Desde Belo Horizonte, Brasil 

La historia y la psicología se mezclan con el fútbol. La Selección Argentina viene a buscar a Brasil algo de aquel “decime que se siente” y literalmente abreva en las fuentes futbolísticas de aquel Mundial 2014, cuando al trocar a un esquema más conservador el equipo encotró el camino hacia la soñada final en el Maracaná.

Y Brasil elige Belo Horizonte y no otra sede (y vaya si tienen estadios y sedes para seleccionar) a pesar del 1-7 lascerante de aquella Copa del Mundo, porque busca exorcizar fantasmas, aunque todos sepamos que esa mancha no se borra nunca más.

De hecho, ellos mismos no lo ocultan. “Os caça fantasmas” dice la volanta del título principal de la portada de Deportes del diario O’Globo, con el título “Recomeço” y en la volanta habla de “cicatrizar ferida” y que para ello Tite “escolheu palco do 7 a 1”

Nada que no esté relacionado con la psicología puede explicarlo. Hablan de “caza – fantasmas”, de “Reanudación” y que para ese “recomienzo” el entrenador eligió expresamente el estadio y la etapa del 1-7. Para marcar la cancha, para trazar una línea divisoria. En el terreno de nuestra derrota más dura vamos a buscar la victoria que “cicatrice esas heridas”.

Para psicólogos con postgrados elevados, en realidad. Porque si piensan que con un partido de eliminatorias van a borrar la mancha más grande que cualquier selección potencia del mundo hubiera recibido en toda la historia del fútbol, bastante confundidos están todavía. ¿Y si perdieran? ¿Qué harían con esa herida?

También para psicólogos lo de Argentina, pero al contrario de Brasil, no abrumado por la historia sino por el presente. Pero justamente por esa crisis de hoy, por esa tabla que deja a la Selección fuera del Mundial en la actualidad y por el caos en el que está sumido hoy todo el fútbol argentino,- por errores propios e intromisiones innecesarias-, es que el entrenador Edgardo Bauza parece buscar en los resquicios del Mundial 2014 el formato que le devuelva la autoestima al grupo y al equipo.

Por eso quizá Argentina vuelve a Brasil con el esquema y con muchos jugadores de aquella definición de la Copa del Mundo, de aquella clasificación a la final en el partido ante Holanda. Con Enzo Pérez como volante por derecha y rueda de auxilio también a otros dos volantes teóricos de contención y con Di María como volante por izquierda. También una apuesta a un Bauza auténtico para recuperar orden y esperar concesión de espacios para las estocadas de Messi e Higuaín.

La historia y psicología se mezclan con el fútbol. Brasil sale a cazar fantasmas en Belo Horizonte. Argentina a recuperar el “decime que se siente” que le devuelva la vida en las eliminatorias…