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La Ciudad 14 de febrero de 2017

Enojos, lágrimas y abandono de pasajeros varados en la Terminal por un paro

Una familia se quedó a dormir en la terminal. Otra recibió la ayuda de un vecino. Están entre los pasajeros que quedaron varados luego de la medida de fuerza de los choferes de la empresa el Rápido Argentino.

La espera se hizo larga en la terminal. Algunos se llevaron reposeras.

 

A Adolfo Oropel no le quedó otra alternativa: junto con su esposa y sus hijos de 5 y 12 años, decidió echarse a dormir en la terminal de ómnibus. Lelis Ojeda y su esposo, en cambio, pudieron negociar una noche extra en el hotel en que se hospedaban. Y José Formica tuvo la fortuna de que lo alojaron unos parientes.

Así, a los tumbos, sin conocer con exactitud dónde pasarían la noche, estuvieron en los últimos días los pasajeros de El Rápido Argentino que quedaron varados tras el paro de los choferes iniciado la semana pasada.

La jornada del lunes fue acaso la más frustrante. Es que, tras el inicio del paro, esa era la fecha que les habían dado para viajar desde el 0800 de la empresa. El mensaje fue que todos los pasajeros estuvieran a las 8. Ávidos de concretar el viaje, muchos comenzaron a llegar una hora antes. Para la hora convenida, la boletería era un mundo de gente.

Pero las horas iban pasando y no había novedades sobre los pasajes. Algunos, más enojados que inquietos, comenzaron a reclamar en las oficinas que la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) tiene en la terminal. Pero los pasajes tampoco aparecieron y a las 18 les dijeron que volvieran al otro día.

“A esa altura me desmayaba del hambre que tenía”, comentó Ojeda, oriunda de Mendoza, a LA CAPITAL. Así y todo, su principal preocupación en las últimas horas no fue la comida, sino la medicación para la diabetes que debe tomar Juan Carlos López, su esposo. Cuando sólo le quedaba una pastilla en un bolsillo y nada de plata en el otro, a Lelis y Juan Carlos se le apareció una vecina que había escuchado por radio lo que necesitaban. “Nos trajo las pastillas”, dijo López entre agradecido y sorprendido por el gesto.

“Mi marido tiene diabetes y otros problemas de corazón. Desde el martes que no duermo. Llamamos al 0800 de la empresa y se han burlado de nosotros: todos los días nos dicen que se levanta  el paro. También nos dijeron que va a abrir la ventanilla y nos van a devolver la plata”, agregó Ojeda con lágrimas en los ojos.

Casi tan dramático, o más, fue el caso de la familia Oropel, que el lunes pasó la noche en la terminal. Para estar más cómodos, en un momento abandonaron las butacas y se recostaron sobre el piso. Entonces apareció un guardia con un planteo tan indiferente como desprovisto de compasión. “Están dando mal aspecto”, les espetó, y les ordenó que volvieran a sentarse.

“Yo me fui a lo de un pariente que me pudo alojar”, dijo a este diario Formica, otro de los varados. “Yo tenía que volver a Retiro. Para mí esto es una estafa”, comentó enojado Carlos Osorio.

Todos los servicios de la empresa de micros El Rápido Argentino fueron paralizados la semana pasada ante una medida de fuerza de los choferes por la falta de pago de haberes y “las pésimas condiciones laborales”, informaron fuentes sindicales.

El secretario de Prensa de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Mario Caligari, señaló que “no se prestan servicios provinciales ni nacionales porque no pagan los salarios y porque los micros de la empresa que pertenece al grupo Plaza (propiedad de los hermanos Cirigliano, concesionarios de TBA cuando ocurrió la tragedia ferroviaria de Once) no están en condiciones”.

Caligari aseguró que la empresa de transporte de pasajeros está en venta y aclaró que el gremio no se opone a la transacción ni tampoco “a quienes puedan ser sus eventuales dueños, mientras respeten todas las fuentes laborales de los trabajadores”.

“Nuestra pelea es por mantener los recorridos que prestaba el Rápido Argentino en diversas localidades del territorio de la provincia de Buenos Aires y a nivel nacional aprobados por la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT)”, subrayó.

Desde y hacia Mar del Plata, la empresa realizaba viajes a Retiro, Liniers, La Plata, Florencio Varela, Quilmes, Wilde, Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora, Ramos Mejía, Morón, Hurlingham, San Miguel, Iguazú, Mendoza, Bariloche, San Rafael y Asunción.

Dos carteles advierten sobre la medida de fuerza en la ventanilla de la boletería de la terminal. “Empresa El Rápido Argentino se encuentra de paro”, dicen. También contienen un número 0800 para reclamos y una frase que a los pasajeros varados les suena a broma de mal gusto: “Disculpe las molestias ocasionadas”.