Cada quince días, la vivienda ubicada en Vértiz 5786 recibe cerca de 50 personas, en su mayoría mujeres, para dar lugar al centro de jubilados de la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual y Transexual (LGBT). Bajo el nombre de “Puerta Diversa Mar del Plata“, el espacio constituye el segundo ámbito de encuentro y reflexión del colectivo en el país. El primero se encuentra en Buenos Aires y se llama “Puertas Abierta a la Diversidad”.

Laura Sanders es oriunda de Buenos Aires, pero a fines de los 80 decidió mudarse a Mar del Plata, ciudad que ella misma recuerda como un lugar “libre, donde todos podían vivir su sexualidad”. Tiempo después y ante una sociedad que se volvió más “cerrada”, Laura sintió la necesidad de construir espacios en donde primen la libertad y el despoje de los miedos al quédirán.

“La sociedad marplatense se volvió cada vez más cerrada. Uno puede serlo pero no se puede mostrar, eso es lo que se te pide. Por un lado te dicen que está todo bien, que nos aceptan, pero por otro lado no quieren que te beses adelante de sus hijos. A cada lugar al que uno va recibe patadas por debajo de la mesa”, señala, un tanto desilusionada, Laura.

Ante esta situación, Laura se contactó con Graciela Balestra, quien gestiona junto a Silvina Tealdy el centro de jubilados LGBT en Capital. Así y luego de mucho esfuerzo, lograron hacer su primera reunión en mayo de este año. El punto de encuentro fue -y es- la casa de Laura, en Vértiz.

Hoy la vivienda ya se encuentra adaptada a su nuevo uso: recibir, cada quince a días, a cerca de 50 personas, en su mayoría mujeres. En la próxima semana, contarán con la documentación final que los define formalmente como un nuevo centro de jubilados marplatense.

“Sentimos que teníamos que empezar a hacernos cargo del tema, empezar a hacernos visibles y a ayudar a la gente. No es justo que haya tantos adultos que no puedan vivir su vida libremente. Eso es terrible“, subrayó.

Entre las actividades que se realizan en el centro están talleres, charlas debate y diferentes encuentros de reflexión que tienen como objetivo abordar, principalmente, las problemáticas de discriminación presentes en la sociedad. A su vez, el equipo tiene previsto comenzar en los próximos meses que diferentes voluntariados para realizar recorridas por hospitales y sanatorios de la ciudad.

Pese a lo positivo de la propuesta, sin embargo, Laura advirtió ciertas dificultades a la hora de convocar a la sociedad, hecho que pudieron sortear gracias a la determinación y compromiso por parte de las principales referentes del ámbito.

“Al principio percibimos cierto escepticismo o poca constancia, pero en cuanto vieron que venía en serio, empezaron a venir más seguido hasta constituir los grupos que tenemos actualmente”, señaló. Y agregó: “Aprecian que tratemos temas profundos que hacen a la problemática LGBT”.

Ya alcanzada la documentación que los habilite formalmente, Puerta Diversa Mar del Plata se encamina a su proyecto final: la construcción de un complejo propio, un “espacio amigable” para el colectivo.

“Conocemos muchas historias. Gente que está en hogares de ancianos y nos cuentan que escuchan como todos hablan de amores pasados y ellos tienen que reprimirse de contar sus historias por temor a la discriminación y a que los echen del geriátrico”, señaló con tristeza.

Convencida de que este el camino del cambio real, Laura reivindica la lucha por la igualdad tanto en la ley como en la calle. “Si hablamos a nivel nacional y legal se pueden advertir ciertos avances, pero si nos centramos en la sociedad de Mar del Plata, por ejemplo, debo decir que es todo más hipócrita. No veo cambios en el discurso real, en el discurso interno de la ciudad y la sociedad”, aseguró y agregó que “por eso aparece Puerta Diversa”.