“En ningún club me sentí tan cómodo como en Alvarado”
Mauricio Giganti inició su segundo ciclo en el club marplatense. El DT aseguró en el regreso a las prácticas del plantel que mantener una base es una gran ventaja. "Quiero lograr que el hincha se sienta identificado con el equipo y después que seamos muy competitivos", se ilusionó.
Mauricio Giganti.
Por Juan Miguel Alvarez
Mauricio Giganti empezó este lunes su segundo ciclo como entrenador de Alvarado, después del recordado paso de más de dos años que concluyó con el anhelado ascenso a la Primera Nacional de fútbol.
“En ningún club me sentí tan cómodo”, expresó el pampeano en una entrevista con LA CAPITAL en la que valoró los “recursos humanos” que hay en Alvarado. También dijo que su prioridad es “que el hincha se sienta identificado con el equipo” que planea contruir para la temporada 2024.
– ¿Qué te sedujo del proyecto actual de Alvarado?
– Varias cosas. Es la misma comisión directiva que me fue a buscar en 2017, con Pablo Mirón y Emiliano Montes. Cuando me hicieron saber del interés por la no continuidad de “Pancho” Martínez, yo estaba libre, en conversaciones con otro equipo. Pero me llamaron y nos pusimos de acuerdo enseguida. Entiendo a la perfección el paladar del hincha y cómo está encaminado el proyecto deportivo en sus bases. En el club trabaja gente que ya conozco como Mejías, Nartallo, Ceballos o Valverde.
El proyecto deportivo e institucional sigue la misma línea, no cambió casi nada; al contrario, se potenció con los años en la Primera Nacional.
– ¿Fue una decisión con la cabeza y el corazón?
– Sin duda. A mí como entrenador me marcó Alvarado. Tuve un proyecto de dos años y medio, largo, difícil en un fútbol tan exitista. Y lo pudimos coronar con el ascenso. Obviamente el cariño siempre va a existir. En ningún club me sentí tan cómodo. Los recursos humanos son fantásticos, los hinchas apasionados y respetuosos.
Después de Alvarado seguí transitando buenos momentos deportivos. Me reencontré con mi familia, con el club que me vio nacer (Ferro de General Pico) y después fui a Estudiantes de Caseros y Atlanta en la categoría. Por eso vuelvo capitalizado, maduro, con mayor experiencia.
– ¿Qué incorporaste en estos años? ¿Es muy importante ya conocer la categoría?
– Mi camino fue súper rico en cuanto a experiencia. Yo empecé en la Liga de General Pico, después hice Federal B, estuve en el exterior, Federal A y Primera Nacional. Hay que tener conocimiento de cada categoría. No es lo mismo el paladar de un equipo de Capital Federal y uno del interior. Para mí, conocer a rajatabla la divisional y los jugadores que la componen es fundamental. También al estar en Buenos Aires pude sumar conocimiento de las reservas de AFA, por eso en 2023 con Atlanta nos nutrimos de muchos chicos procedentes de allí.
– La evolución del club a la que hacés mención genera mayores expectativas en los hinchas. ¿El objetivo deportivo a corto plazo es jugar el Reducido?
– Sí… Cada año se empieza con expectativas nuevas. Queremos ser cautos, porque recién empezamos a trabajar con el equipo. Pero yo tengo un nivel de competitividad grande y trato de mejorar todo lo que toco. Primero quiero lograr que el hincha se sienta identificado con el equipo y después que seamos muy competitivos. Que Alvarado juegue de la misma manera de local y visitante, que sea osado y valiente. Eso te lleva a los objetivos, si bien ya están más a menos pactados de antemano. Obviamente queremos entrar en un Reducido y clasificar a la Copa Argentina, ya que hace mucho tiempo que el club no la juega. Entendemos los momentos sociales que estamos viviendo y tener un buen año deportivo le puede dar satisfacción a la gente, ya lo vimos con la Selección Argentina.
– ¿Cuáles son los primeros pasos para llegar a eso?
– Vamos a trabajar con el plantel y elegir bien los refuerzos.
– ¿Es una ventaja, para el trabajo previo sobre todo, que haya quedado una base importante del plantel anterior?
– Totalmente. Ya el número que tiene. Ahí habla un poco de la planificación deportiva, mérito del manager, de hacer contratos largos, lo que siempre tiene sus pro y sus contras. Acá se tomó conciencia, se hizo un buen scouting. Cuando estuvimos en Atlanta, el año pasado, habían quedado apenas ocho jugadores. Y le tuvimos que dar descanso hasta los primeros días de enero. Ahora con 18 o 19, como tiene Alvarado, ya podemos trabajar fundamentos tácticos y tratar de instalar el modelo de juego. Eso habla de un orden del club. El anterior fue un campeonato bueno a nivel deportivo, no excelente o fantástico. Eso también significa que hay jugadores que pueden ser requeridos y ejecutar su cláusula de salida el 15 de diciembre.
– ¿Cuál fue el análisis previo de los puestos a reforzar, más allá de esas posibles partidas inesperadas? Por tu estilo de juego, faltan extremos, también un centrodelantero…
– Sí, es cierto. Para lo que es nuestra idea de juego no hay muchas variantes de extremos. Pero queremos trabajar con tiempo porque no podemos errar en la ventana de inicio. A mitad de temporada hay de dos a cuatro incorporaciones y siempre es más complicado.
– ¿Imaginás otro proceso largo en Alvarado?
– Es muy difícil, tiene que venir acompañado de resultados. A mí se me va a valorar por eso. En el rol que ocupo se me exige ganar, lo tengo claro. Y tampoco hay excusa porque vuelvo a un club en el que pudimos lograr el objetivo máximo. Mi mirada es tratar de competir y entregar el máximo, con total lealtad y honestidad y dejarle algo a Alvarado. Mi contrato es por un año, no miramos más allá de eso.