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La Ciudad 13 de febrero de 2025

El viento destrozó invernaderos en un momento “crítico” para los productores frutihortícolas

El viento caliente arrasó esta semana con varias estructuras en plena temporada productiva. Mientras los precios siguen altos en las verdulerías, el consumo cayó y los productores aseguran que "trabajan a pérdida".

El viento caliente del norte, con ráfagas de 70 kilómetros por hora, arrasó esta semana con varios invernaderos.

Los fuertes vientos que azotaron a Mar del Plata esta semana dejaron consecuencias graves en el sector frutihortícola. Varios invernaderos sufrieron importantes daños en zonas productivas como Valle Hermoso, El Coyunco y Laguna de los Padres, entre otras, pero el impacto va más allá de las estructuras: llegó en un “momento crítico”, con precios en caída en el campo, consumo en baja y rentabilidad “desplomada”.

“Hoy la mayoría de los productores están trabajando a pérdida”, resumió Ricardo Velimirovich, presidente de la Asociación de Productores Frutihortícolas y Afines de General Pueyrredon, al analizar en diálogo con LA CAPITAL el presente del sector y las consecuencias del reciente fenómeno meteorológico.

El temporal de lluvia y granizo que derribó árboles y ramas en Mar del Plata la semana pasada no llegó al campo, pero sí fueron “terribles” los fuertes vientos de los últimos días. “Lo que sufrimos ahora fue el viento del alerta de 70 km/h, pero con una particularidad: fue viento norte caliente, que elevó la temperatura de los invernaderos y dejó los nylon blandos, provocando roturas que no estaban contempladas”, explicó Velimirovich.

Las estructuras cedieron en varias zonas del cinturón productivo. “Se rompieron los invernaderos y con ellos la producción. En el caso del tomate, no hay manera de recuperarlo: al caerse la estructura, las plantas quedan en el piso y se quiebran. Con la lechuga se intenta salvar lo que se puede, pero es un trabajo minucioso de sacar postes, nylon y tratar de rescatar las plantas”, dijo.

Además de la pérdida de producción, los productores enfrentan un gasto inesperado en reparaciones. “Es un trabajo que no estaba ni en el presupuesto de nadie ni en las circunstancias de nadie”, lamentó el referente del sector.

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Velimirovich aclaró igualmente que el fenómeno “no fue tan grave como otras veces”, pero enseguida destacó que el daño en los invernaderos agrava “una crisis” que ya venía golpeando a los productores. “Estamos en plena temporada productiva, pero con precios muy bajos porque hay mucha oferta”, explicó Velimirovich. Sin embargo, el problema es doble: mientras los precios cayeron en el campo, “en las verdulerías siguen altos”, lo que provocó una “caída en el consumo”.

“Claramente es un problema muy serio. Los precios bajaron muchísimo en la producción primaria, pero no en el consumidor. Si la baja llegara al consumidor, el consumo aumentaría y eso nos permitiría mejorar los precios comerciales”, sostuvo. Pero eso no sucedió y, por el contrario, “hoy hay muy poco consumo y los precios en las verdulerías no han bajado lo suficiente”.

Para el referente del sector, la clave está en encontrar “un equilibrio” en la cadena comercial. “Debe haber un equilibrio entre el productor y el consumidor, porque si no tienen productor tampoco van a tener productos para vender, pero la realidad es que nos hubiera convenido en este momento (la temporada) que bajaran los precios y la gente pudiera consumir más alimentos. La calidad de los alimentos en Mar del Plata es bárbara, y tener mejores precios en plena temporada hubiera sido un boom. Pero no fue así”, marcó.

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Trabajar a pérdida

En este escenario, el titular de la Asociación de Productores Frutihortícolas fue tajante: “Hoy la mayoría de los productores están a pérdida, produciendo pensando en el mes que viene o en mantener la producción”.

Según Velimirovich, la situación se agravará aún más en los próximos meses, cuando lleguen las facturas de electricidad. “Venimos de una sequía en la que la producción se mantuvo gracias al riego, que está prendido todo el día. Pero después hay que pagar la luz, y se ganó muy poco, incluso se perdió”.

“El 2025 se perfila como un año crítico. Y es importante aclarar que esta situación no tiene que ver con el Estado, sino con una mayor conciencia en la cadena comercial. No puede ser que el productor pierda siempre”, subrayó.

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La brecha entre el precio de campo y el precio de venta al público es cada vez más grande. Hasta hace poco, según mediciones realizadas de manera conjunta entre la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y la Asociación de Productores Frutihortícolas y Afines, era del 300%, pero en el último tiempo la diferencia trepó al 500% e incluso “en algunos casos, hoy es mucho mayor”, destacó el referente del sector.

Esta situación, en consecuencia, “pone en peligro la sustentabilidad” del sector. “Si seguimos perdiendo, el año que viene muchos productores no van a poder sembrar”, dijo Velimirovich advirtiendo el impacto que habrá a mediano plazo.

Asimismo, a largo plazo los productores ven otro problema: la importación de frutas y verduras, y en ese sentido sí señalan que es responsabilidad del Gobierno nacional.

“Argentina siempre fue autosustentable en la producción frutihortícola, pero ahora, con la liberación del mercado, se permite traer productos de afuera”, alertó Velimirovich y anticopó: “En algún momento vamos a sufrir un problema de precios con los productos importados, la situación se va agravar”.