Alrededor de 35 trabajadores marplatenses de Garbarino y Compumundo atraviesan hace meses una situación de “absoluta incertidumbre” en sintonía con el crítico panorama de la empresa a nivel nacional que afecta a más de 3500 empleados. Desde el Sindicato de Empleados de Comercio, que se manifestó hoy frente a la sucursal ubicada en el centro de Mar del Plata, indicaron que la firma “no solo no paga los cinco meses y las indemnizaciones que deben” sino que “comenzaron a enviar telegramas de despido”.

El gremio de los mercantiles desplegó esta mañana una ruidosa protesta en Rivadavia entre Catamarca y La Rioja, frente al local de Garbarino, donde “no se están realizando ventas ni otro tipo de operaciones” y “hace cinco meses que los trabajadores no cobran sus salarios”, según precisó a LA CAPITAL el secretario gremial, Darío Zunda.

“La historia sigue como el primer día. La empresa no da ningún tipo de respuesta, pero no solo no pagan lo que deben y ya acumulamos cinco meses de atraso salarial más las indemnizaciones de gente que ya no está en la empresa, sino que se ha agravado porque han empezado a mandar telegramas de despido en Compumundo”, afirmó el dirigente sindical.

Darío Zunda, secretario gremial del Sindicato de Empleados de Comercio.

A nivel nacional, la crítica situación mantiene en una “fuerte incertidumbre” a más de 3500 empleados. En Mar del Plata son 35 los damnificados, entre Garbarino y Compumundo. Se han cerrado decenas de locales en el país y la firma aduce, oficialmente, que la sociedad registró “una estrepitosa baja de las ventas que empezó a manifestarse a partir de la crisis generada por el coronavirus”.

Para el Sindicato de Empleados de Comercio, más allá de las finanzas de empresa, hay “un grado de irresponsabilidad absoluto”. “En su momento resolvieron abrir, pero a los trabajadores no los dejan vender ni hacer operaciones. Incluso hay clientes sin respuesta a sus reclamos, como ocurre con la agencia de turismo (Garbarino Viajes): no les devuelven el dinero”, comentó Zunda.

El presente dentro de la marca es de “extrema tensión” tanto con los trabajadores como con los clientes, indicó el dirigente del SEC, que ya solicitó la intervención de la Justicia para “que se venda la mercadería que hay y así recuperar lo que se le debe a los trabajadores”.

Ante la consulta de LA CAPITAL respecto al futuro de la empresa, Darío Zunda dijo: “No sé si será posible salir de esta situación, se necesitan respuestas serias, soluciones mínimas, para que no sea tan grave la situación de los trabajadores”.

De continuar así, adelantó, “volveremos a la calle a manifestarnos para reclamar soluciones concretas” ya que “creemos que es una empresa que podría ser viable, pero no estamos en sus finanzas; lo fundamental hoy es preservar las fuentes de trabajo y nosotros somos los principales interesados en que la empresa levante las persianas y vuelva a trabajar”, completó el secretario gremial del Sindicato de Empleados de Comercio.