Un grupo de profesionales de la salud que se desempeñan en el Instituto Nacional de Rehabilitación Psicofísica del Sur (Inareps) presentó ayer una carta ante la dirección de la institución reclamando la puesta en marcha de protocolo de seguridad tanto en el ingreso al edificio como en lo referente a la atención de pacientes con coronavirus.

El reclamo se enmarca en el crecimiento de casos de contagiados que son profesionales de la salud y ante las denuncias de falta de material de seguridad que debe ser utilizado por los mismos.

Si bien el ex Cerenil se caracteriza por su excelencia en la atención a pacientes crónicos en proceso de rehabilitación psicofísica, con el surgimiento de la pandemia del Covid19 la dirección -a cargo de la doctora Laura Valente- puso a disposición de las autoridades nacionales la institución para recepcionar a infectados.

Para tal fin se diseñó un “Comité Hospitalario de Emergencia”, aunque éste no cuenta “con ningún infectólogo ni epidemiológico”, sino que está compuesto por “fisioterapeutas y un odontólogo que fue subsecretario de Salud de Balcarce”. Además, ese mismo organismo determinó que “los profesionales con cargo jerárquico, y quienes se ocuparon de ese diseño, no estén en la primera línea de atención médica ya que se declararon exceptuados”, señaló un profesional de la salud del Inareps que pidió anonimato.

Así las cosas, y ante la falta de precisiones en cuanto a la existencia de un protocolo de seguridad preventivo, el grupo de médicos designados para prestar atención a los futuros internados infectados de coronavirus, ayer presentó una carta ante la dirección del Inareps solicitando “el listado completo de todo el plantel médico, donde figuren las tareas a desarrollar por cada profesional y el lugar de las mismas”. También reclamaron que “aquellos casos en los que se encuentre exceptuado se brinde detalle del motivo de dicha excepción” ya que “cada profesional exceptuado sobrecarga de riesgo a los profesionales que cumplirán las funciones asistenciales de alto riesgo”.

En la misma misiva también pidieron “equipos de protección personal” integrado por “camisolín hidrorrepelente largo (hasta la mitad de la pierna) y con puños; máscara N 95; máscara de protección facial; antiparras siliconadas; cofia: botas largas (por encima de la rodilla); guantes de calidad; ambos y calzado para uso intrahospitalario con higiene a cargo del instituto para todo el personal de salud que circule por el sector de atención”. También insistieron en la necesidad del uso “del barbijo quirúrgico” por parte del paciente en el momento que sea evaluado.

Por otra parte, hicieron hincapié en controlar “la temperatura corporal al ingresar al nosocomio”, como forma de testeo al personal de salud “semanalmente, ya que el contagio se inicia en la fase asintomática”.

Asimismo, otro de los profesionales de la salud designado para el cumplimiento de tareas señaló la importancia de “una participación activa nuestra en el comité hospitalario de emergencia”, ya que el mismo está integrado por “fisioterapeutas, que carecen de experiencia en cuanto a la emergencia ya que están habituados a los pacientes crónicos” y solicitó la integración “de dos referentes de nuestro grupo de trabajo. Nosotros queremos colaborar, pero hay que tomar medidas preventivas, porque ser joven y tener buen estado físico no te vuelve inmune. Por eso queremos colaborar activamente en el desarrollo del protocolo”.

“Tuvimos que recurrir a esto porque cada vez que pedimos informe sobre los elementos de seguridad o la forma de trabajar no obtuvimos respuestas. Quizás por escrito sea más fácil”, señalaron los profesionales de la salud que pidieron soluciones en el marco de las crecientes denuncias de casos de contagio tanto por médicos y enfermeras, en la ciudad de Buenos Aires y Bahía Blanca, entre otros lugares.