MIRAMAR (Corresponsal).- Durante la tarde de ayer, aprovechando las buenas condiciones climáticas, vecinos de Miramar salieron de recorrida por la zona de médanos y playas, donde a unos 1500 metros del arroyo “La Totora”, cerca del conocido Médano Grande, se encontraron con una ballena franca austral muerta.

Las informaciones previas aseguran que el cetáceo de unos 10 metros (foto Juan Carlos Clerc) pudo haber fallecido hace ya algunos días de acuerdo al color de la piel y por distintas causas, enfermedad, heridas por intento de caza en aguas profundas o bien por un golpe contra alguna embarcación, algo que tratarán de dilucidar los especialistas.

Por el momento, es probable que el cuerpo del animal sea enterrado para ayudar en su descomposición y evitar olores nauseabundos en la zona. Luego, si las condiciones lo permiten se podría realizar la extracción del esqueleto.

Hace unos días, la Fundación Cethus anunció que parte de su grupo de investigadores realizarán trabajos de campo desde esta localidad durante todo el 2016.

El objetivo es poder determinar la estacionalidad de la ballena franca austral, Eubalaena australis en la zona, es decir, cuáles son los meses en los que es posible avistar más ejemplares a lo largo del año.

Por otra parte, es válido recordar que en 1898 fueron recuperados en las costas de Mar del Sud los restos más grandes de un cetáceo hasta la fecha en nuestro país. En esa ocasión se trató de una gran ballena Azul, cuyo esqueleto mide 29 metros de largo y se encuentra en exhibición en el Museo de La Plata.

El ejemplar récord hallado en todo el mundo alcanzó los 31 metros de largo.