El hombre de 35 años detenido esta mañana por la violación de una joven en el barrio Playa Lobos se encontraba en libertad condicional por otro hecho de abuso sexual cometido años atrás en la localidad de Miramar.

Emiliano Fortunato, integrante de la fiscalía de Andrea Gómez, dirigió la investigación conjuntamente con personal de la DDI y de la Jefatura Departamental que permitió detener a Rubén César Galera (35) y secuestrar de su vivienda algunas de las pertenencias de la víctima. Es que además de la vejación el agresor sexual le sustrajo a la víctima sus auriculares, el pantalón e incluso un “trofeo” demencial: parte de su protección y ropa íntima.

La detención se produjo en una parada de colectivos del barrio Don Emilio, un sector distante al lugar en donde la mujer de 21 años fue abusada sexualmente días atrás. Galera fue sorprendido por los policías en el parador de 202 y 31 bis donde aguardaba un colectivo para, supuestamente, ir a un trabajo. Estaba acompañado por una mujer: su pareja actual.

“Es una gran satisfacción esclarecer tan rápido este tipo de hechos”, dijo a LA CAPITAL el jefe operativo de la DDI, José Luis Segovia, quien evitó brindar más datos por lo reciente de la investigación.

Galera había dejado la cárcel en noviembre de 2015 y transitaba el periodo de libertad condicional de una pena por violación en la localidad de Miramar. El juez de ejecución que se la otorgó es Juan Galarreta y más allá de las naturales especulaciones y controversias ante este tipo de medidas una fuente judicial aseguró que Galera habría cumplido con los requisitos para obtener el beneficio.

La violación de la joven de Playa Los Lobos ocurrió a plena luz del día, a las 11 de la mañana del jueves 5 de mayo mientras aguardaba el colectivo en un refugio de la ruta 11. En ese sitio fue abordada por el hombre que la redujo y bajo amenazas la llevó hasta un área oculta por el follaje donde la violó. Antes de retirarse le robó algunos objetos personales, un chip telefónico, prendas de vestir y hasta un protector íntimo.

El hecho conmocionó a los barrios del sur de Mar del Plata y los vecinos realizaron reclamos por mayor seguridad, ya que además del aberrante hecho que tuvo como víctima a la joven de 21 años  en las semanas previas se habían cometidos robos y asaltos.

La investigación del abuso comenzó en la Comisaría de la Mujer, muy a pesar de la falta de recursos. Trascendió que la falta de un médico policial hizo que durante horas la víctima debiera permanecer sin asistencia en ese aspecto y a la espera de los estudios primarios para certificar las lesiones consecuentes de una agresión de ese tipo.

De todos modos, la causa recayó en la fiscalía de Andrea Gómez y los elementos probatorios empezaron a acumularse, todos orientados hacia un individuo con antecedentes. El aporte de la víctima fue clave para lograr la identificación.

Finalmente esta mañana un grupo policial se apostó en las cercanías de una casa habitada por Galera y esperó con paciencia se confirmara el dato sobre su rutina, ese indicaba que saldría temprano a tomar un colectivo. Y así fue: pasadas las 7 se trasladó a la parada de colectivo. Los policías lo rodearon y lo detuvieron sin mayores problemas.

Aunque la detención es reciente y los investigadores están abocados a reconstruir la historia judicial de Galera, trascendió que atravesaba un período de libertad condicional tras pasar cerca de 12 años preso. Sin embargo lo estaba incumpliendo porque el domicilio que había fijado era en la localidad de Miramar, donde había cometido hechos de abuso sexual años atrás.

En las próximas horas será trasladado nuevamente a Batán donde quedará alojado a la espera de su comparecencia ante la oficina de la fiscalía.