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Policiales 16 de septiembre de 2024

Empezó el juicio por el crimen de Jonathan Costadura

El hecho ocurrió en agosto de 2021. Los acusados son Nicanor Pereyra y Julián Coppola.

Nicanor Pereyra y Julián Cóppola.

El juicio por el crimen del repartidor Jonathan Costadura, ocurrido en agosto de 2021, comenzó este lunes en la sala del Tribunal Oral Nº 3.

El fiscal Carlos Russo, en reemplazo de su par Leandro Arévalo -que investigó el caso-, realizó el alegato de apertura ante los jueces Federico Wacker Schroder, Fabián Riquert y Juan Manuel Sueyro, y apuntó contra los dos acusados, Nicanor Pereyra y Julián Coppola. El primero es defendido por Sandra Pérez, y al segundo lo representan César Sivo y Romina Merino.

Según la programación estipulada por las partes, se espera que el debate se extienda hasta el próximo viernes. Por su parte, la familia de la víctima reclamó justicia afuera del edificio de Tribunales, luego de más de tres años de espera.

Jonatan Costadura tenía 26 años.

Jonatan Costadura tenía 26 años.

Vale recordar que el crimen de Costadura se produjo después de que el sábado 7 de agosto de 2021 a la noche se llevaran a cabo dos encuentros de jóvenes en distintas casas del mismo sector de Mar del Plata. A los grupos los separaban pocos metros, y un desconocimiento mutuo.

En una de las viviendas, ubicada en las inmediaciones de Falkner al 6000, Pereyra y Coppola participaban de una especie de fiesta, mientras que en otra cercana Costadura se reunía con algunos de sus amigos, entre los que estaban Bruno, el dueño del inmueble, y Jano Cejas (24).

Eran aproximadamente las 5 de la mañana del domingo cuando el repartidor, que había trabajado hasta pasada la medianoche, decidió irse a dormir. Cejas lo siguió y subió a la motocicleta como acompañante.

Casi en simultáneo, en la otra propiedad dos grupos de asistentes a la fiesta se peleaban por motivos que hasta el momento se desconocen. Lo que sí se sabe es que Pereyra, Coppola y sus allegados se enfrentaron a un joven apodado “El Chino”, que se hallaba junto a otro conjunto de personas.

Ahí estuvo la génesis del crimen de Costadura. Según reconstruyeron las fuentes del caso consultadas por LA CAPITAL, Pereyra y Coppola salieron de la vivienda en la que se llevaba a cabo la celebración decididos a atacar a “El Chino” y no precisamente a golpes. Para eso, se dirigieron a la casa del primero en una motocicleta conducida por el segundo. Allí, se presume, tomaron un arma de fuego, para luego regresar a la zona de Falkner al 6000.

Cuando arribaron al sitio observaron que otra motocicleta con dos ocupantes doblaba en la esquina, y fue entonces que se abocaron a perseguirla a lo largo de los pocos que había en medio. El ataque fue casi sin mediar palabra: dieron por sentado que alguno de los dos ocupantes del vehículo era “El Chino” y dispararon.

Cuatro tiros dieron en Costadura, mientras que un quinto hirió a Cejas en una pierna. El repartidor murió en el lugar, mientras que su acompañante fue trasladado luego al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA). Pereyra y Coppola escaparon del lugar, tal vez con la idea de que se habían vengado de “El Chino”.

Pero no: la víctima fatal era otra. Conforme dictaminaron posteriormente los médicos que realizaron la autopsia, Costadura recibió cuatro disparos. Uno de ellos, el mortal, en el tórax. De acuerdo a los peritajes balísticos posteriores, el arma utilizada para cometer el crimen habría sido una pistola calibre 9 milímetros.

El grupo de amigos de Costadura y sus cuatro hermanos -cuyos padres fallecieron- reclamaron justicia por el homicidio en varias oportunidades y realizaron distintas marchas en la zona de Tribunales. De todas formas, con el intenso trabajo del personal policial, el fiscal Leandro Arévalo avanzó en la investigación y tras tomar declaraciones testimoniales y reunir diversas pruebas, consideró acreditado que el homicidio fue cometido por Pereyra y Coppola en un ajuste de cuentas con blanco equivocado.

Si bien en un principio no descartó la hipótesis del asalto, debido a que una pareja denunció haber sido asaltada por motociclistas durante la misma madrugada en una zona cercana al sitio donde se registró el asesinato del repartidor, la misma quedó sin efecto poco después. En parte, echó luz sobre la pesquisa la versión suministrada por Cejas, víctima y a la vez testigo presencial sobreviviente del ataque, quien dijo no entender el accionar de los agresores, ya que -según dijo- en ningún momento les exigieron la entrega del vehículo o de otras pertenencias. Y de hecho no hubo robo alguno.

También existen otros testimonios de personas que están incluidos en la causa y dan cuenta de la pelea ocurrida en la fiesta que se celebraba en una de las viviendas, y la presunta venganza que rápidamente planearon Pereyra y Coppola contra “El Chino”.

Para Arévalo entonces fue el primero el que disparó, mientras que el segundo -que forma parte de una familia cuyos miembros tienen frondosos antecedentes penales- conducía la motocicleta utilizada para consumar la emboscada. En ese marco, a fines de octubre pidió la captura de ambos.