Alan Olea, el líder de la denominada agrupación fascista Bandera Negra y pareja de una hija de Carlos Pampillón, pasará la noche detenido e incomunicado y al final declarará mañana ya que la declaración que estaba prevista para ayer a la noche se suspendió por pedido de la defensa.
La detención de Olea se produjo en el marco de las investigaciones que lleva adelante la Justicia Federal a través de los fiscales Laura Mazzaferri y Nicolás Czizik por los ataques discriminatorios y el accionar neonazi en la ciudad de Mar del Plata. Entre ellos se encuentra la agresión a dos hombres en la calle y las amenazas a otros dos.
La causa se mantiene en absoluto hermetismo por el secreto de sumario dictado por las autoridades judiciales pero LA CAPITAL pudo saber que la declaración de Olea prevista para ayer ante el juez de la causa, Santiago Inchausti, se postergó para hoy por pedido de la defensa. Ante esta situación, Olea permanecerá detenido e incomunicado.
“Gente soy la mujer de Alan, aviso que hoy a la mañana allanaron nuestra casa y se llevaron detenido a Alan, para que declare y ahí determinar la condena que tendría. Obviamente por causas que son una mentira total.
Quería avisar para que estén al tanto que está y estoy totalmente incomunicados”, comentó en su página de Facebook la hija de Pampillón al producirse el allanamiento en su vivienda.

Secuestraron armas blancas
y simbología fascista

La Justicia Federal desplegó gran cantidad de recursos en distintos puntos de la ciudad para realizar nueve allanamientos que si bien no arrojaron más detenidos que Alan Olea sirvieron para secuestrar armas blancas y simbología nazi.
Las órdenes obtenidas por los fiscales Mazzaferri y Czizik con la autorización del juez Santiago Inchausti fueron ejecutadas por personal de la PSA, la Policía de Seguridad Aeroportuaria.
Los operativos consistieron en la irrupción de domicilios pertenecientes a sospechados de integrar el grupo Bandera Negra y otras agrupaciones identificadas con el fascismo en la ciudad.
De acuerdo a información surgida de fuentes judiciales, los registros de las viviendas arrojaron un éxito relativo, ya que aunque no sirvieron para detener a las personas investigadas posibilitaron secuestrar armas blancas (navajas, cuchillos de gran porte) y simbología nazi.