La noche calurosa de verano se prestaba para una nueva cena en la vereda. Los habitantes de la vivienda ubicada en Puán al 2200 se sabían cuidados ante posibles hechos de inseguridad: la presencia de la comisaría quinta, lindante con la propiedad, les generaba cierta tranquilidad hasta el martes a la noche, cuando tres delincuentes los asaltaron en plena calle y, tras quedarse con dinero y objetos de valor, escaparon en su propio automóvil a pesar de los tiros que disparaban los uniformados.
El insólito asalto ocurrió cerca de la medianoche, cuando la familia se hallaba afuera de la casa. Mientras cenaban, recargaban la batería de su vehículo marca BMW, que se había agotado por una distracción. Fue entonces cuando tres ladrones intentaron lo que, a priori, parecía una odisea.
Armados, sorprendieron a los residentes de uno de los duplex lindantes con la comisaría mencionada y los obligaron a ingresar al inmueble. Una vez en su interior, los redujeron y se quedaron con dinero, alhajas y otros objetos de valor. En pocos minutos, los asaltantes tomaron además el automóvil marca BMW de color blanco cuya batería hasta hacía poco tiempo se había estado recargando, y escaparon a toda velocidad.
Para ese momento, un vecino ya había dado aviso a un efectivo policial de la dependencia lindera. Rápidamente, el uniformado salió de la comisaría y le efectuó varios disparos al rodado, aunque no logró detener su marcha.
Horas más tarde, el vehículo fue hallado debido a que cuenta con un sistema de monitoreo satelital: había sido abandonado por los delincuentes. De inmediato, las víctimas hicieron la denuncia y Mariano Moyano, el titular de la Fiscalía especializada en robos violentos cometidos en casas, quedó a cargo de la investigación del caso.
Hasta anoche, no había detenidos ni sospechosos identificados por el hecho. De todas formas, en la causa ya trabaja personal de la Policía Científica, que realizó diferentes peritajes con el objetivo de esclarecer el asalto.