Germán Garavano y Gustavo Ferrari comparten algo más que la conducción en los Ministerios de Justicia de la Nación y de la Provincia de Buenos Aires. Se conocen desde hace 20 años, participaron de proyectos juntos y tienen una amistad que trasciende la gestión. Por eso, no resulta llamativo que coincidan en criterios sobre la realidad de la Justicia en la Argentina.

Mano a mano con LA CAPITAL, los ministros hablaron de las reformas que se vienen en la Justicia y resaltaron sus diferencias con el gobierno anterior: “Hay que trabajar para que la víctima esté en equilibrio con el victimario, no como sucedía hasta hace poco”, aseguraron.

La superpoblación en las cárceles, el debate que se viene por la despenalización del aborto y la polémica por el supuesto listado de presos con posibilidades de ser liberados, fueron algunos de los temas que abordaron en el transcurso de una charla en la que destacaron el trabajo en área penitenciaria. “Por primera vez en muchos años hay una política penitenciaria integral”, aseguró Garavano.

– ¿Creen que hay un sector importante de la sociedad que pide leyes más duras?

– GG: Hay varias cosas. El Presidente fue muy claro cuando dijo que no se trata ni de mano dura ni de abolicionismo. Lo que hay que trabajar es un camino que permita generar sociedades más justas y más pacíficas. Que por un lado respete el rol de las fuerzas de seguridad pero que a la vez haga respetar la ley. Que la víctima esté en equilibrio con el victimario, y no como sucedía hasta hace poco, que el foco estaba puesto en el victimario y la víctima era la gran olvidada del proceso penal. Esa es la línea de trabajo, pero con elementos muy profesionales.
Es la primera vez que veo un abordaje tan integral de las cuestiones de justicia para dar respuesta a lo que hoy son demandas de la población muy fuertes.

– GF: La ley sola no disuade. Podemos tener la ley más dura, pero lo que disuade es algo que tiene cierta integralidad. Por más que la ley sea durísima, si el juez no termina penando o si pena y no va preso, no tiene ningún sentido.

– De Zaffaroni al caso Chocobar, ¿la Justicia también expresa la grieta, con sus polos opuestos?
– GG: Hay polos contrapuestos. Lamentablemente lo que vivimos en el gobierno anterior es que esa balanza se torció completamente. Se ignoró a la víctima, se protegió al victimario, aumentaron los niveles de impunidad. Si bien hay mucha gente que critica esto desde la otra punta, el Gobierno lo que intenta es correr esto hacia al centro. Que encontremos un punto de equilibrio. La sociedad, algo que rechaza son los niveles groseros de impunidad.

– ¿Es un paso adelante que se pueda dar el debate por la despenalización del aborto?

– GG: Dentro de la comisión del Código Penal estaba previsto discutirlo, el gobierno abrió este debate que reclamaba un sector importante de la sociedad y a mí me parece muy valioso, incluso hacerlo fuera de la lógica del Código Penal.

Cuando uno lo ve desde la óptica penal, ve sólo una partecita. Es una foto de una película muy trágica, muy triste, donde hay vidas en juego. Es importante que se pueda debatir en el congreso con miradas más amplias que las del Derecho Penal. De la salud, psicología, y que sea eso lo que abastezca el Código Penal y no al revés. Es un debate que debe dar la sociedad.

– ¿La superpoblación en las cárceles es un problema al que no se le encuentra solución?

– GF: Tenemos una combinación de dos problemáticas en la provincia. La primera es la cantidad de años sin construcción de cárceles. Y luego es la edad de las cárceles. Tenemos cuatro o cinco del siglo 19. Esa combinación hace que la situación de infraestructura sea crítica. Somos conscientes de la situación y no la negamos. Damos a conocer los números.

– GG: Por primera vez en muchos años hay una política penitenciaria integral, que se discute con todas las jurisdicciones, y están haciendo un esfuerzo enorme como nunca antes. Es una mirada integral de un tema que siempre se lo puso de bajo de la alfombra, se lo ocultó. O se lo quiso utilizar políticamente como con Batallón Militante. Hay una mirada más seria y profesional de un trabajo que entendemos que está empezando a dar frutos.

– Generó polémica el listado de presos con posibilidades de quedar en libertad.

– GG: Tiene que ver con una chicana política poco seria de algunos sectores nos tienen acostumbrados a eso. Por primera vez, en este proceso de reformas, lo que se ha logrado es que todas las personas privadas de libertad estén en un tablero de control en el que vemos cuántas personas hay detenidas en las distintas cárceles, cuántos son procesados, cuántos son condenados, etc. Eso nos permite tener información en tiempo real para planificar. Dentro de esta información, cada seis meses se le informa a una comisión de seguimiento de la situación de los detenidos. Y de eso se quiso instalar, con un interés claramente político, mezquino, que se iban a dejar en libertad a tantas personas cuando el Poder Ejecutivo no puede dejar en libertad. Cada persona tiene uno o varios jueces que son los que pueden definir este tipo de mecanismos.

– ¿Qué otros datos aporta ese informe?

– GG: Es una radiografía muy buena la que se hace. Hay personas que están procesadas hace mucho tiempo, hay mujeres embarazadas, enfermos terminales. Hay toda una situación que es bueno que sea analizada en términos de derechos humanos. En esto, como dice Marcos Peña no hay que caer en la “demagogia punitiva”. Hay que tomar los temas con seriedad. Estamos hablando de personas privadas de libertad. Es uno de los mayores desafíos.

“Me tocó lidiar con los cortes y sé lo difícil que es”

Los cortes y acampes en las inmediaciones del municipio se volvieron una constante en Mar del Plata. De hecho, el municipio presentó varios reclamos en la Justicia pero hasta el momento no ha tenido respuestas favorables.
Germán Garavano conoce el tema bien de cerca ya que durante siete años fue fiscal general de la Ciudad de Buenos Aires, donde los cortes ya son parte del paisaje.

“Me tocó lidiar con los cortes y sé lo difícil que es. Creo que la Justicia tiene que actuar frente a determinadas situaciones que se mantienen. Hay que trabajar desde el punto de vista contravencional que es donde se pueden encontrar soluciones”.

Por su parte, Gustavo Ferrari agregó: “La ley contravencional de la provincia es de 1973. Tiene solo dos penas: arresto o multa. Ya hemos redactado un nuevo código contravencional y está siendo discutido con los intendentes y esperemos, en estos dos años que quedan de mandato, que podamos discutir en la Legislatura un código que incluye por primera vez en la provincia penas comunitarias. No existió nunca”.

“La sociedad reclama reformas en la Justicia”

La gobernadora de la provincia Buenos Aires, María Eugenia Vidal anunció que en los dos años que quedan de su gestión, las reformas en la Justicia iban a estar entre las prioridades. Germán Garavano y Gustavo Ferrari confirmaron que se está trabajando al respecto y afirmaron que el nuevo código procesal penal “se va a enfocar fundamentalmente en la víctima, sin menoscabo de un solo derecho de los victimarios”.

El ministro de Justicia de la Provincia afirmó que también “cambiará el sistema de selección de jueces”. “Habrá una escuela judicial previa obligatoria y también se verán cambios en el enjuiciamiento a los magistrados se dará certezas de que una denuncia no va a ser mantenida por tiempo indeterminado”.

Por su parte, Germán Garavano aseguró que “acompañamos el esfuerzo en este impulso para transformar la Justicia”.

“Es algo que la sociedad reclama, que necesita contar con la Justicia, con los jueces y nos parece que esta reformas van en la dirección correcta, que son importantes en términos institucionales ya que permiten construir bases sólidas para que las sociedades se desarrollen de un modo más pacífico”, puntualizó.

La Ciudad Judicial

La construcción de la Ciudad Judicial en la ciudad es un viejo proyecto que parece haber quedado relegado en el orden de prioridades. El ministro de Justicia de la Provincia, Gustavo Ferrari, afirmó que son “razones presupuestarias las que hacen que a veces se dilaten en el tiempo”.

“Nadie duda de la imprescinbilidad. Tanto en Mar del Plata como otros departamentos judiciales, merecen la posibilidad de que exista un ámbito donde el ciudadano incluso pueda tener cerca los tribunales o juzgados. Somos conscientes de esa necesidad. Estamos trabajando con la Corte para ver de qué manera, los recursos que son escasos van a aquellos lugares donde haya más necesidades”, explicó.

En la misma línea, el funcionario confirmó que la ley orgánica del Poder Judicial va a ser revisada y “vamos a tener un diagnóstico preciso de aquellos ámbitos en los que hay que avanzar con mayor rapidez”.

– ¿Cuál es la realidad de la cárcel de Batán?

– GF: Sufre las mismas problemáticas que tienen otras cárceles de la provincia de Buenos Aires. Tiene problemas de sobrepoblación y antigüedad. Estamos observando allí muchísimo trabajo. Hay fundaciones y entidades que trabajando muy bien. Han sido noticia, por ejemplo, por acondicionar sillas para que chicos con discapacidad puedan ir a la playa.