“Gracias por estar esta noche con nosotros”, arrancó  Jairo el recital que ofreció este viernes en el Teatro Hermitage, en una velada en la que, además de su público siempre fiel, presenció el show la conductora Mirtha Legrand. “Es admirable -dijo Jairo sobre Mirtha- que vaya a ver todos los espectáculos, es importante porque impulsa”.

Con su clásico chaleco negro y su camisa blanca, el cantante celebró sus cincuenta años de música. Y cautivó a sus seguidores y seguidoras en pocos minutos: lo hizo con su voz intacta y sus historias que hilvanó entre canción y canción.

Tres generaciones: Francisco, el nieto; Yaco, su papá; y Jairo.

Uno de los momentos más altos del recital ocurrió cuando invitó al músico y compositor Horacio Lavandera a interpretar, desde su piano, canciones escritas por Antoinette Paule Pepin Fitzpatrick -Nenette-, la compañera de vida de Atahualpa Yupanqui. Nenette supo firmar sus composiciones con el seudónimo Pablo del Cerro.

Jairo recodó cómo se produjo el encuentro con Lavandera, un exquisito pianista de música clásica. “Su padre le entregó estas partituras, le dijo que iban a ser muy importantes para él. Se enamoró de esas partituras y por primera vez las tocó en Cosquín (en el Festival de Córdoba). Tengo el honor de que esté hoy acá”, lo presentó a Lavandera.

La primera canción que realizaron juntos fue “Luna tucumana” de Yupanqui y siguieron chacareras, como “La olvidada”, que despertaron las palmas del auditorio.

Otro de los sets más cálidos de la noche sucedió cuando su nieto Francisco González Posse y su hijo Yaco cantaron junto a Jairo “Podría bailar contigo toda la noche”, una “canción muy familiar”, anticipó el artista nacido en la localidad de Cruz del Eje.

Por su frescura y el caudal de voz, el joven Francisco se llevó varios aplausos de los presentes. Luego, junto a Yaco, Jairo cantó “La Boheme”, composición que despertó gran emoción.

Mirtha Legrand, una de las invitadas especiales de la gala.

En el arranque, luego de la introducción empezó el recital con “Milonga del trovador”, uno de los principales éxitos de su larga carrera. Siguió con “Caballo loco”, “Carpintería José” y recordó las circunstancias en las que grabó “Nuestro amor será un himno”, otra de las canciones más ovacionadas.

“Esta canción fue un boom para mí, la grabé en cinco idiomas. No es que los supiera hablar”, recordó y la cantó un poco en francés y otro en español. Siguió con anécdotas de Atahualpa Yupanqui y Pablo Picasso.

“La balacera” y “Ferroviario” fueron otras composiciones acompañadas por unas palabras de Jairo. “Esta canción la escribimos pensando en aquellos que tienen o han tenido relación con los trenes”, dijo sobre la segunda.

Además, todo el recital estuvo atravesado por distintos climas, de la emoción y la contemplación extasiada a la alegría de las chacareras y al festejo por el medio siglo de música, como cuando interpretó “Milagro en el bar Unión”.

A Mirtha le dedicó “Morir enamorado”, última antes de los bises. Más tarde, llegaron “Indio toba”, otro gran hit, “Venceremos”, un himno a la libertad que -según evocó- lo cantó cuando terminó el Juicio a las Juntas Militares, en 1985. Y el cierre definitivo sucedió con el “Ave María”, que arrancó lágrimas.

Carismático en su canto y en su parlamento, el cantante estuvo acompañado por sus músicos: Gustavo Horche en batería; Guillermo Arrom en guitarra; Yaco González, su hijo, en percusión y coros; Dhani Ferron en bajo y Javier Acevedo en acordeón.

Al final del recital, agradeció al Teatro Hermitage y a la familia del empresario Florencio Aldrey por su disposición. En tanto, la pareja de Yaco, la cocinera Chantal Abad, registró cada segmento del gran show que Jairo dio en Mar del Plata.