En algunos hitos, en decenas de partidos, equipos de Mar del Plata estuvieron a las puertas de la historia. En la mayoría de esos casos sus hinchas llegaron a ese escenario con esa convicción, con esa motivación. Casi siempre sufrieron frustraciones, algunas de ellas revertidas después en encuentros de visitante.

En esta tarde de lunes, en cambio, en la previa al Día del Trabajador, los seguidores de Aldosivi llegaron al Minella con la incertidumbre de no saber a que venían. Y eso, en fútbol, a veces es lo mejor. La Dinámica de lo Impensado de Panzeri expresada también en las tribunas. Quizá algunos arribamos con la fe en que esa aureola de la historia se posaría sobre nosotros dos horas más tarde. Pero en este deporte la fe sirve, pero no alcanza. No es suficiente. También se necesitan el juego y los argumentos en la cancha. Y las circunstancias favorables.

Y en esta oportunidad, además, se requerían otros resultados. Pero a veces la historia no avisa. Ni golpea la puerta. La abre nomás, y entra. O se queda en el umbral al menos.

Aldosivi, esta vez, en el momento justo y en el lugar indicado, hizo lo que tenía que hacer. Sin que le sobre nada, como en todo el campeonato. Pero con una actitud diferente a la que mostró el lunes pasado en Riestra. Con una agresividad y postura diferentes. El equipo se plantó en el medio con Somoza como eje y desde él empezó a ganar las divididas y presionar desde el medio hacia adelante. Esta vez sí con una línea de tres real, que implicó riesgos, como aquel remate de Chirino que el arquero Moyano sacó desde la misma boca del arco en el primer tiempo. Iñiguez era el hombre para replegarse y rearmar la línea de cuatro en el retroceso pero ante la lesión de Maximiliano Velázquez el jóven defensor pasó directamente a la cueva, por el lateral derecho, y con la entrada de Diego Villar Aldosivi se quedó sin alternativas para ensayar la línea tradicional en el fondo si lo necesitara.

Pero Villar entró bien, Antonio Medina hizo un gran esfuerzo pese a la lesión de arrastre, y solo faltó profundidad en el último cuarto de cancha. Hasta que Diego Villar desbordó en el comienzo del segundo tiempo con todo lo que le dio al fútbol de Mar del Plata como “embajador” en otros equipos.  Con toda su trayectoria a cuestas se lanzó a la carrera de su vida y mandó un centro ganador para un cabezazo impresionante de “La joya” Chávez que puso el 1 a 0.

La propia “Joya” tuvo después la paciencia y el talento al resolver en la jugada que definió todo en el área para que después aparezca el goleador Telechea y decretar el 2 a 0.

En los otros dos puntos geográficos dónde se jugó este “partido especial” para la historia del fútbol de Mar del Plata se dieron, a medias, los resultados favorables para seguir con vida y quedar en la puerta. Empató Almagro en Madryn, perdió San Martín de Tucumán en Adrogué.

Y Aldosivi estuvo a la altura sí, por fín, en el su último partido de la B Nacional 2017/2018 (al menos en el certamen “regular).  Y forzó un desempate que puede dejarlo pasar el umbral. Con Almagro el equipo del Puerto tendrá la posibilidad de darle al fútbol de Mar del Plata el primer título nacional de su historia. Con el premio mayor del ascenso a la Superliga.