secretarios. ¿Otras formas de financiamiento? Sobre eso nada se informó ni pudo saberse. Lo que sí queda claro es que Arroyo intentará ir por un nuevo mandato al frente del Ejecutivo municipal.
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“Volvé Vilma, te perdonamos…”. Los representantes de distintos agrupamientos sociales recuerdan en estas horas a la ex secretaria de Desarrollo Social, Vilma Baragiola. “Había respeto y diálogo. Muchas veces no coincidíamos pero tenía palabra. Y sensibilidad. Tampoco jamás mandó a reprimir con la policía como pasó hace poco. No nos faltaba el respeto”, refería uno de los voceros de la actual protesta. Es que después de haber estado acampando durante casi dos semanas frente al municipio, el lunes “explotaron” cuando los dejó plantados la actual secretaria de Desarrollo Social, Patricia Leniz.
Pero en este marco se vivió un hecho insólito. Los representantes de las organizaciones sociales le pidieron al presidente del Concejo Deliberante, Guillermo Sáenz Saralegui -fundador del partido del intendente- que gestionara una reunión con Arroyo. “Yo estoy peleado con el intendente, no me da pelota”, fue la respuesta, con honestidad brutal, del titular del cuerpo deliberativo ante el pedido de Pablo Barragán, del Polo Obrero. Y no miente. Más de un testigo se sorprendió en el Conte Hotel de Buenos Aires cuando el intendente pasó junto al presidente del Concejo y ni siquiera lo saludó. Lejos quedaron aquellos días en que Sáenz Saralegui acompañaba a su entonces gran amigo Fernando al supermercado y escuchaba con atención las lecciones de historia que le regalaba el lord mayor entre las góndolas.