El viernes 4 de septiembre, Los Tipitos transmitirán desde el Estudio “El Santito” un show en streaming que se podrá seguir desde distintos países. Será un encuentro en el que propondrán “un espectáculo de baladas” para disfrutar desde el hogar, según adelantó a LA CAPITAL, el guitarrista de la formación Raúl Ruffino.

“Nosotros sobrevivimos por estar juntos, hoy es todo lo contrario” reflexionó el experimentado músico al hacer una comparación entre aquellos años de los inicios de la banda, en Mar del Plata -”el lugar donde poder afianzarnos como banda para después salir a conquistar cualquier sitio posible- con la actualidad, en la que la situación del Covid-19 obliga a mantenernos distanciados por seguridad y salud.  

En este contexto, la banda responsable de temas que ya están grabados en la memoria de los argentinos, como “Algo”, “Brujería” y “Campanas en la noche”, espera un reencuentro, aunque virtual, con sus fans. 

Walter Piancioli (voz, guitarra eléctrica, piano eléctrico, órgano eléctrico, sintetizadores y coros), Ruffino (guitarras, efectos de pedal, voz y coros) y Federico Bugallo (bajo eléctrico, bajo acústico, guitarra acústica y coros) intentarán realizar un show que sintetice el extenso repertorio de más de 20 años de carrera, sueños y esfuerzos, hasta llegar al último disco, en el que, aseguran, aportaron un granito de arena para “unir géneros musicales, estilos de vida y romper con cierto molde de rockstar, que nunca tuvimos pero, ahora ya no quedan dudas”.

– ¿Se puede resumir en un show más de 20 años de historia? 

– Creo que no, llevaría más de un día creo yo. Vamos a llevarlos por la parte más romántica de los Tipitos y vamos a hacer un show de baladas para disfrutar en la comodidad del hogar.

– La posibilidad que da el streaming de borrar fronteras geográficas ¿contribuye a contrarrestar la imposibilidad, por el momento, de volver al encuentro presencial, al clima del show?

– Creo que el show presencial, el clima que hay, el aire que mueven los parlantes, es irreemplazable, lo que sí creo es que esta posibilidad de romper fronteras con el streaming se tiene que sumar a lo habitual de un show. Juntas son más interesantes. 

– ¿Cómo los encontró la cuarentena? ¿Les suspendió planes, shows, gira, grabación?

– Cuando empezó la cuarentena, estábamos empezando la pre producción de lo que sería el último disco de la banda. Por supuesto también quedaron frustrados unos cuantos show que se reprogramaron en el mejor de los casos y otros que se perdieron. 

– Si de remarla se trata, ustedes tienen, podría decirse, un posgrado. ¿Cómo la fueron remando en estos meses de aislamiento?  

– Bueno, estos meses la llevamos con los ahorros de los show que pudimos hacer, con sadaic y con aadi, como la mayoría de los colegas. Empecé también un proyecto de encuentros virtuales para gente que haga o quiera hacer canciones y con eso voy sumando algo. 

– ¿Les trajo este período algún recuerdo de esos primeros años en los que la remaban acá en Mar del Plata? 

– La verdad es que las circunstancias eran muy diferentes, en aquel momento andábamos juntos de acá para allá, haciendo todo en grupo, sobrevivimos por estar juntos, hoy es todo lo contrario. 

– ¿Qué significó la ciudad para ustedes?

La ciudad de Mar del Plata significó un lugar donde poder afianzarnos como banda para después salir a conquistar cualquier sitio posible.

– Hacer el disco De mi flor, ¿Es un gusto que se dieron? ¿Creen que contribuye a abrir a nuevas generaciones la poesía, los mensajes de Atahualpa, por ejemplo?

– El disco De mi Flor es más que un gusto, es un pasaje de la música argentina que todo artista debería transitar. Siempre coqueteamos un poco con el género pero nunca lo llevamos al extremo. El disco es categórico en cuanto a la producción artística y no tengo dudas que aportamos un granito de arena a unir géneros musicales, estilos de vida y romper con cierto molde de rockstar, que nunca tuvimos pero, ahora ya no quedan dudas.

– Hoy se habla mucho de reinventarse ¿Sienten que se reinventaron? 

– Reinventarse es algo muy difícil de hacer en un grupo de muchos años. Nosotros no vimos la posibilidad de reinventarnos hasta que apareció De mi Flor, pero creo que es una búsqueda constante. Dicen que el movimiento es vida.